El indulto de Almirante fortalece el matrimonio entre Murteira y Azpeitia

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El indulto de Almirante fortalece el matrimonio entre Murteira y Azpeitia

Fue el protagonista en la desencajonada previa a la feria, y a la postre ha sido también la estrella del abono. El día del desencajonamiento, que aquí en Azpeitia es público, Almirante estuvo más de media hora en el ruedo porque se negó a entrar en los chiqueros. Quienes le vieron estos días en los corrales, aseguran que el toro se mantuvo solo, apartado, lejos de sus hermanos de camada. Misterios de la bravura . Porque en el ruedo ha sido el animal que con más transmisión, emoción, boyantía y codicia ha embestido a las telas. Con buenas hechuras, como toda la corrida, bajo y recogido, el toro tuvo tranco y brío desde que apareció en el ruedo. Los puristas dirán, con razón, que en el caballo llegó a salir suelto, pero la movilidad y la alegría la mantuvo durante toda la lidia. En la muleta embistió cuarenta veces con el morro por el suelo, repitiendo con ritmo, tranqueando. Tanto, que medida la faena parte de los espectadores empezaron a pedir el perdón de la vida del animal. ¿Hubiera embestido así, hubiéramos disfrutado y gozado de sus acometidas -el matador, el primero- si se hubiera empleado más en el caballo? Rotundamente no. El primero que vio las condiciones del toro y se apresuró a cambiar el tercio después del encontronazo con el caballo fue Colombo . Anduvo el venezolano como acostumbra. Variado y bullidor en todos los tercios, dando prioridad al efectismo y el espectáculo por encima de otras virtudes, si bien es verdad que, en medio de tanta intensidad, de tanta algarabía y de tanta comunión con los tendidos, se echó en falta un punto más de reposo y sosiego.Noticia Relacionada AZPEITIA estandar Si Triple puerta grande de Morante, Luque y Ortega: el mejor homenaje al maestro Camino José Miguel Arruego El torero de La Puebla hace el toreo de más categoría en una buena corrida de Loreto Charro y con el cartel de ‘No hay billetes’Ya en su noble primero, un colorado de preciosa lámina, hizo un despliegue de facultades pero un pinchazo previo a la estocada le impidió añadir más trofeos a la saca. El primer trofeo de la función lo paseó el francés Clemente en el burraco que abrió plaza, un animal tocadito arriba, bien encornado, que tuvo son y calidad. El torero de Burdeos cimentó sobre la mano derecha una obra pulcra y limpia, de buen hilván. La faena al cuarto, el toro más fuerte del envío, con más cuerpo y caja, y que también ofreció posibilidades, fue más deslavazada, y los momentos brillantes fluyeron más discontinuos.Feria de San Ignacio Plaza de toros de Azpeitia. Jueves, 1 de agosto de 2024. Tercera y última festejo de la Feria de San Ignacio. Tres cuartos de entrada. Toros de Murteira Grave, de buenas hechuras, variada pinta y excelente comportamiento en conjunto. El 5º, «Almirante», fue indultado. Clemente, de blanco y oro: estocada (oreja); media estocada tendida (vuelta al ruedo). Jesús Enrique Colombo, de negro y oro: pinchazo y estocada tendida (ovación); indulto (dos orejas y rabo simbólicas). Jorge Martínez, de nazareno y oro: pinchazo y estocada baja (ovación que recoge la cuadrilla); tres pinchazos y descabello (ovación tras aviso). Saludó en banderillas Tomás ÚbedaTambién a ráfagas obtuvo lucimiento en sus dos toros el murciano Jorge Martínez. Largo y engatillado el tercero, precioso. El inicio fue parsimonioso, armónico también, pero luego de una gran serie al natural, el torero se puso encima, el toro pidió más sitio, y todo acabó por diluirse. Se le dislocó el hombro al entrar a matar por segunda, se fue por su pie y directo a la enfermería mientras su subalterno Curro Vivas recogía la ovación que le tributaba el tendido. El colorado que cerró feria se dejó igualmente, hubo muletazos con porte y aplomo de Martínez, sobre todo el inicio por bajo con la pierna flexionada, antes de volver a demorarse con los aceros.

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