Hace ya más de una semana que el Reino Unido se enfrenta a una ola de violencia alimentada por tensiones raciales , y la policía está lista para actuar en caso de que este miércoles se produzcan más disturbios en el país, después de que hayan sido convocados una treintena de eventos anti inmigración en diversas localidades, mientras que el encarcelamiento de tres hombres en Liverpool ha marcado el inicio de las condenas a los alborotadores. Derek Drummond , de 58 años, Declan Geiran , de 29, y Liam James Riley han sido condenados por participar en los actos violentos. Drummond, además, se declaró culpable de agredir a un trabajador de emergencias, mientras que Geiran admitió haber provocado el incendio de una patrulla. Hasta ahora, se han realizado 428 arrestos y alrededor de 120 personas han sido formalmente acusadas , cifras que se espera aumenten día a día. Una de las detenidas por incitar al odio racial es Lucie Connolly , esposa del concejal conservador Raymond Connolly, que en una publicación en X escribió: «Deportación masiva ya, prendan fuego a todos los malditos hoteles llenos de bastardos, y ya de paso lleven con ellos al gobierno y los políticos traidores». Los disturbios, que surgieron a raíz del apuñalamiento fatal de tres niñas en Southport la semana pasada, se vieron agravados por la difusión de desinformación en línea que vinculaba falsamente al sospechoso con el estatus de solicitante de asilo . Este contexto ha llevado a las autoridades a movilizar a casi 6.000 oficiales para prepararse para posibles nuevos disturbios en todo el país.Noticia Relacionada La peor oleada de disturbios estandar Si Reino Unido: siete días violencia y caos tras el asesinato de tres niñas Ivannia Salazar | Corresponsal en LondresEl secretario de estado de Comunidades, Jim McMahon , declaró, como otras voces en el gobierno, que cualquiera que participe en las revueltas enfrentará «todo el peso de la ley». La situación es tan grave que ha requerido la convocatoria de dos reuniones de emergencia del comité Cobra, encabezadas por el primer ministro Keir Starmer . «Es una situación difícil con disturbios en varios lugares al mismo tiempo, pero por eso he convocado mi segunda reunión Cobra para coordinar la respuesta y asegurarme de que contamos con suficientes policías y que podemos manejar este desorden», dijo el premier. El jefe de la policía de Essex, Ben Julian Harrington , subrayó que «lo que hemos presenciado esta última semana es pura criminalidad. Está dividiendo nuestras comunidades, hiriendo a nuestros agentes y debe detenerse». Harrington también señaló que los disturbios han generado un nivel sin precedentes de agresión a los agentes del orden, con 93 policías heridos , algunos con fracturas de huesos, pérdida de dientes y consecuencias psicológicas. «Algunos se despiertan en medio de la noche con ataques de pánico, describiendo el miedo que sintieron de no poder regresar a sus hogares con sus familias», añadió. También hay perros policía heridos. El temor no sólo se ha apoderado de las fuerzas de seguridad, sino también de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud (NHS), muchos de ellos extranjeros. Amanda Pritchard, directora ejecutiva del NHS Inglaterra, advirtió que «para muchos trabajadores del NHS, ver este aumento del racismo les hará sentirse asustados y no bienvenidos».Las amenazas contra los abogados y otros trabajadores de temas de inmigración también han aumentado. Tell Mama, un grupo que monitorea la islamofobia en el Reino Unido, ha alertado a la policía y a los funcionarios de contraterrorismo sobre «las amenazas de la extrema derecha», y desde la Sociedad de Derecho de Inglaterra y Gales se habla de un «ataque directo a nuestra profesión legal». La ministra de Justicia, Shabana Mahmood , calificó las amenazas contra los abogados como «inaceptables» y advirtió que aquellos que las realicen se unirán «a los cientos que ya han sido arrestados por la policía en la última semana».John Hayes , un empresario que fue apuñalado en la pierna al intentar salvar a las niñas en Southport, señaló en una entrevista con la BBC que los disturbios «no tienen nada que ver con los apuñalamientos ». En su opinión, hay mucho «descontento desde hace tiempo sobre los niveles de inmigración», y los apuñalamientos fueron sólo un catalizador.Por otro lado, la jefa de policía de Merseyside, Serena Kennedy , destacó el elevado costo que los incidentes representan para una fuerza que ya tenía un déficit de 21 millones de libras. «El hecho de que tengamos que dedicar este nivel de recursos tendrá un impacto en el servicio que ofrecemos a las comunidades», dijo Kennedy, que añadió que «va a impactar el servicio para las víctimas de otros delitos» y «justicia retrasada es justicia negada».
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