En el cierre de la campaña electoral, los hijos del difunto Hugo Chávez no saltaron ni bailaron en la tarima de la semivacía avenida Bolívar como lo hizo el presidente Nicolás Maduro para buscar los votos de su tercer mandato. En el telón de fondo destacaba el rostro grave y serio de María Gabriela Chávez , la hija predilecta del caudillo del ‘socialismo del siglo XXI’, que contrastaba con la alegría que manifestaba el candidato chavista en la avenida que su mentor llenaba con un millón de seguidores antes de morir hace once años.Maduro no pudo ocultar el fracaso de su último mitin , apenas seguido por un puñado de caraqueños, pese a toda la ruidosa fanfarria que gastó, el despliegue de equipos de sonido y transporte con recursos del Estado para afirmar que « voy a ganar las elecciones » y amenazar con ser duro e implacable contra los violentos. Con el chavismo en sus horas más bajas, hoy los venezolanos acuden a las urnas en una cita histórica, la que puede suponer el fin de un régimen autoritario y corrupto . Una oportunidad más, tal vez la más cargada de esperanza. Desafiando a Maduro, Edmundo González Urrutia , el candidato para las elecciones presidenciales de la coalición Plataforma Unitaria Democrática (PUD) , el opositor más fuerte, apoyado por la líder inhabilitada María Corina Machado y aupado por las encuestas, deberá vencer todas las argucias y obstáculos que el oficialismo ha puesto en su camino.Noticia Relacionada estandar No Escenarios para las elecciones del 28 de julio en Venezuela Alexia Columba Jerez El CSIS ha dibujado cuatro escenarios probables que se desarrollarían antes, después y durante el día de los comiciosEl derrumbe del chavismo comenzó con la muerte de su mentor. Su heredero Maduro no ha sabido continuar la saga ni siquiera imitando la voz del difunto, transmutada en un pajarito que le susurraba en la noche lo que debía hacer al día siguiente.En su mejor momento, la corriente política que ha gobernado Venezuela los últimos 25 años no pasó de 8 millones de votos en las urnas. La estructura del chavismo asociada al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) cuenta con 10 millones de militantes supuestamente inscritos en el Carnet de la Patria, una organización creada por Chávez para beneficiar y controlar a los funcionarios, pensionistas, empleados públicos y sus familiares con viviendas, becas y empleo en la administración pública.Frustración oficialistaHay unos 4 millones de pensionistas y jubilados del Seguro Social, que reciben 3,5 dólares (el salario mínimo), y unos 3,5 millones de funcionarios en la administración pública, a quienes el régimen paga 100 dólares mensuales y les abona 30 dólares como bonos de guerra para que vayan a votar.En esta campaña presidencial el derrumbe del chavismo se ha evidenciado por su baja intención de voto por Maduro en las encuestas y en las solitarias calles de sus giras. La cantidad de autobuses contratados para arrear a la gente, los 30 dólares para ir a las marchas, las bolsas de comida y toda la propaganda gastada en los carteles y muros no han sido suficientes para llenar los mítines del mandatario.Los chavistas sienten frustración y descontento como el resto de los venezolanos ante la pobreza del 90% y la destrucción del país que ha generado Maduro en sus once años de mal gobierno, lo que ha impulsado el éxodo de 8 millones de personas, un 25% de la población.Venezuela está quebrada y arruinada. La moneda nacional, el bolívar , está moribunda con una devaluación de 14 ceros, que ha sido compensada con la dolarización de la economía. La hiperinflación galopa sin freno. Los servicios están en la UVI. Hay racionamiento de agua, electricidad y gasolina. Y aunque los supermercados están llenos de productos, la cesta básica cuesta más de 500 dólares . Los venezolanos pasan mucha hambre con el salario mínimo de 3,5 dólares .La crisis ha impactado negativamente en el sector de la salud. El 95% de los hospitales públicos no tiene material sanitario ni médicos ni enfermeras con que atender a los pacientes, por lo que mueren de mengua. Muchas parturientas dan a luz en la calle. La educación también está en ruinas. Las escuelas y colegios sufren un deterioro agravado por la deserción de maestros y profesores. En su campaña electoral, Maduro prometió arreglar la economía , pero ya es tarde, nadie le cree en sus promesas incumplidas. La base chavista expresa hartazgo al recibir migajas y dádivas. Ha perdido la fe en su líder y ve su futuro incierto y comprometido si continúa gobernando.’Puntos rojos’ de control«Me siento mal porque era chavista, pero me arrepiento no j… Perdí el futuro de mis nietos. Pero llegó la luz y viene la alegría, el reencuentro, el milagro venezolano. Es un sentimiento muy grande. Tanto de dolor como de esperanza. Y por glorioso es un sentimiento incontenible», exclama en las redes sociales una mujer que ha llegado al límite tras creer en la utopía revolucionaria.Para hoy un sector importante de empleados, funcionarios públicos y pensionistas han dicho que votarán en secreto por el abanderado de la oposición, aunque en los ‘puntos rojos’ de control digan que lo hicieron por Maduro. Es «el deslave o derrumbe chavista», como lo denominan Edmundo González y María Corina Machado. Muchos chavistas que tuvieron altos cargos en estos 25 años, y que en la actualidad forman parte de la disidencia, son los primeros en rechazar a Maduro. Entre ellos, el exministro de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez , que estuvo 11 años en el cargo. Le reprocha a Maduro haber destruido y hundido el chavismo en su derrota electoral. En sus artículos lo responsabiliza de haber arruinado la principal industria petrolera del país y las empresas estatales con la desbordante corrupción.El papel de los militaresMaduro ha amenazado con desatar un «baño de sangre» y «una guerra civil» si pierde las elecciones, Unas declaraciones que han sido muy criticadas a nivel mundial. Hasta sus aliados más cercanos, como el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva , y el expresidente argentino Alberto Fernández le han aconsejado que aprenda a perder en el juego democrático y pasar a la oposición si finalmente esa es la decisión de los venezolanos. Incluso su hijo Nicolasito le recordó que, en caso de perder, pasarán a la oposición. En esa misma tónica, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López , indicó que el que gane se ocupe de su proyecto y el que pierda se vaya a descansar. Padrino aseguró que las Fuerzas Armadas respetarán los resultados de las elecciones y mantendrán el orden. En la oficialidad han dado seguridad de que no van a disparar contra la población.A pesar de que la euforia es el sentimiento más extendido en la oposición, existen dudas razonables sobre el resultado de los comicios , vistos los precedentes y todas las trampas montadas por el régimen, por ejemplo para entorpecer el voto de la diáspora. Y se tienen dudas, sobre todo, de la reacción de un Nicolás Maduro derrotado y obligado a dejar el poder. El temor a un nuevo éxodo masivo está en el aire. Hoy Venezuela llega a una encrucijada histórica.

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