Enésima exhibición de Pogacar para conquistar los Alpes y sentenciar el Tour

Home People Enésima exhibición de Pogacar para conquistar los Alpes y sentenciar el Tour
Enésima exhibición de Pogacar para conquistar los Alpes y sentenciar el Tour

La tiranía a la que Tadej Pogacar tiene sometido al Tour de Francia no conoce la palabra descanso. Nada excepto un milagro arrebatará al esloveno su tercera ronda gala y, aun así, se empeña en demostrar cada día la superioridad de la que goza sobre todos sus rivales. Es el escenario el Isola 2000, el puerto en el que concluye la jornada alpina y en el que el ciclista del UAE deja por el camino a Vingegaard y Evenepoel primero, para frustrar después las opciones de victoria del escapado Jorgenson, con un insultante ritmo de subida. El caníbal suma su cuarta etapa en la presente edición, pero de lo que no hay duda es de que buscará la quinta. Y la sexta. Porque todo le sabe a poco al tirano Pogacar.Sabe Visma que poco a nada puede hacer para disputar el liderato de la general, así que opta por enviar a Kelderman y Jorgenson a una fuga que queda finalmente reducida a seis corredores. Entre ellos, el incansable Carapaz y el valiente Cristian Rodríguez en representación del ciclismo español.En otras condiciones, la posición del neerlandés y el estadounidense se habría interpretado como el preludio de un ataque de Vingegaard. Pero el danés, más que encomiable su carrera dado su estado físico, se olvida del primer puesto y centra su objetivo en cortar las alas a Evenepoel en la pelea por el segundo escalón del podio de Niza.Tras dejar atrás el Col de Vars, coronado por Carapaz, la escapada afronta la Cime de la Bonette. 2.800 metros de altitud que convierten sus sinuosas carreteras en las más altas jamás afrontadas en una gran vuelta. El ecuatoriano, nacido y criado en una cota incluso superior en El Carmelo, se siente como en casa y vuelve a ser el primer en llegar la cima, para escalar hasta la primera posición en la clasificación de la montaña y ceñirse el maillot de lunares.El español del Arkéa cede en el inicio de la ascensión al Isola 2000, donde concluye la jornada alpina. Kelderman prepara el terreno y Jorgenson ataca. La estrategia de Visma ansía un triunfo de etapa y el pedaleo de metrónomo del norteamericano se antoja ideal para ello. Ideal si no fuera por la presencia de un tal Pogacar entre el grupo de favoritos que no tiene entre sus planes compartir la gloria del triunfo. Lo más de dos minutos de ventaja de los que gozaba Jorgenson se volatilizan a una velocidad aplastante. Por detrás, Evenepoel prueba a Vingegaard, pero el danés responde a la perfección y mantiene su ventaja en el segundo puesto. Y cinco minutos por delante, a dos etapas de sumar su tercer Tour de Francia, la tiranía sin fin de Pogacar.

Leave a Reply

Your email address will not be published.