«No tengo dudas de que el régimen de Maduro ha intentado cometer un fraude». Así de tajante se mostró este miércoles el presidente de Chile, Gabriel Boric . «No reconocemos el proclamado triunfo de Maduro y no validaremos ningún resultado que no esté verificado por organismos internacionales independientes», subrayó en una comparecencia ante la prensa, en la que añadió que «si hubiesen ganado, habrían mostrado las actas. Además, están cometiendo graves violaciones a los derechos humanos», subrayó Boric, en relación a la escalada de represión que está desplegando el Gobierno de Maduro para detener las protestas en Venezuela. Boric no es el único líder de izquierdas de América Latina que ha rechazado la victoria de Maduro, aunque sí ha sido el más vehemente, lo que le ha costado la ruptura de relaciones con Caracas y la expulsión de sus diplomáticos. Otros presidentes de la órbita bolivariana, como el brasileño Lula da Silva , o el colombiano, Gustavo Petro, han reclamado que se muestren las actas que atribuyen la victoria a Maduro – Petro habló incluso de «graves dudas» sobre los resultados –. Algo que hasta el momento no se ha producido.El proceso electoral en Venezuela, considerado «no democrático» por el Centro Carter , y la opacidad en los resultados anunciados por el CNE venezolano, controlado por el chavismo, está generando el aislamiento del régimen chavista en todo el mundo, pero especialmente entre sus aliados en América Latina. A la ruptura de relaciones de Venezuela con Chile, se sumó la expulsión de diplomáticos de otros seis países latinoamericanos, entre ellos, Argentina.Noticia Relacionada estandar No Cristina Kirchner reclama transparencia a Maduro «por el legado de Chávez» Milton Merlo | Corresponsal en Ciudad de México Desde una conferencia en México, la expresidenta de Argentina reclamó que el régimen muestre las actas. Hubo poca convocatoria y la agenda se llenó con allegados a AMLODe concretarse la ruptura con este último, «Venezuela estaría más aislada en un continente cada vez más crítico con sus excesos retóricos y represivos y la sistemática violación de los derechos humanos», escribe esta semana en ‘Clarín’ el analista del Real Instituto Elcano Carlos Malamud, para quien la actitud chavista «de enfrentar abiertamente a todo gobierno regional que no comulgue con sus intereses ha reducido considerablemente cualquier iniciativa de integración regional».Lo que sí ha conseguido la crisis política abierta por el chavismo es la solidaridad entre gobiernos a priori muy alejados. Así Brasil asumió la custodia de la Embajada argentina en Caracas –en la que estaban refugiados seis opositores venezolanos– tras la expulsión de los diplomáticos argentinos.Tras reclamar las actas el expresidente argentino Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner también ha escenificado ese alejamiento de la izquierda hacia Maduro. «Le pido, no solo por el pueblo venezolano, la oposición o la democracia, sino por el propio legado de Hugo Chávez que publiquen las actas», expresó la exmandataria argentina desde México esta semana. A esa reclamación de las actas se ha sumado, desde Uruguay, el Frente Amplio, agrupación izquierdista que gobernó durante 15 años con Tabaré Vázquez y José Mujica, además de criticar la detención de políticos y la violación de las libertades. Mientras que desde Guatemala, el socialdemócrata Bernardo Arévalo rechazó «las acciones de Maduro para perpetuarse en el poder».Nueva ola migratoriaPara algunos analistas, la razón por la que viejos aliados del chavismo ahora están cuestionando su proceso electoral y buscando una solución dialogada –Colombia, Brasil y México– sería evitar una nueva ola migratoria de venezolanos . Antes de los comicios, la encuestadora ORC Consultores proyectó que el 18% de los venezolanos estaría dispuesto a migrar en un plazo de seis meses si Maduro conservaba el poder. Esta posibilidad ha provocado que tras las elecciones del 28 de julio varios países, entre ellos Panamá, Perú, Ecuador y Chile, anunciaran su intención de reforzar las fronteras para frenar otro éxodo de venezolanos. La propia María Corina Machado advertía este jueves, en una entrevista con un medio mexicano, sobre este aspecto: «Si Maduro opta por quedarse por la fuerza, solo podemos estar viendo una ola migratoria como nunca antes: tres, cuatro, cinco millones de venezolanos en un lapso de tiempo muy corto», recoge Afp.
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