Resulta sorprendente, pero la realidad es que desde hace tiempo el mundialmente famoso chovinismo (exaltación desmesurada de lo nacional) francés tiene una excepción, también de corte mundial. Se llama Kylian Mbappé , es considerado el mejor futbolista del mundo y, lejos de alabarle y presumir de él, en su país son muchos los que le esperan para atizarle cualquier día y por cualquier motivo.La penúltima crítica tiene su origen en el Stade Malherbe Caen , club de la Segunda división gala cuya mayoría de acciones (80%) fue recientemente adquirida por el delantero del Real Madrid . Es probable que Mbappé ni siquiera se haya enterado de lo ocurrido, pero lo cierto es que en la nación vecina los titulares relativos a esta noticia destacan el hecho de que Kylian sea el dueño de dicho equipo.Sucede que este sábado se disputan los encuentros de la octava ronda de la Copa de Francia . Uno de ellos lo juegan el citado SM Caen y el Union Sportive Bolbec , un modesto club de la 6ª división. Las eliminatorias son a un solo partido, pero el campo del US Bolbec no reúne las condiciones exigidas por la Federación para albergar una cita copera que ha levantado mucha expectación, fundamentalmente porque el rival es propiedad de Mbappé.En un primer momento, los dirigentes del conjunto de Bolbec —municipio de la Alta Normandía situado 100 kilómetros al norte de Caen— pensaron que lo mejor era hablar con el rival y solicitarles que el partido se celebrara en su propio estadio, el Michel d’Ornano , con capacidad para 20.000 espectadores. Consideraban que aunque oficialmente el Caen hubiera tenido que ejercer de visitante, le favorecía el no tener que desplazarse y el hecho de jugar donde lo hace habitualmente. Se equivocaron.«Nos enviaron un presupuesto según el cual teníamos que pagarles 84.000 euros para tener a nuestra disposición su estadio —desvela Kevin Beaufils , presidente del Bolbec, en el diario ‘Paris-Normandie’— Es una suma exorbitante para un club pequeño como el nuestro, más aún cuando ni siquiera teníamos la certeza de poder cubrir nuestros gastos. Lo considero lamentable ».«El fútbol, normalmente, es solidaridad. En la ronda anterior, dejamos nuestra parte de los ingresos a la Maladrerie de Caen (otro equipo humilde), sabiendo que al habernos clasificado recibiríamos una bonificación de la Federación. Sin duda, Caen podría habernos ofrecido una fórmula que satisfaría a todos, sobre todo teniendo en cuenta que podrían haber jugado en su campo».Como no fue así, los directivos del US Bolbec han tenido que buscar una solución. La han hallado en Pavilly , pueblo distante 50 kilómetros del suyo, cuyo modesto estadio, el Lucien-Lecuyer , tiene 1.700 asientos.
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