Los vecinos del condominio Recanto Florido, en el pequeño municipio paulista de Vinhedo, aún están bajo el shock de haber visto tan de cerca la impresionante caída del avión de la empresa Voepapass, que se estrelló el viernes por la tarde y se incendió matando a las 62 personas que llevaba desde la ciudad de Cascavel, al aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo. La empresa Voepass actualizó el sábado de 61 a 62 el número de muertes al confirmar que había un pasajero más en el vuelo, que no estaba en la lista por una falla en el check-in.El avión se estrelló y se incendió en el jardín de la casa de Aline Lima, que aún se recupera del impacto de haber sobrevivido a esa tragedia, junto a su familia. «Estoy en estado de shock», declaró Aline, que estaba en casa cuando el avión cayó. En una entrevista colectiva al dejar su casa para dormir en otro lugar, su marido, Luiz Augusto de Oliveira, contó que por el ruido pensaron que fuera un helicóptero. «Estábamos en el garaje de mi casa cuando vimos la aeronave ya explotando», relató Luiz que también informó sobre los daños en su residencia. «Causó muchos daños, pero gracias a Dios, teniendo en cuenta todo lo que pasó, fue lo de menos. Tengo que darle gracias a Dios, incluso por la forma en que se estrelló el avión», contó. Otra vecina al accidente, Renata Mezzanati, describió el pánico que vivió con su hija. «Era alrededor de las 13.25 y llamé a mi hija para que viera por la ventana de dónde venía ese ruido tan fuerte y, poco después, cuando volvimos a mirar, vimos que el avión se arremolinaba encima de nuestra casa antes de estrellarse justo a nuestro lado», relata.Noticia Relacionada Accidente de avión sin supervivientes estandar No «Perdí mi vuelo y salvé la vida»: diez personas esquivan la muerte en Brasil por un error en el aeropuerto Verónica Goyzueta | Corresponsal en Sao Paulo Bajas temperaturas y condiciones climáticas adversas se barajan como principal hipótesis del accidente. Un piloto con la misma ruta horas antes avisó de formación de hielo inusualEn diferentes entrevistas los vecinos contaron la impresionante caída de la aeronave que cayó verticalmente y en movimiento espiral hasta caer, explotar e incendiarse. La mayoría de los relatos describen la sensación de haber visto «un avión de papel».Esa sensación está siendo analizada por especialistas y reforzando la hipótesis del accidente por las malas condiciones meteorológicas. El tiempo frío puede haber acumulado hielo sobre el fuselaje y generado la pérdida de control. El descenso acelerado y en círculos, entrando en barrena vertical puede ser el indicio de un «stall», un término en inglés usado en la aviación para referirse al momento en que la aeronave pierde sustentación aerodinámica. Según el portal especializado, Eflyacademy, esa condición no estaría relacionada con el motor, sino con la forma en que el aire fluye sobre las alas del avión. Los relatos de los supervivientes que escaparon de subirse a ese avión también van apareciendo en los medios, como la de los pasajeros que no embarcaron por un error en las informaciones del vuelo y ahora le agradecen a los empleados que les impidieron volver a casa el viernes. El gerente Edypo Ribeiro, de 28 años, es otro de esos que no sabe explicar el milagro de haber cambiado de idea un día antes, después de haber planeado ese viaje por tres semanas. Ribeiro no viajó, pero perdió a su mejor amiga, la farmacéutica Eliane Andrade Freire, de 45 años. Eliane, que vivía en la misma calle prefirió viajar para ver a sus padres y a su hija de 13 años, que viven en São Paulo. «Ella estaba muy, muy feliz. Las cosas en el trabajo iban bien, su hija se iba a vivir con ella e iba a conseguir comprarle una casa a su madre», contó el amigo que se siente bendecido.El gerente Edypo Ribeiro, de 28 años, no sabe explicar el milagro de haber cambiado de idea un día antes, después de haber planeado ese viaje por tres semanasLas historias de los que no sobrevivieron también están siendo contadas. La abogada Laiana Vasatta, de 32 años, era influenciadora digital en redes sociales, donde aconsejaba pasajeros con problemas con las compañías aéreas, como la venta de más billetes que el número de plazas disponibles (overbooking), retrasos y vuelos cancelados o pérdida de equipaje. Como abogada, trabajó en al menos 90 casos contra compañías aéreas nacionales e internacionales, según informó el portal UOL. Su marido, el empresario Fabio Bigolin, viajó en un vuelo anterior.Otra de las tantas historias tristes es la del joven piloto, Danilo Santos Romano, que con solo 35 años y era el capitán del avión turbohélice, un especialista en vuelos en aviones modelo ATR-72. «Como capitán del ATR72, soy responsable de la seguridad de los pasajeros, la carga y la tripulación, así como del mantenimiento de la aeronavegabilidad de la aeronave para ofrecer un vuelo seguro, eficiente y económico. Me apasiona la aviación y me comprometo a ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes y socios», afirmaba en su currículum en el portal Linkedin. Reconocido por la empresa y sus colegas como un excelente aviador y una persona siempre sonriente, fue homenajeado por los representantes de la empresa, así como los otros tres tripulantes. El viernes, un piloto y un copiloto de la empresa pidieron no volar y fueron sustituidos, con apoyo psicológico, según la compañía. Impacto mundialEl avión, que transportaba 58 pasajeros y cuatro tripulantes, se estrelló en una zona residencial, cerca de una autopista. Vinhedo, a 90 kilómetros del destino final de ese vuelo, el aeropuerto de Guarulhos, nunca pasó por una tragedia de impacto mundial y con apenas dos hoteles, no tiene infraestructura para recibir ni a la prensa ni a las familias que quieren saber de sus familiares. El alcalde, Dario Pacheco, que es médico, contó que fue al lugar del accidente pensando que podría ayudar a las víctimas. «Llegué al lugar y lo vi, soy médico, vine a trabajar, a ayudar. Pero cuando llegué y vi el mundo de llamas y el riesgo de explosión, no pudimos llegar bien al lugar, sólo nos alejamos 20 metros (del accidente)», dijo en entrevista a Globo News.El gobierno del estado de São Paulo asumió la responsabilidad por el apoyo a los familiares de las víctimas y transfirió la operación para São Paulo, la capital paulista, para recibir los cuerpos en el Instituto Médico Legal de la ciudad, que tiene una de las mejores infraestructuras del país. Los familiares de las víctimas están siendo recibidos en un hotel cercano al aeropuerto de Guarulhos, donde reciben informaciones y apoyo médico y psicológico.Se trata del accidente con mayor número de víctimas en suelo brasileño desde el accidente del avión de TAM en São Paulo, el 17 de junio de 2007, en el que murieron 199 personasSe trata del accidente con mayor número de víctimas en suelo brasileño desde el accidente del avión de TAM en São Paulo, el 17 de junio de 2007, en el que murieron 199 personas, según la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). La última gran tragedia aeronáutica traumática para los brasileños ocurrió hace quince años, el 1º de junio de 2009, cuando un Airbus A330 de Air France, en una ruta Río de Janeiro – París, desapareció en el Atlántico, dejando 228 muertos.
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