Una de las damnificadas de la declaración voluntaria del comisionista Víctor de Aldama ante el juez el pasado jueves fue la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El investigado dijo que estaba en la lista de invitados a una fiesta de bienvenida para la vicepresidenta chavista Delcy Rodríguez que se suspendió cuando se frustró su viaje a España en enero de 2020 y que le conocía «perfectamente» porque había mantenido reuniones «en varias ocasiones» con ella. A la primera, según su versión, «había ido con Ábalos y Koldo». Además, introdujo durante su relato en la ecuación a Begoña Gómez , la mujer del presidente del Gobierno, situándola en al menos un encuentro, enmarcándolo todo en la misma iniciativa destinada, según dijo, a la «España rural». El hilo conductor de esa referencia es un proyecto fallido de Globalia que comenzó a gestarse en 2020 y no llegó a cristalizar, bautizado como ‘Hola, pueblos’, de acuerdo a las fuentes consultadas por ABC. Diapositiva final de la presentación que elaboró Globalia, proyectó en un evento de la OMT y contaba a priori con apoyo del ministerio de Teresa Ribera ABCSintetizando, se trataba de comprar pueblos abandonados que estuviesen en venta a lo largo y ancho de la geografía española para levantar alojamientos turísticos diseñados pensando en un cliente premium que quisiera tener una experiencia inmersiva en la cultura local, desde la historia a la gastronomía o el folclore. En palabras de Aldama ante el juez, se iban a crear «pueblos temáticos» aprovechando «infraestructuras en desuso» y «con la condición» de impulsar el desarrollo de las «comarcas o sitios más cercanos».Noticia Relacionada estandar Si El comisionista, ante el juez: «Sánchez quería conocerme, me dio las gracias por lo que hacía» Isabel Vega El empresario investigado afirma que el presidente del Gobierno decidió que Koldo fuera asesor de ÁbalosLas fuentes consultadas por este diario matizan que el plan era buscar rincones que tuviesen algo de especial, ya fuese patrimonio histórico recuperable o algún signo distintivo, y en los que el impacto en términos de empleo y desarrollo pudiera notarse. Se enlistaron hasta 100 aldeas y poblacionespara comenzar a buscar ubicación. Pero una empresa turística a la vuelta de la pandemia y con varias de sus sociedades en venta, como era Globalia, no podía afrontar esa iniciativa personal del entonces CEO, Javier Hidalgo, «a pulmón».Apoyo públicoConforme apuntan las mencionadas fuentes, es en ese contexto donde se enmarca el papel que habría estado jugando Víctor de Aldama, ya en nómina de Globalia como asesor, con el Ministerio de Transición Ecológica que comanda aún Teresa Ribera. Se trataba de encontrar apoyo público al proyecto, ya fuese de manera directa o mediante sinergias con iniciativas para desarrollo rural que ya estaban en marcha. En paralelo, él y dos altos cargos de Globalia abrían posibilidades también de colaboraciones privadas y mecenas como Fundación Metrópoli, cuyo logotipo figuraría en la presentación de ‘Hola, Pueblos’, al lado del sello del Ministerio de Transición Ecológica que se elaboró en Globalia para presentar el proyecto.La nota discordante en la panorámica es Begoña Gómez. En aquel momento dirigía el África Center del Instituto de Empresa (IE), dedicado a la promoción del desarrollo en el continente vecino, lo que no tiene nada que ver con la España vaciada pero sí le había permitido establecer relaciones con Globalia. Hubo un preacuerdo para que Wakalua, el ‘hub’ tecnológico de turismo que creó la compañía y diseñó el empresario amigo suyo, Juan Carlos Barrabés, financiase ese departamento que dirigía, pero la pandemia lo frustró. La relación, con todo, estaba hecha y a golpe de eventos de innovación. Y, en este contexto, consta ya que se reunió en dos ocasiones con Javier Hidalgo en la sede de Globalia el 24 de junio de 2020 y el 16 de julio del mismo año. Uno de los encuentros habría versado sobre una ‘startup’ de productos de farmacia a domicilio que apadrinaban a la par Hidalgo y Aldama. El otro tendría en el centro el proyecto ‘Hola, Pueblos’, como ratificó el comisionista ante el juez. Las razones de que a Begoña Gómez se le presentasen ambas iniciativas no está clara, más allá de que la hemeroteca devuelve que la mujer del presidente había mostrado interés en el pasado por la problemática de la España rural, pero en su declaración, a la pregunta directa del letrado de si ella «intervino» en reuniones con Teresa Ribera «para este proyecto», Aldama respondió que «en una por lo menos, sí», en la que él no estuvo.El proyecto no llegó a materializarse, aunque la idea fue presentada en un evento de la Organización Mundial del Turismo que se celebró en septiembre de 2020 en Georgia, el país del que Aldama era cónsul honorario en Zamora. Se proyectaron una serie de imágenes que resumían la iniciativa, según fuentes presentes en aquel evento al que asistía el comisionista en calidad de «consejero» de Globalia, contando ya con futuros partners para apoyarlo entre los que se barajaba el propio Ministerio de Transición Ecológica, lo que podría dar explicación a las reuniones de las que Aldama habló ante el juez. Cabe recordar que Begoña Gómez se ha sumado a la ofensiva judicial que ha emprendido el PSOE para conseguir en los tribunales que este empresario, a quien señalan por calumnias, se retracte de lo declarado en sede judicial, si bien sólo la mencionó al referirse a las reuniones sobre ese proyecto en particular, sin ningún matiz que apuntase a la comisión de algún hecho delictivo. La mujer del presidente ya está siendo investigada en un juzgado de Madrid por corrupción en los negocios privados, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo profesional, en el contexto del «despegue» que experimentó su carrera desde que su marido accedió a La Moncloa. En cuanto a Teresa Ribera, que es militante del PSOE y en breve será comisaria europea, no rubrica esa iniciativa que acusa a Aldama, quien se incriminó durante su exposición en dos delitos por los que no estaba investigado, de mentir ante el juez con fines políticos.
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