He querido dejar pasar unos días para escribir algo acerca de Nacho Cano . No esperen ningún análisis sobre la situación legal de los jóvenes que trabajan en su espectáculo , porque no tengo ni la más remota idea sobre ese asunto.Solo quiero reflexionar un poco sobre un hecho insólito que tiene que ver con mi oficio. Yo me dedico al humor , o al menos eso dicen las personas que escuchan lo que hago en la radio. Y en tanto que humorista quiero hacer notar aquí mi estupor por el inquietante consenso que detecto en mis compañeros de trabajo a la hora de abordar el asunto que tiene a este músico como protagonista.Antes de nada, decirles que no conozco personalmente a Nacho Cano. Jamás hemos coincidido y mi única relación con él es a través de su música , que como tanta gente conocí siendo muy joven. He respetado siempre sus composiciones, porque se que no es fácil crear canciones que se conviertan en himnos . Y ahí acaba mi opinión sobre este artista.Noticia Relacionada Antena 3 estandar No La severa advertencia de Nacho Cano a la audiencia que ha sobrecogido ‘Espejo Público’: «Pensad que…» Mari Carmen Parra Tras ser despedido por Susanna Griso, el artista se dirigió con un serio mensaje al público y a todos los que le acompañaban en el plató de Antena 3¿Y qué quiero decir con eso de «el inquietante consenso que detecto en mis compañeros de trabajo»? Pues me refiero a la pesadísima similitud de sus bromas sobre Nacho Cano, al delirio de meterse con él todos a la vez, muy sincronizados, como obedeciendo la orden de un hipnotizador de circo, a la machacona insistencia en ridiculizarle, a la facilona crítica a las letras de sus canciones, todos incluyendo en sus burlas aquello de «tú contestastes», creyendo ser el primero en percatarse de esa ‘s’ sobrante.No pienso especular sobre qué ocurriría si Cano fuera de izquierdas, porque ya otros lo escribieron antes y no es cuestión de repetir argumentos, por mucho que me parezcan razonables. Solo quiero decirle a mis queridos compañeros cómicos, a los que amo con sinceridad, que no tengo ni idea de cual es la misión del humorista , pero que me suena que es algo relacionado con el arte y el misterio, incluso con la poesía, que eso de hacer humor, creo recordar, está relacionado con señalar incongruencias , con subrayar aquello que nadie comenta aunque todos vean.Por eso, cuando todos a la vez se burlan de Nacho Cano, algo en mí se enciende. ¿Qué os ha pasado? ¿Os ha dado la corriente a todos? ¿En qué enchufe habéis metido los dedos, queridos amigos? ¿De verdad os apetece hacerlo? ¿Realmente lo haríais, amados humoristas, colegas míos, compañeros de pupitre, si el señor Cano fuera de otra manera, si dedicara horas a hablar del patriarcado o a concienciar, con fingida seriedad, «del estigma de la salud mental»?De verdad, compañeros de la comedia, insisto en que no sé qué es el humor , pero si cierro los ojos y, como hace un momento, intento recordar, me vienen imágenes de personas que lucharon por decir lo que nadie decía, y veo un fondo bonito, un espacio ancho que no sé por qué me recuerda a un bosque. Lo que no veo es un ejército que, con fingida valentía, hace las bromas que hay que hacer, las que ahora tocan, las que todos esperan que hagamos.Noticia Relacionada estandar Si La odisea policial de los becarios de Nacho Cano: «Sentí que me querían poner en contra de la compañía» Julio BravoOs conozco y sois magníficos. A veces pienso que sois las únicas personas con las que me entiendo, porque el resto me entristece. Sabéis hacer cosas maravillosas, os he visto, y el mundo necesita que las hagáis. Dejad de seguir la corriente, porque ahí no está ese bosque inmenso en el que los de este oficio queremos vivir. Burlaos de quien no os atrevéis a burlaros. Haced parodias solo cuando os dé miedo hacerlas. Pero bueno, ya sois mayores y ahí tenéis a Nacho Cano si queréis despellejarlo. Vuestras bromas, todas iguales, expulsadas de la gigantesca fotocopiadora de la comedia, tendrán buena aceptación. Solo le pido a Dios que me dé lucidez para no participar jamás en una de esas cacerías colectivas, que me ilumine para parodiar a los que casi nadie parodia, porque son «los buenos, los nuestros». Vosotros hacedlo, cazad colectivamente al cervatillo, sed el cocodrilo. Tan solo permitidme a mí, por favor, que piense que cuando los humoristas hacemos eso, no estamos haciendo humor; estamos haciendo bullying .
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