BBVA afronta los meses más duros de su opa sobre Banco Sabadell a la espera del veredicto final de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) . La institución dirigida por Cani Fernández ha decidido alargar su análisis a fase dos dando entrada a muchos actores ajenos al proceso para que puedan pronunciarse. Y en este escenario, la entidad vasca está decidida a echar el resto para convencer al supervisor de que los compromisos que ha ofrecido frente a posibles problemas de competencia en la operación son suficientes. La CNMC hizo pública hace escasos días la nota sucinta de su análisis en fase uno y la decisión de abrir una fase dos más profunda. Un comunicado que primeramente se entendió como duro contra la opa de BBVA por posibles problemas de concentración y competencia, pero de cuyo detalle se desprende que en realidad lo que hace es dejar los riesgos apreciados en el aire, según fuentes financieras. Esa nota está sustentada en un informe muy extenso, de más de 120 páginas, lo que en teoría debería facilitar y aligerar el proceso en la fase dos, según fuentes conocedoras.Noticia Relacionada estandar Si Competencia advierte de riesgos para particulares y pymes por la opa de BBVA sobre el Sabadell Daniel Caballero La CNMC hace públicos los compromisos del banco vasco para el caso de que triunfe la operación y duda de que sean efectivos para paliar los «problemas identificados»La intención del banco vasco es que la operación se apruebe de forma rápida y sin más compromiso s, pero, en todo caso, la entidad está abierta al diálogo. «El banco continuará colaborando estrechamente» , dijo BBVA, al tiempo que añadía que había ofrecido ya unas medidas «sin precedentes» para solventar los problemas de competencia que pueda generar la desaparición del Sabadell.Test de mercadoEn la primera fase, la CNMC ya realizó un test de mercado en el que intervinieron bastantes actores del sector financiero para transmitir su opinión, a requerimiento de Competencia. Entre ellos los principales bancos españoles, también entidades medianas, neobancos, patronales y asociaciones de consumidores, según ha podido saber ABC. A estos se les enviaron algunas preguntas sobre la importancia de la atención presencial en sucursales, exclusión financiera, competencia en los mercados de particulares y pymes y riesgos en el crédito y las condiciones bancarias. Las respuestas resultaron ser muy diferentes, tal como ha comprobado este periódico, lo que ha impedido a Competencia, en parte, pronunciarse con rotundidad. De ahí que en varios puntos del informe hagan referencia a que falta información o a que no pueden llegar a conclusiones rotundas.Competencia critica parte de la información remitida por el Sabadell al basarse en la absorción del quebrado Banco PopularEn esta primera fase, BBVA presentó sus compromisos para evitar los riesgos a los que hace referencia Competencia, como un empeoramiento de las condiciones para particulares y pymes, una reducción del crédito a pymes o de exclusión financiera. Pero el test de mercado inicial se realizó preguntando a esos terceros ajenos sin tener en cuenta los compromisos aportados. En la fase dos, más profunda, se volverá a preguntar a entidades, patronales y demás organizaciones por los riesgos de competencia de la operación, pero incluyendo ya los compromisos de BBVA. Es decir, se trata de averiguar más en detalle si esas medidas ofrecidas serían suficientes. Más allá de ello, en la nota sucinta se desliza un tirón de orejas a Banco Sabadell en la información que ha ido aportando al proceso en la primera fase. «Se observan algunas carencias en el modelo presentado por Sabadell, que cuantifica la posible reducción del crédito que pudiera resultar de la transacción», se limita a decir la nota. La crítica de la CNMC va dirigida a ciertas referencias que usa el banco catalán. El Sabadell recibe una crítica de Competencia en parte porque utiliza como referencia la absorción de Banco Popular por el Santander en 2017. Operaciones que difícilmente pueden compararse ya que el Popular acabó quebrando y siendo vendido por un euro, mientras que el Sabadell es un banco solvente, con liquidez y un negocio de pymes más potente. El banco apunta a la pérdida de financiación para las pymes que resultó de esa absorción, con la diferencia de que aquello fue una resolución de un banco y esto una opa a mercado.
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