Después de adquirir Credit Suisse , UBS, el primer banco suizo con diferencia, se ha encontrado con una cartera de activos adicionales -en muchos casos no deseados- por un valor aproximado de 100.000 millones de dólares (unos 91.500 millones de euros) en la que necesita poner orden cuanto antes. La encargada de esa operación de limpieza es la española Beatriz Martín Jiménez (1973), que llegó a la banca de inversión en 2012, de la mano del italiano Andrea Orcel, y que se ha ganado la confianza del banco suizo hasta el punto de liderar ahora el desagüe de esos miles de millones de capital para un crecimiento futuro. Al mando de las mayores operaciones, se ha convertido en la mujer más poderosa de la banca suiza y tiene posibilidades de terminar al frente de la mayor entidad del país helvético.Martín trabaja la mayor parte del tiempo en Londres , donde vive con su marido y su hija. Precisamente el diario de la City, ‘Financial Times’, cita fuentes cercanas a la compañía al informar que sus directivos están pensando en alguien para sustituir a medio plazo al actual CEO, Sergio Ermotti , y menciona a la española. De vuelta en UBS para dirigir la absorción de Credit Suisse, Ermotti podría estar recibiendo ahora llamadas para pasar a la vida política activa en Suiza y necesitaría en ese caso un relevo de confianza en unos tres años.Activos estratégicosLa actual supervisora de la unidad de activos estratégicos parece haber hecho méritos suficientes y da el perfil para la sucesión . Ese es, de hecho, solo uno de sus cargos en el banco. Pasa mucho tiempo en Zurich, Nueva York y Asia porque ejerce de directora ejecutiva en Gran Bretaña, preside la región Emea (Europa, Oriente Medio, África) y es responsable de la sostenibilidad y su impacto dentro del grupo. Además ocupa un puesto en el consejo de administración del único gran banco suizo y dirige desde el año pasado el departamento Non-Core and Legacy (NCL).Noticia Relacionada estandar Si Radiografía de la debacle: así fue la fuga de depósitos que tumbó Credit Suisse Rosalía Sánchez El informe del primer trimestre del más prestigioso de los bancos suizos supone una impactante fotografía del desastre: sufrió una reducción masiva de fondos por valor de 68.300 millones en dos díasEs seguramente esta última responsabilidad la que ha puesto a Beatriz Martín Jiménez en el foco de los analistas financieros. Hasta el pasado mes de enero, solo Ermotti, junto con los dos codirectores de gestión global de activos, Iqbal Khan y Rob Karofsky, y la jefa suiza Sabine Keller-Busse, configuraban la cara visible de UBS. Pero bajo el liderazgo de la española, NCL ha pasado a ser un poderoso punto de atención. No sólo emplea a 2.000 personas, sino que ha contribuido significativamente a unos resultados consolidados mejores de lo esperado .Buenos resultadosLos activos ponderados por riesgo del área NCL se redujeron en 16.000 millones de dólares, hasta los 58.000 millones y los costes se redujeron en un 26% hasta los 800 millones de dólares, mientras que se generaron ingresos de 1.000 millones a través de enajenaciones aceleradas de activos. La reducción de los activos ponderados por riesgo en 6.000 millones en apenas unos meses ha demostrado una capacidad ejecutiva destacable por su decisión y su agilidad. «Se trata simplemente de activos que no consideramos estratégicos para el futuro a largo plazo de UBS», explicó Martín en una entrevista reciente en el diario suizo NZZ. En los ámbitos de la gestión global de activos, la banca privada y corporativa y la banca de inversión, el equipo creado para el desagüe de ese patrimonio sobrante ha tenido que decidir qué empresas se quieren vender y cuáles conviene conservar bajo control del banco.Cada una de las decisiones ha pasado por su despacho , en el que se han seleccionado y derivado a ventas los negocios que UBS no consideraba relevantes para su futuro. Una de las operaciones más emblemáticas ha sido la venta a la sociedad de inversión Apollo de una cartera de 8.000 millones de dólares. La fusión de las empresas matrices UBS AG y Credit Suisse AG, que se completó a finales de mayo, ha supuesto también un hito importante en la trayectoria de Beatriz Martín.La paradoja es que, cuanto más rápido y más eficientemente trabaje su departamento, antes se quedará sin trabajo. Alrededor del 95% de la unidad está formada por antiguos empleados de Credit Suisse de los que Beatriz Martín se ha hecho cargo. La transferencia de áreas comerciales enteras no solo transfirió activos, sino también todo el aparato de personas jurídicas, sistemas informáticos y departamentos asociados que respalda la actividad de la banca de inversión.La reducción de la cartera heredada de Credit Suisse significa que Martín deberá reorientar su actividad hacia UBS , a la que llegó en 2012, cuando Andrea Orcel saltó a Suiza desde el banco norteamericano Merrill Lynch y se llevó con él a algunos ejecutivos del banco americano, entre los que estaban los españoles Javier Oficialdegui y Javier Martínez-Piqueras. Para completar ese equipo, fichó a Juan Luis Pérez y a Beatriz Martín Jiménez, procedentes de Morgan Stanley . El primer destino de Beatriz Martín fue el de jefa de gabinete de Orcel, desde donde participó en la reestructuración de los negocios en banca de inversión hasta asumir la dirección global de operaciones de esta división y del negocio en Reino Unido. Una de las más difíciles misiones que ha cumplido hasta ahora ha sido la de liderar el plan de contingencia ante el Brexit , que también superó con nota. La clave de su éxito, en sus propias palabras, es la «comunicación abierta y regular», que significa formular claramente sus expectativas desde el principio. Y UBS parece dispuesto a extender su estilo de liderazgo hacia la matriz.
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