Eran las 23:16 horas del 15 de agosto de 1977. En el Radio Observatorio de la Universidad de Ohio, un radiotelescopio conocido popularmente como Big Ear, todo estaba en calma. Pero justo en ese momento, y durante 72 interminables segundos, llegó del espacio una señal de radio de origen desconocido. Procedía de algún lugar de la zona oriental de la constelación de Sagitario y alcanzó una intensidad 30 veces superior a la del simple ruido de fondo. Nadie, nunca, había visto nada igual.Según el protocolo vigente, la señal no se grabó, pero sí que fue registrada por una computadora, que la imprimió en papel. Nadie se dio cuenta de ello hasta varios días después, cuando Jerry Ehman, que trabajaba como voluntario, revisó los registros y la descubrió. Impresionado, escribió en el margen del papel una palabra, ‘Wow!’ , y desde entonces ese fue el nombre de la señal de radio más intensa, y famosa, nunca detectada por un radiotelescopio.Han pasado casi cincuenta años, y varias generaciones de científicos han tratado, sin demasiado éxito, de averiguar el origen de Wow!. ¿Qué pudo producir una señal de radio tan intensa y tan larga? Las soluciones aportadas hasta el momento abarcan desde un mensaje intencionado enviado por alguna civilización extraterrestre, a una simple interferencia de tecnología humana cercana al telescopio.Una nueva hipótesisAhora, un equipo de investigadores dirigidos por el astrobiólogo Abel Méndez, de la Universidad de Puerto Rico, acaba de sugerir una nueva hipótesis: se trató de un potente destello láser, y de origen inconfundiblemente natural. En concreto, Wow! fue el producto de la interacción entre una nube de hidrógeno y una estrella de neutrones, el denso núcleo que queda de una estrella muy masiva después de haber estallado como supernova.En un estudio que ya puede consultarse en el servidor de prepublicaciones arXiv , Méndez y sus colegas sostienen que, si se dan ciertas circunstancias, un objeto de este tipo es perfectamente capaz de emitir una señal como Wow!. El artículo está ahora siendo revisado por pares, paso previo a su publicación en una revista científica, pero sus conclusiones se basan en la reciente detección de varias señales similares, aunque más débiles.«Nuestras últimas observaciones -dice Méndez-, realizadas entre febrero y mayo de 2020, han revelado señales de banda estrecha similares cerca de la línea de hidrógeno, aunque menos intensas que las de la señal Wow». La señal captada en 1977, en efecto, fue un destello extremadamente poderoso de ondas de radio cerca de la línea de hidrógeno de 1420 MHz, la longitud de onda emitida por el hidrógeno cuando cambia su orientación de espín.Dada su enorme abundancia (el hidrógeno da cuenta de cerca del 99% de toda la materia ordinaria del Universo) algunos científicos creen que la luz en esta frecuencia podría servir como un punto de referencia fácilmente reconocible en el espectro electromagnético, algo que una hipotética civilización extraterrestre tecnológicamente avanzada podría utilizar para señalar su presencia.Una señal sin mensajeSin embargo, y aunque el famoso pulso de radio de hace medio siglo fuera realmente una señal artificial, lo cierto es que no contenía ninguna modulación que pudiera decodificarse. Es decir, que no había ningún mensaje oculto. Wow!, por otra parte, no se movió durante los 72 segundos que duró, lo que a priori descarta que viniera de un satélite cercano, y tampoco se repitió en la forma que podríamos esperar de una transmisión deliberada. Es más, muchos objetos naturales emiten ondas de radio con una longitud de onda de 1420 Mhz, por lo que, si bien no podemos descartar de forma concluyente a los extraterrestres, no parece probable que sean ellos los responsables de Wow!.Lo cual nos deja con una señal que se produjo por causas naturales. ¿Pero cuáles exactamente? Eso es justo lo que Méndez y su equipo han tratado de averiguar.Cuatro señales parecidasEn concreto, los investigadores buscaron en los archivos otras emisiones de ondas de radio de banda estrecha similares en frecuencia a Wow!. Y encontraron cuatro registros que merecían ser investigados con más calma, procedentes de las proximidades de una pequeña enana roja llamada Estrella de Teegarden, a sólo 12,5 años luz de distancia. Aunque más débiles, las señales se parecían lo bastante a Wow! como para proporcionar pistas sobre la forma en que pudo producirse.Según el estudio, las señales procedentes de la estrella Teegarden están asociadas a nubes interestelares de hidrógeno frío. Lo cual apunta a un mecanismo potencial para Wow!: una poderosa llamarada de radiación que viaja a través de una nube de hidrógeno frío, estimulando el gas para producir un fuerte pulso cercano a los 1420 MHz. El producto final sería un láser de microondas, un ‘máser’ astrofísico natural, que entregaría una intensa concentración de luz de banda estrecha en la línea del hidrógeno y que, desde lejos, se vería exactamente igual que la señal Wow!.Las señales de Teegarden, sin embargo, son mucho menos potentes y duraderas que Wow!, pero los investigadores dicen que es muy poco probable que una enana roja, sea capaz de producir una llamarada lo suficientemente potente como para provocar un destello de emisión tan fuerte como el de 1977. Aunque hay otros objetos cósmicos que sí podrían, como las estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente potentes, conocidas como magnetares.Estos ‘cadáveres estelares’, en efecto, pueden estallar en llamaradas tan poderosas que podemos detectarlas incluso a medio Universo de distancia, y se cree que son responsables de las misteriosas señales conocidas como «ráfagas de radio rápidas» (FRB por sus siglas en inglés).La explicación es plausible, aunque necesita de una concatenación de objetos y acontecimientos que no se da todos los días. Y más raro aún es que, aunque todo cuadre y Wow! se produjera exactamente de esa forma, la señal resultante apuntó directamente en nuestra dirección. Aunque su rareza, por otra parte, sí que explica por qué solo la hemos visto una vez.MÁS INFORMACIÓN noticia No Sobrevuelo histórico La misión Juice se impulsó con ayuda de la Tierra, ‘rozando’ la Luna noticia No Igual que sucede en la Tierra, muchos exoplanetas podrían tener hasta 80 veces más agua en su interior que en la superficie«Nuestra hipótesis -escriben los investigadores en su artículo- explica todas las características observadas en Wow!, introduce otra fuente de falsos positivos en las búsquedas de firmas tecnológicas y sugiere que esta señal representó la primera llamarada de máser astronómica registrada en la línea de hidrógeno».
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