Cuenta el escritor napolitano Roberto Saviano, condenado a muerte por el clan Casalesi tras publicar ‘Gomorra’, que durante el Mundial de Italia 90 pudo presenciar un momento extraño, histórico. Tenía diez años y había acudido feliz con su padre a ver el Italia-Argentina al estadio San Paolo. Iban con banderas. Eran las semifinales. Maradona jugaba en el estadio que llevaría su nombre. Tras adelantarse Italia, logró empatar Argentina. Fue entonces cuando el público asistente que no era napolitano se fue encendiendo y empezó a silbar y a insultar a Maradona. Los napolitanos presentes, al ver que se insultaba al ídolo local, no pudieron permitir tal afrenta y comenzaron a cantar «Diego, Diego», pese a que estuviera jugando en el bando contrario. La situación era muy confusa para aquel niño en la grada que agitaba la bandera tricolor con una mano y que con la garganta apoyaba a Maradona. Demasiadas emociones encontradas.Este viernes, viendo cómo Kroos era insultado tras esa entrada que sacó del partido a Pedri, viendo los que ya eran sus últimos minutos tras el espectacular cabezazo de Mikel Merino, pude entender por unos instantes al niño Saviano de Italia 90.
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