El comisionista Víctor de Aldama ha declarado este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que el exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García recibían dinero de su parte y que tras la compra millonaria de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión (a quien el Gobierno asignó contratos por 53 millones de euros) en la que él intermedió, pretendían quedarse con el 50% de sus beneficios. De las comisiones que obtuvo les habría pagado, siempre según su relato, 250.000 euros a Ábalos y 100.000 a Koldo, en efectivo, mediante entregas que se hacían en sus oficinas o en la propia sede ministerial. Él llevó dinero al ministerio personalmente, conforme ha asegurado. Aldama comparecía ante el juez a petición propia para tirar de la manta en busca de allanar su situación, pues se encuentra en prisión provisional por otra causa ligada a esta y en el caso Koldo se le imputan delitos graves como organización criminal o blanqueo de capitales. Tras detallar su relación con ambos e involucrar a miembros del Gobierno que sostienen desde hace tiempo que no le conocían de nada, en asuntos como el Delcygate , se ha centrado en Ábalos y el negocio de mascarillas, objeto de la investigación. Según ha afirmado, en sus apuntes contables «Globblins» era Koldo García y «Gran», era Ábalos, contra lo que interpretan los informes de la Guardia Civil, que les identifican al revés. Y les requerían cantidades más elevadas de dinero, lo que motivó que tuviesen una bronca en la que él llegó a decir: «no soy el Banco de España».Fue Koldo, según su declaración, quien le pidió que buscase una casa en el sur y la comprase a su nombre para el disfrute del ministro, afirmó en referencia a la vivienda de La Alcaida (Cádiz) de la que Ábalos habría disfrutado, según los informes de la Guardia Civil. Él se negó porque no quería exponerse y la compra se hizo a través de un tercero, el empresario Claudio Rivas vinculado a De Aldama. Buscó así a una sociedad que se hizo cargo y les puso en contacto. «Para qué iba a poner mi nombre si ya les daba dinero», justificó Aldama ante el juez, el fiscal y su abogado. Ya a preguntas del representante de Anticorrupción, ha intentado afinar las cuentas y ha calculado que sin contar las mascarillas, habría entregado más de 400.000 euros al ministro y otros 200.000 «y pico» a Koldo García, todo en metálico y excluyendo otros gastos que, asegura, afrontó, como la casa de la novia de Ábalos cuyo alquiler se sufragaba, un tratamiento médico para la mujer del asesor o la moto, que dice, le compró. «Eso no entra», ha apostillado, de acuerdo a las fuentes consultadas por ABC.
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