Por culpa del sol

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Por culpa del sol

Cuando se nos informa en los medios de comunicación sobre algún crimen horrendo , es frecuente que se diga que el psicópata de turno perpetró sus fechorías «a sangre fría». Fue quizás Truman Capote quien, con su novela más conocida, ayudó a popularizar una asociación entre bajas temperaturas y delito que ha terminado por convertirse en un lugar común y que es por completo tendenciosa y falsa. En nuestro imaginario, los torturadores, violadores y asesinos suelen ser despachados al reino de los reptilianos. Como si solo confinando a estos monstruos a una especie de Siberia globular, el ser humano pudiera reconciliarse consigo mismo. En este sentido, sin embargo, la realidad ha demostrado estar más cerca de una novela como ‘ El extranjero ‘, de Albert Camus , cuyo protagonista, al ser interrogado por el juez de instrucción sobre la razón por la cual asesinó a un árabe en la playa y lo remató de cuatro disparos, respondió: «cétait à cause du soleil».En efecto, el verano es esa época del año en que todos deberíamos tener el derecho de justificar nuestras faltas (faltas menores, por supuesto) con el irrebatible argumento de Mersault . ¿Que por qué no he pagado el alquiler? Por culpa del sol. ¿Por qué no entregué a tiempo mi columna en el ABC ? Por culpa del sol, señor García Calero. ¿Que qué pasó con el pago de la cuota trimestral de autónomo? Estimados funcionarios de Hacienda , ustedes saben muy bien por qué no la he pagado: por culpa del sol.Aunque no pueda llegar a ser un atenuante, el calor sí explica muchas cosas malas que pasan en la más terrible, violenta y mortal estación del año: el nunca suficientemente odiado y denostado verano. Esto último no forma parte de los delirios inducidos por el agobio del sudor y la humedad tan propicios en esta época. Le debemos al gran matemático y estadístico belga Adolphe Quételet (1796-1874), precursor de la Criminología Ambiental , la redacción de las hoy no tan conocidas ‘ Leyes térmicas de la delincuencia ‘, de 1833, cuyos postulados dicen lo siguiente:— 1ª Ley : En invierno se cometen más delitos contra la propiedad que en verano.— 2ª Ley : Los delitos contra las personas se cometen fundamentalmente en verano.— 3ª Ley : Los delitos sexuales ocurren con mayor frecuencia en primavera.A lo largo de los ciento noventa años transcurridos desde su formulación, el desarrollo de las ciencias criminalísticas ha confirmado, en esencia, las leyes de Quételet . Con respecto a la segunda ley, que es la que nos ocupa, explica la investigadora Cristina Cazorla González que «Quételet aducía que el incremento de las temperaturas en verano excitaba las pasiones humanas, por lo que los individuos se volvían más irritables, lo que a su vez explicaba su mayor visceralidad en cuanto al trato interpersonal. Además, al ser los días más largos y disfrutar de más horas de luz solar, las personas intensificaban sus interacciones sociales, lo que propiciaba desavenencias y conflictos que acaban en riñas, lesiones u homicidios».Explicado así, deberíamos replantear nuestra relación con el verano, para que no siga siendo esa postal turística de quienes nos quieren vender el infierno como si fuera el paraíso. Imagino una versión de ‘ Juego de Tronos ‘, filmada en Sevilla durante los primeros días de julio, cuyo lema principal sea el más atinado «Summer is coming». Viene el verano. Y que nos ponga a todos a correr, despavoridos y a temblar de calor.

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