El paquete fiscal del Gobierno pendía de un hilo hasta cuatro horas antes de que se abordase su votación en el Congreso de los Diputados, una vez comenzado ya el pleno de ayer. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, fue la segunda en intervenir en un debate donde evitó anticipar cuál sería el voto de su partido, además de echar en cara al PSOE que hubiera cerrado un pacto con Junts para retirar el impuesto a las multinacionales energéticas. «Les pido que rectifiquen. Si quieren los votos de Podemos, tiene que haber un impuesto a las grandes energéticas», advirtió a modo de órdago a la bancada azul y en especial a Félix Bolaños. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes ha sido el encargado de pilotar las negociaciones con su partido. Apenas unos segundos después, a las 12.53 horas y nada más bajarse Belarra de la tribuna, la formación anunció a través de un comunicado que había cerrado un acuerdo ‘in extremis’ con los socialistas. Ambas formaciones se comprometen a impulsar una ley para mantener el impuesto a las energéticas, que será compatible con no gravar a las compañías que se comprometan a invertir en descarbonización, en línea con lo pactado entre Junts y Hacienda. Para ello, explicaron, se constituirá una comisión negociadora en la que participarán, además de PSOE y Podemos, todas aquellas fuerzas cuyos votos consiguió ayer atar el Ejecutivo (Sumar, Junts, PNV, ERC, Bildu, BNG y Coalición Canaria).El 31 de diciembre es la fecha máxima que barajan para sacar adelante la norma, algo que de facto es imposible porque el Senado, con mayoría absoluta del PP, puede bloquearla dos meses. Si no hay consenso, el Ejecutivo se compromete a aprobar un real decreto ley para prorrogar un año el gravamen a las energéticas. El mismo que ya pactó el lunes con ERC, Bildu y BNG tras una sesión maratoniana en la Comisión de Hacienda. «Una vez más, es solo Podemos quien aguanta la presión mediática para defender lo que es justo», celebró Belarra.Compromiso «por escrito»Belarra adelantó ya ayer a primera hora de la mañana, en una entrevista en el programa ‘La Hora de la 1’ de TVE, que «todavía» no había acuerdo porque los contactos mantenidos con Bolaños a lo largo del miércoles no habían servido para que el Ejecutivo atara los apoyos de Podemos al paquete fiscal, que se sometió ayer a votación después de que todas las fuerzas políticas fijasen posición respecto al dictamen del lunes y las enmiendas. Ambos diputados mantuvieron un primer encuentro anteayer en la Cámara Baja para tratar de acercar posturas, sin éxito, en el que también estuvo presente la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, según informaron fuentes parlamentarias a ABC.Noticia Relacionada estandar Si Podemos salva el paquete fiscal tras un acuerdo de última hora con el PSOE Patricia Romero Los socialistas se comprometen con los morados a impulsar una proposición de ley que contenga el impuesto a las energéticasPodemos exigía a La Moncloa un compromiso «por escrito» de que el impuesto a las energéticas saldrá adelante, además de un porcentaje mínimo de recaudación para evitar que las bonificaciones para las multinacionales que inviertan en descarbonización lo conviertan en algo meramente simbólico. Algo que, según Belarra, lograron arrancarle ayer: «E.l Gobierno ha hablado con todos los grupos», dijo, a la vez que reconoció que «no va a ser una negociación fácil».Sea ley o decreto la aprobación del impuesto a las energéticas dependerá de los aliados de derechas de Sánchez. El Ejecutivo ‘confía’ en el diálogo. Pero la realidad es que ni Junts ni PNV se comprometen a respaldar este gravamen. «Nadie ha hablado con el PNV. Cuando se cree esa comisión, el PNV verá cuál es la posición que fija», trasladaron los de Andoni Ortuzar en el Congreso. Los neoconvergentes, por su parte, afearon la «demagogia» de un tributo que creen que afectaría a Cataluña: «Que nos expliquen cómo lo harán», señaló su portavoz parlamentaria, Míriam Nogueras.Una larga nocheEl Gobierno tenía fe en convencer a la formación morada de que, al menos, se podía situar en la abstención, ya que el sentido del voto de los cuatro diputados de Podemos era clave dada la compleja aritmética parlamentaria que afronta el Ejecutivo de Sánchez. Finalmente, los socialistas lograron impulsar la reforma fiscal con el apoyo de hasta ocho grupos parlamentarios, a los que se sumó Podemos a última hora a pesar de llevar, desde principios de semana, afirmando que estaban «más cerca del ‘no’ que de la abstención».Podemos asegura tener garantías del PSOE «por escrito», pero ni Junts ni PNV se comprometen a apoyar el gravamen a las energéticas«Han sido necesarias muchas horas de trabajo», declaró la ministra Montero a los medios una vez salió a la luz el pacto. Tantas que se produjeron, al menos, cuatro llamadas telefónicas y dos reuniones entre Bolaños y Belarra para cerrar un pacto en aras a sacarlo adelante antes de final de año. Los diputados se telefonearon en varias ocasiones cerca de la medianoche del miércoles al jueves (a las 23.00 y a las 00.00 horas), pero también a primerísima hora de la mañana (a las 07.00 y a las 08.00 horas), según ha podido saber ABC. Una «larga noche» de negociaciones para desbloquear una reforma atascada desde hace semanas y que sirve como primera piedra de los presupuestos.Jaime GarcíaAdemás del encuentro del miércoles, el ministro y la líder morada se reunieron ayer pocos minutos antes de las 11.00 horas en la zona de Gobierno del Congreso, un área reservada a los miembros del Ejecutivo. De ahí, Belarra salió directa a la tribuna no sin antes ofrecer declaraciones ante los medios en los pasillos de la Cámara Baja. «El Gobierno sabe cuál es la condición de Podemos: tiene que haber impuesto pactado por todos los grupos. Y ahora está en juego que no haya ninguno. No estamos en condiciones de anunciar ningún acuerdo», mantuvo la secretaria general de los morados, quien además pidió «discreción», cerca de las 12.20 horas, esto es, a falta de media hora para el anuncio de su acuerdo con el PSOE..
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