«No es lo mismo salir de Europa por el balcón que por la puerta». Con la claridad que todos los que le han tratado le reconocen, en 2013 el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, ya alertaba de los riesgos de un ‘procés’ entonces en sus inicios. Más de una década después, Duch tomaba posesión como nuevo consejero de Unión Europea y Acción Exterior del Ejecutivo de Salvador Illa, una responsabilidad clave para lograr uno de los propósitos del nuevo Govern, recuperar el prestigio y el reconocimiento de la Generalitat en el exterior. Tras doce años en los que el independentismo convirtió los ‘foreign affairs’ catalanes en una carpeta tóxica en Bruselas, la pretensión de la nueva consejería de Duch es precisamente revertir una situación que solo en la última etapa con Meritxell Serret (ERC), había empezado a suavizarse, aunque de manera muy tímida, al levantarse el veto de las reuniones entre representantes de la Generalitat con altos cargos europeos. La primera misión de Duch, sostienen fuentes conocedoras, será sin duda la de organizar un viaje de Illa a Bruselas para reunirse con la presidente de la comisión, Ursula von der Leyen, y oficializar el regreso de Cataluña a Europa. A favor de la tarea «normalizadora» de Duch, el hecho de que en Bruselas, y en todo el mundo, el conflicto catalán pierde fuelle: el ‘performer’ Carles Puigdemont está pendiente de la aplicación de la ley de amnistía, y ya sin ‘blindaje’ tras no repetir como eurodiputado, se agota en parte el recorrido judicial de su caso a la espera de la sentencia del TJUE, prevista para el 26 de septiembre, sobre la retirada de su inmunidad .Noticias Relacionadas estandar Si El dictamen de un experto policial «En la fuga de Puigdemont o hubo incompetencia o connivencia de Mossos» I. Pereira estandar No Puente acusa al Supremo de «extralimitarse» por no aplicar la ley de Amnistía a Puigdemont ABCEl perfil de Duch es conocido, y es por ello que los digitales independentistas, y este mismo lunes Junts, censuraban su nombramiento por considerarlo un «peón del españolismo» que siempre combatió el ‘procés’ desde Bruselas, una carta de presentación que no incomoda a quien en los últimos años, ciertamente, ha sido muy claro en sus posicionamientos, primero como portavoz y desde 2017 también como director general de Comunicación del Europarlamento , puesto clave en el que ha construido una agenda ahora determinante. Amigo personal de Salvador Illa, Duch y su labor como consejero estarán marcadas por este punto de partida -su perfil personal y la encomienda que el presidente le ha hecho-, pero también por el hecho de que no solo el mantenimiento, sino el reforzamiento de la acción exterior catalana es una de las condiciones de ERC dentro del pacto de investidura alcanzado con el PSC. Más embajadasEn este sentido, fuentes políticas sostienen que en lo incluido en el acuerdo entre socialistas y republicanos no hay nada que el PSC no habría incorporado en su acción de gobierno, y que reforzar la política exterior es compatible con la lealtad al Estado. Para ello Duch contará con nuevos instrumentos. Así, uno de los puntos más sensibles del acuerdo de investidura sostiene que «se culminará la creación del Cuerpo de Acción Exterior y se establecerá un plan de implementación de sus funcionarios y funcionarias en todos los departamentos », o lo que es lo mismo, el nuevo Govern creará un «cuerpo diplomático» propio. Ninguna sorpresa para un PSC que ya había dado luz verde a esta iniciativa en diciembre de 2023, mucho antes de que la legislatura acabase de forma precipitada, al apoyar la modificación de la Ley 16/2014 de acción exterior, y que el acuerdo para investir a Illa fija como referente de la consejería. Como apunta la citada reforma de la ley, se trata de crear un nuevo cuerpo de funcionarios que tendrá, entre sus funciones, «el mantenimiento de las relaciones con gobiernos y sus representantes».Además del cuerpo diplomático propio, el acuerdo PSC-ERC obliga a «consolidar y ampliar la red de delegaciones actual», con especial atención a América Latina y Asia, y reforzar la acción exterior en el continente africano. El propósito pues es ampliar una red de 21 «embajadas» en expansión, que contaban en el pasado ejercicio con una partida de unos 15 millones de euros, pero que habrían sido 19 si se llegan a aprobar los presupuestos pactados entre ERC y el PSC que al final acabaron tumbando los comunes precipitando el adelanto electoral. Igualmente, el pacto de investidura insta a reforzar la presencia de la Generalitat en más formaciones de los Consejos de la Unión y grupos de trabajo donde Cataluña tenga «competencias o intereses específicos» , así como en organismos y agencias internacionales como la ONU, Unesco, OMS, Europol, ONU Mujeres, ONU Habitat, Unwra, FAO, OCDE o UPM, entre otros.
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