«He jugado 537 partidos con la selección española y ¿cómo se valoran esos 20 años de servicio? Que no te valoren ese tiempo ni como trabajo ni como año cotizado, ni nada… Pues no sé. Yo hice un esfuerzo por este país. Y grande. ¿Qué tengo que hacer para poder cobrar una pensión el día de mañana? ¿Cuántos años necesito yo para tener una pensión digna? ¿Cómo voy a conseguir los 30 años que me quedan, si estuve 20 en la selección española? Por lo menos, que me reconozcan que trabajé. No pido más », se queja Rafa Pascual, el mejor jugador que ha dado el voleibol y referente mundial hasta su retirada, en 2011.Noticias Relacionadas estandar Si Pedro Rocha, KO a las elecciones de la RFEF; empieza el baile con Gerardo González y Álvaro de Miguel José Carlos Carabias e Isabel Vega estandar Si dopaje Campeones para atajar el dopaje: «Creemos saber por dónde van los tramposos» José Carlos CarabiasUna queja respaldada por un nutrido grupo de deportistas y atletas de alto nivel que tras su retirada han comprobado con estupor que su vida laboral no les alcanzaba para optar a una jubilación digna. Protesta que ha llegado al Pleno del Congreso de los Diputados , que ha aprobado la creación de una Subcomisión del Estatuto del Deportista para abordar este problema. Esta decisión parlamentaria es un compromiso que adquirieron los partidos políticos y asociaciones de deportistas cuando se aprobó la nueva Ley del Deporte, con el objetivo de que se regulen cuestiones como la protección de la salud, el seguro del deportista, la fiscalidad, la igualdad y los derechos de imagen.Se trata de que no se repita el caso de algunos deportistas obligados a malvivir . «Hay deportistas de altísimo nivel que no tienen ni un solo día cotizado en la Seguridad Social. Por ejemplo, José Luis Navarro Martínez, campeón de España, profesional desde 1985 y ganador de la clasificación de la montaña del Giro de Italia no tiene ni un día cotizado de aquel periodo. Otros ciclistas como Pablo Moreno y Paco Albelda tuvieron que trabajar como camioneros, o Antón Renard como calderero. Muchos montaron tiendas de bicicletas con sus ahorros. A los que les fue bien pudieron cotizar como autónomos. Además, si ahora no van a cobrar el 100% de la jubilación, van a quedar en una situación muy delicada», ilustra José Rodríguez, exciclista olímpico en Seúl 1988.El apoyo del CSDPreocupados por esta situación, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Unión General de Trabajadores (UGT) organizaron una jornada en el Congreso de los Diputados para juntar a las partes implicadas y tratar de encontrar puntos de consenso, así como promover la reflexión acerca de la protección de los deportistas, especialmente en materia de cotizaciones y jubilación. «Un país grande es el que reconoce a los que le representan», afirmó en su discurso José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD. « Hay que reconocer la carrera del deportista y permitir que tenga plenos derechos y, en este caso, cotizaciones a la Seguridad Social que le permitan encarar el resto de su vida sin ningún problema al final de su carrera. Cuando uno es joven no piensa en esto, pero la jubilación llega», añadía Pepe Álvarez, secretario general de UGT.Deportistas de élite, de alto rendimiento, como Almudena Cid, Fernando Romay, Lola Fernández Ochoa, Amaya Valdemoro, Álvaro Martín, Sara Hurtado, Jennifer Pareja, Dori Ruano, Rafa Pascual, Perico Delgado, Gemma Mengual, Gervasio Deferr y Diego García lideran esta batalla para tratar de que se regule la situación laboral de los deportistas, maltratados por un vacío legal. «Ni éramos ni podíamos ser profesionales, aunque sí jugábamos en una liga profesional. Tributábamos, pero no podíamos cotizar. Nuestro epígrafe era el de artistas y toreros, no había ni epígrafe propio», lamenta el exjugador de baloncesto Fernando Romay . «En aquel momento nos daba igual porque estábamos inmersos en nuestra labor como deportistas y lo que queríamos era jugar la mayor cantidad de competiciones posibles. Pedimos que los años tributados, de alguna manera u otra, se cuenten como cotizados, porque eso nos permitiría tener el 100% de lo que hayamos cotizado en los últimos años, que son los que cuentan. Yo empecé en 1979 y me retiré en 1995. Los años ya no me dan». Hay que recordar que actualmente se exigen 15 años para tener derecho a cobrar pensión de jubilación y para calcular su cuantía se tienen en cuenta los últimos 25 años cotizados, exigiéndose 36,6 años cotizados para cobrar el 100% de la pensión a la que se tiene derecho.Almudena Cid , exgimnasta olímpica y actriz, denuncia la desprotección de los atletas que comienzan tan pronto su actividad. «Muchos deportistas empezamos siendo menores de edad y dejando nuestro núcleo familiar, en mi caso fueron los 400 kilómetros que hay de Vitoria a Madrid, para rendir al servicio de unas federaciones. Hay compañeras campeonas olímpicas y del mundo menores de edad que no tienen ningún año cotizado en la gimnasia», avisa. Y se queja: «El esfuerzo de las medallas no consta en ningún sitio, tenemos una Federación que no revierte nada de lo que damos nosotras. ¿Tenemos que esperar que el club nos dé algo cuando estamos permitiendo que exista con nuestras cuotas? Es inviable. Hay deportistas alargando su carrera para poder seguir cobrando la beca, que es de lo que viven. Y a la retirada se une que no tenemos una prestación por desempleo. Vivimos en el abandono absoluto. Solo pedimos que se cuantifique al menos nuestro esfuerzo y que aparezca en nuestro historial de vida laboral».Trabas de la Seguridad SocialNo obstante, y pesar de las quejas y argumentaciones de los deportistas, hay una ley que es para todos igual y que se encarga de recordar la Seguridad Social, reacia a conceder prestaciones si no se ha cotizado anteriormente. « La gente quiere estar en la Seguridad Social cuando llega el momento de necesidad . Antes no nos damos cuenta. Todos queremos beneficiarnos del sistema. Siempre pongo un ejemplo: si yo quiero formar parte de un club social tengo que llamar a la puerta y decir que quiero entrar y para eso me tengo que dar de alta y contribuir con una cuota, algo que me pedirá este club social. Cuando haga eso me beneficiaré de las instalaciones, servicios, etc… Esto es lo mismo», explica Nicole Marco Schulke, vocal asesora del gabinete del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. «Hay deportistas que viven de esto. Es una profesión y, si es una profesión, debemos contribuir al sistema. El IRPF y las cotizaciones son dos cosas completamente diferentes y no tienen nada que ver», añade. Sin embargo, reconoce que «el deporte de alto nivel es de interés para el Estado porque sirve para fomentar el deporte, porque cumple con una función representativa de Estado en las competiciones oficiales internacionales y la generalización ha demostrado que los deportistas de alto nivel están centrados y focalizados en la práctica deportiva y cuando esta concluye se encuentran con un vacío».Una argumentación que topa con el pensamiento de los deportistas y atletas. «Hay desinformación por parte de las federaciones», asegura Álvaro Martín, atleta olímpico. Premisa a la que se suma Romay: «No es que no quisiéramos cotizar. No queremos escaparnos de nuestras obligaciones. Es más, debemos ser ejemplo para que todos quieran cotizar».Ahora la pelota está sobre el tejado del Parlamento ante la responsabilidad del poder legislativo a la hora de dar respuestas. Una subcomisión compuesta por 15 miembros de las diferentes fuerzas políticas será la encargada de redactar un informe técnico y elevarlo al Gobierno. «Para los socialistas es una prioridad promover la práctica del deporte como fuente de salud y bienestar, pero a nadie se le escapa que el deporte es una profesión y, en consecuencia, garantizar los derechos laborales de los deportistas forma parte de nuestros ejes esenciales de acción política. En esta legislatura tenemos que ser capaces de alumbrar un Estatuto del Deportista que contribuya a conquistar derechos y dar a los deportistas de ayer y a los de hoy algo más de esperanza», asegura Amador Marqués, portavoz de Deportes del Grupo Socialista.Constituida recientemente, la Subcomisión deberá realizar el estudio correspondiente a lo tratado y aprobar el informe en un plazo de seis meses.
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