La nueva etapa política en Cataluña con Salvador Illa como presidente de la Generalitat comenzó este lunes con la toma de posesión de sus nuevos consejeros, un protocolo no exento de gestos y señales. El exministro, como ya confirmó durante la sesión de investidura en el Parlament, prometió que su Ejecutivo «gobernará para todos» y que esa «es la auténtica inquietud y obsesión» que tiene a partir de ahora, una declaración de intenciones no ajena a gestos y maneras gratas a oídos del nacionalismo.En este sentido, la toma de posesión de este lunes, como la del propio ‘president’ el sábado, fue reflejo del no fácil juego de equilibrios en el que va a tener que moverse el nuevo Ejecutivo: entre la promesa de pasar página tras los años perdidos del ‘procés’ y la realidad de que el cambio sólo ha sido posible gracias al acuerdo con ERC , que condiciona la propia composición del Govern, su programa y hasta sus maneras. Estas últimas no contenidas en las 25 páginas del pacto, pero sí significativas. Por ejemplo, la normal, hasta ahora, utilización del castellano por parte de Illa incluso en sesiones del Parlament ha dado paso al monolingüismo: en catalán fueron todas sus intervenciones en la sesión de investidura y en la misma lengua los actos posteriores. El equilibrio entre el Illa que participaba con normalidad en los actos de Sociedad Civil Catalana y es señalado como parte del PSC más «españolista» -según denuncia el independentismo- da paso, al menos por ahora, a un ‘president’ que no emplea el castellano y enfatiza la «nación catalana» dentro de la España «plurinacional».Noticia Relacionada estandar No Albert Dalmau dejará el Ayuntamiento de Barcelona para ser el nuevo consejero de Presidencia con Illa Daniel Tercero Este sábado toma posesión del cargo el nuevo presidente autonómico con la intención de celebrar la primera reunión del nuevo Govern el próximo martesEn este sentido, reivindicó la creación de la Consejería de Política Lingüística, algo forzado por Esquerra. «No es la defensa de la lengua catalana un ataque contra nadie, es la defensa de la columna vertebral de la nación catalana», subrayó en el mismo acto en el que tomaba posesión de este departamento Francesc Xavier Vila, que antes había ocupado la misma responsabilidad en el Gobierno de ERC , aunque entonces como secretario.La incorporación de otros cargos ajenos al PSC confirma esta voluntad de ocupar espacios más allá del coto socialista y de agradar al independentismo, no tanto se diría a los comunes, que cuestionan su carácter «conservador». Sería el caso del nuevo titular de Empresa, Miquel Sàmper, consejero de Interior con Quim Torra entre 2020 y 2021, que abandonó Junts por la «brecha ideológica» abierta. Sàmper, que ha recibido críticas severas de Junts, pedía poder «marchar en paz».ERC, en la sombraOtra figura del nuevo Ejecutivo ajena al PSC es la de Ramon Espadaler, consejero de Justicia y Calidad Democrática, un nombramiento adelantado el domingo por ABC. Procedente de la extinta Unió Democràtica, responde a la cuota de «humanismo cristiano» que, junto a la socialdemócrata, Illa, católico, quiere imprimir a su Gobierno, dijo. El nombramiento de Espadaler, colaborador en la sección de Opinión de ABC Cataluña, fue saludado por la exministra Irene Montero , quien en X calificó al nuevo consejero de «antiabortista, tránsfugo y antifeminista». Los nuevos consejeros, nueve mujeres, siete hombres, optaron por la fórmula del ‘Sí, prometo’ al asumir el cargo. Lo más complicado viene a partir de ahora. Una nueva etapa para Cataluña , pero con Esquerra aún en la sombra.
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