Vive en Arroyomolinos con su pareja y sus perros, conduce un Peugeot 408 y no suele dar muchas entrevistas. A Juan Cruz (Quilmes, 25 de abril de 2000) le gusta pasar inadvertido y tener una vida muy sencilla. Mitad argentino, mitad español, nació en Quilmes y se crió en Málaga capital y en el Rincón de la Victoria. Como futbolista, se formó en la cantera del equipo boquerón, el Betis lo dejó escapar y ha explotado esta temporada en el Leganés, en donde ya fue clave para ascender la pasada temporada. Hoy se mide por primera vez al Real Madrid: «Le habría dado el Balón de Oro a Vinicius. Desde luego que se lo merecía más que Rodri»».-¿Recuerda algo de su año y medio de vida en Quilmes?-Cynthia, mi madre, es de Catriel Río Negro, en el sur, en la Patagonia, y cuando estaba embarazada de mí se fue a Quilmes en busca de trabajo. Solo tenía 17 años. Luego, a los 18 meses de mi nacimiento, y con mi madre embarazada de mi hermano pequeño, volamos aquí a España, a Málaga, con una tía mía. Allí en Málaga ha trabajado cuidando ancianos y en un bar. Ahora lo hace en una finca familiar en Antequera.-¿Ella sola os ha criado a usted y a su hermano?-Mi madre es un ejemplo de madre y de mujer fuerte. Se lo debo todo. También ha sido un gran apoyo Jaime, al que yo considero mi padre. Es la pareja de mi madre, y la conoció ya aquí en España. A mi padre biológico no le conozco, se desentendió de todo.-¿Qué echa de menos de no vivir ya con su madre?-Aunque no se note mucho que soy de Argentina y mi acento es el que es (si se le escucha con los ojos cerrados, perfectamente se puede pensar que quién habla es Isco), nosotros tenemos costumbres argentinas y echo de menos compartir con ella mates y dulces de leche.-¿Qué diferencias ve entre argentinos y españoles?-Creo que los argentinos nos juntamos en mayor cantidad de personas. Una comida familiar de 30-40 personas es lo habitual allí y aquí no lo es tanto. Al menos de Madrid hacia arriba. Creo que los argentinos somos más familiares y de sangre más caliente. Se nota, sobre todo, en el fútbol.-¿Con qué país le gustaría jugar?-Yo me identifico más con el fútbol argentino y, también, mi familia estaría orgullosa de que vistiera la albiceleste. Por ahora, me tira más la selección argentina, pero he jugado en las inferiores con la selección española y sería una decisión difícil.-¿Su hermano también juega al fútbol?-No, no. Él decía que eso de jugar al fútbol en verano era para otro (risas). Trabaja de socorrista en unas instalaciones deportivas en Málaga.-¿Va mucho a Argentina?-Pues solo he ido dos veces en mi vida. Una con el Betis, para jugar un partido en Mendoza, y la otra vez fue cuando mi prima cumplió 15 años. Estuve un mes. Es verdad que a todos les conocía por videollamada y algunos habían venido a verme a España, pero también fue la primera vez que conocí en persona a gente de mi familia. La verdad que me vine llorando de allí. Me dio mucha pena, pero estamos siempre en permanente contacto. Sé que les va bien y que me siguen. Siempre que sale una noticia mía allí me la pasan y se juntan para ver mis partidos.-¿Qué hace cuándo no está jugando o entrenando?-Soy un chico sencillo. Vivo con mi chica, que es sevillana, y mis perros. Casa, cine o bolera. No hacemos mucho más. Me gusta la vida tranquila. También me he sacado dos de los tres cursos de entrenador y, ahora, estoy asistiendo a un curso de finanzas. Yo no soy de gastar dinero, pero es importante saber utilizarlo.-Comenzó a jugar en el Atlético Juval, con 8 años. ¿Quién dio ese paso?-Fue la madre de un compañero de clase, que quería que jugara con su hijo. De hecho, mi madre no quería que jugara al fútbol. Me decía que no se me iba a dar bien. Ahora, de vez en cuando se lo recuerdo y, claro, tiene que callarse (risas).-¿Cuándo pensó que comería de esto?-En el equipo de cadete del Málaga. Yo entré en su cantera con 10 años y ese equipo era espectacular. Ganamos casi todo y jugaba siempre. A partir de ahí es cuando me lo creí.-¿En quién se fijaba?En Messi, por supuesto, y en Neymar. Me encanta ese fútbol callejero brasileño.-¿Usted en Málaga ha jugado en la calle o en plazoletas?-Por supuesto. Un niño tiene que salir a la calle y dejarse de tanta Play. Yo jugaba con porterías hechas de botellas, papeles, palos o lo que fuese. A mí me sacan de quicio esos carteles de prohibido jugar a la pelota. No les hacía caso. Algún bollo en los coches he hecho.¿Qué le da la calle a un futbolista?-Sobre todo, el uno contra uno, que hoy se está perdiendo.-Acabó contrato con el Málaga en 2021 y de allí se marchó al Betis, pero no tuvo las oportunidades que esperaba y en enero de este año le cedieron al Leganés, con una opción de compra obligatoria de un millón de euros si ascendían. No parece la mejor operación.-Bueno, son decisiones que no dependen de mí. Lo que sí tenía claro es que necesitaba jugar y para eso tenía que salir de allí. Y aquí en el Leganés, que me lo está dando todo y siento la confianza, estoy demostrando de lo que soy capaz.-Cuatro goles en Liga, que han supuesto cinco puntos, más uno en Copa que sirvió para pasar de ronda. ¿Siente que en sus botas está la permanencia del equipo?-No, para nada. La permanencia es cosa de todos. Están saliendo bien las cosas y ojalá que siga así, pero la permanencia la lograremos en equipo.-¿Qué argentino del Madrid le ha gustado más?-Hombre, Di Stéfano, claro. También Di María, que para mí es uno de los mejores extremos de la historia. Ha sido infravalorado, pero ahí está su palmarés. Hace poco vi su documental y me siento muy identificado con su vida, sus orígenes humildes, lo que hizo su madre por él… Le llevaba a entrenar como podía, que es lo que hizo también la mía.-¿Qué hacía?-Mi madre se iba a trabajar en moto y cuando salía iba directamente al colegio para recogernos a mi hermano y a mí, pero claro no cabíamos los tres en la moto. Nunca me voy a olvidar de esos trayectos del colegio a casa, de más de una hora, en la que los tres íbamos arrastrando y empujando la moto por cuestas interminables hasta nuestra casa, que estaba cerca del Martín Carpena. Y, después, me llevaba a mí a entrenar.-¿Le hubiera dado el Balón de Oro a Vinicius?-Sí, por supuesto. Desde luego que se lo merecía más que Rodri. Y así se lo digo a todo el que me dice lo contrario. Fue el mejor la pasada temporada. Marcó la diferencia en el Madrid, que hizo doblete. Entiendo su enfado por no haber ido a la Gala.
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