El Gobierno habría prescindido del Ministerio de Asuntos Exteriores y puenteado al embajador de España en México para permitir que Víctor de Aldama, el comisionista del caso Koldo, organizara un viaje gubernamental a ese país en febrero de 2019 con el fin de conseguir que las empresas públicas españolas Renfe e Ineco dieran servicio durante tres años al proyecto del denominado Tren Maya. Un acuerdo que se materializó el 21 de diciembre de 2020 , según anunció el propio Gobierno en una nota de prensa.Durante su declaración ante el juez Ismael Moreno este jueves, Aldama afirmó que el embajador español en México en aquel momento, Juan López-Doriga, se molestó porque no entendió el motivo por el que el comisionista se ocupó de la agenda y la organización del viaje del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, a Ciudad de México y Oaxaca. Según la declaración del empresario en la Audiencia Nacional, en agosto de 2018, dos meses después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, Aldama tuvo su primer encuentro con Ábalos después de semanas hablando con su asesor, Koldo García. A éste le había puesto al tanto de sus contactos en México, donde era agregado comercial en Oaxaca y tenía buena relación con el gobernador, Alejandro Murat, así como con miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la presidencia del país hasta julio de ese año.Noticia Relacionada estandar Si El comisionista pone en jaque a Sánchez: «No se preocupe, tendrá pruebas» Isabel Vega Queda en libertad tras delatar mordidas al número 3 de Ferraz y al jefe de gabinete de la vicepresidenta MonteroAldama confirmó en sede judicial -como ya había expuesto la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en uno de sus informes- que él fue el encargado de desplegar incluso la seguridad para el ministro en aquel país.Cuando el Gobierno español tuvo conocimiento del proyecto del tren verde Maya y la oportunidad que podía ser para España, Ábalos pide a Koldo contactar con Aldama y pedirle ayuda. Fue la primera vez que el empresario habló con el ministro, según explicó. «Yo les contesto. Lo tenéis fácil. Hablad con el embajador que tenéis en México y que os diga de qué manera podéis llegar. La contestación de Koldo fue que ‘el embajador no es nuestro’ y nos va a poner todas las trabas posibles para llegar allí. No sé si quería decir que no era del PSOE, del partido, o que no comulgaba con ellos. No sé a qué se refería con que ‘no es de los nuestros’», afirmó Aldama ante el juez. «¿Entonces se prescindía del trámite oficial a través del Ministerio de Asuntos Exteriores o del embajador?», preguntó su abogado defensor, José Antonio Choclán. «De Asuntos Exteriores totalmente y del embajador, cuando yo empiezo a hacer la agenda, hablan con él, porque al final tienen que hablar con él para decir que el ministro va a llegar al país. Se molesta bastante, dice que no entiende cómo se ha hecho una agenda paralela y por qué no se le ha avisado de su llegada para poner un coche de la embajada a un ministro del Gobierno de España», añadió. El viaje se realizó finalmente el 4 de febrero de 2019 y La Moncloa le dio publicidad a través de su página web. «Ábalos se reúne con su homólogo mexicano para afianzar la presencia de empresas españolas en proyectos de infraestructura y transporte del país», lanzó en una nota en la que se hablaba de distintos proyectos del Gobierno mexicano de interés para las empresas del Grupo Fomento, entre ellos el Tren Maya.Felicitación del presidenteUn día antes de que la delegación pseudoficial, con Aldama como organizador, según su versión, partiera a México, tuvo lugar el encuentro «no fortuito» del empresario con el presidente, Pedro Sánchez, del que existe prueba documental. Una fotografía en la presentación de la candidatura de Pepu Hernández a la alcaldía de Madrid en el teatro La Latina el 3 de febrero de 2019.Según Aldama, él no fue a ese acto por iniciativa propia. «A mí me hacen ir Ábalos y Koldo porque el presidente quería verme y hablar conmigo», afirmó ante el juez. El encuentro, brevísimo, tuvo lugar, según su relato, «en un sitio reservado en el que solamente estamos el presidente, Koldo y yo. El presidente me dice ‘gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado’. Yo le dije ‘no tiene que darme las gracias’», afirmó en la declaración a la que la Fiscalía dio credibilidad suficiente como para apoyar su salida de prisión preventiva de otra causa, una relativa a un presunto fraude de hidrocarburos, porque se autoinculpó en dos nuevos delitos de cohecho. A pesar de que prescindieron de los trámites oficiales, el viaje, como demuestran las publicaciones que se hicieron aquellos días desde La Moncloa, no tenía carácter privado. Aldama justificó ante el juez la «oficialidad» del tour -durante el que dice que formó parte de la comitiva de Ábalos junto con su asesor, Koldo García, sus jefes de prensa y de gabinete y sus escoltas- en que «también iba la presidenta de Ineco, Carmen Librero, y el ministro tuvo reuniones con su homólogo en México, con el presidente del Senado y hubo reuniones para toda la tecnificación y estudio de lo que iba a ser el Tren Maya».La reunión del ministerioÉl fue, según sostuvo, quien gestionó los contactos entre los protagonistas de ambos países, facilitando al ministerio la gestión y el éxito de la firma del memorando. Se trató de la prueba de fuego con la que se ganó la confianza del Gobierno y vino a convertirse, como ya lo definen fuentes de la investigación, en «una especie de representante informal de España» en el exterior.El pasado día 15, el jefe de gabinete del exministro José Luis Ábalos, Ricardo Lorka Mar Ruipérez, situó a Aldama en un viaje de tres días a México: «No sé por qué estaba, lo reconozco, con un senador. Ignoro por qué estaba en esa reunión», afirmó, y también dijo que estuvo con él en una reunión del Ministerio de Transportes con el objeto de «hablar de la firma de un memorando y de todas las posibilidades para las empresas españolas», en particular de Ineco, Adif y Renfe, «que son punteras en todo el mundo», informa Iuri Pereira.
Leave a Reply