La justicia europea ha dictaminado que la Comisión no permitió debidamente el acceso a la información sobre los acuerdos de compra de vacunas contra la COVID-19 con compañías farmacéuticas durante la pandemia. La sentencia, dictada a petición de un grupo de eurodiputados, se publica precisamente la víspera de la votación en el Parlamento Europeo sobre la investidura para un segundo mandato de la presidenta Ursula Von der Leyen.La Comisión ha respondido a la sentencia con un comunicado en el que afirma que «toma nota» de la decisión y a pesar de que considera que los jueces les han dado «parcialmente la razón» también dice que «se reserva sus opisiones jurídicas» sobre la sentencia. Hay otra demanda planteada por el diario New York Times contra la Comisión para conocer los mensaje que intercambió Von der Leyen con los responsables de las farmacéuticas y que fueron borrados porque no se consideraron «documentos relevantes».La demanda objeto de la sentencia conocida hoy procede de un grupo de eurodiputados que emprendido acciones legales después de que la comisión se negase a permitirles acceso completo a los contratos de compras de vacunas puesto que contienen cláusulas de confidencialidad exigidas por los laboratorios. La Comisión solo hizo públicos versiones incompletas (con líneas y párrafos tachados) y también se negó a revelar cuánto pagó por los miles de millones de dosis necesarias.Noticias Relacionadas estandar No El virus H5N1 de gripe aviar se transmite entre mamíferos a través de la leche contaminada Rafael Ibarra estandar No Los niveles mundiales de vacunación infantil se estancaron en 2023 C. G.En su sentencia, «el Tribunal General considera que las personas que interpusieron la demanda habían demostrado debidamente la finalidad específica del interés público en la divulgación de los datos personales de los miembros de ese equipo» que llevó a cabo las negociaciones. «Sólo teniendo los nombres, apellidos y detalles del rol profesional o institucional de los miembros del equipo en cuestión se habría podido determinar si los miembros de ese equipo tenían o no un conflicto de intereses ».La Comisión, que puede recurrir el fallo si lo considera necesario, dijo que generalmente otorga «el más amplio acceso público posible» a los documentos. Pero en el caso de las vacunas, insistió en que «necesita lograr un difícil equilibrio entre el derecho del público, incluidos los eurodiputados, a la información, y a los requisitos legales que emanan de los propios contratos COVID-19, que podrían dar lugar a reclamaciones por daños y perjuicios a costa del dinero de los contribuyentes».Sin embargo, el Tribunal cree que la Comisión no ha demostrado que la divulgación de las disposiciones de los contratos habría perjudicado efectivamente sus intereses comerciales y que debería haber proporcionado información sobre los representantes de los estados miembros y los funcionarios de la comisión involucrados en las negociaciones para que quedase claro que no existían conflictos de intereses.Sin embargo, considera que la Comisión podía ocultar ciertos detalles fijados también en los contratos como la ubicación de los sitios de producción, las disposiciones sobre derechos de propiedad intelectual de las fórmulas de las vacunas, las disposiciones sobre pagos a cuenta y anticipos o los compromisos de entrega.
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