Broncano prometió que esta semana volvería a los chistes y las entrevistas, dejando pasar cualquier tipo de tensión después de la agitada semana pasada de acusaciones por parte de ‘La Revuelta’ al ‘Hormiguero’ por un «supuesto boicot» por la entrevista al piloto de Moto GP Jorge Martín. Y parece que le ha funcionado. El programa de David Broncano cosechó un 17,8% de cuota de pantalla según datos de Dos30′ y venció al programa de Motos, que logró un 15,4% de cuota. Aunque las expectativas por la respuesta del presentador a Broncano también afectaron a la audiencia y arrancó el programa con un 12,5% y terminó por encima del 19%. Aunque la polémica le vino bien al programa de Broncano tras marcar un resultado por encima de la media que suele tener, ‘El Hormiguero’ también reunió a más publico que su media habitual, un total de 2.142.000 espectadores.Noticia Relacionada RTVE estandar Si La televisión pública va a la guerra contra Pablo Motos Fernando MuñozEl programa de Broncano arrancaba jactándose de la polémica del pasado jueves y trayendo a Rigoberta Bandini como invitada. La artista lo vaciló con lo ocurrió el día anterior. «Ya sabías que era broma. Además estoy vetada, no puedo ir», revelaba a bocajarro. El motivo no lo pudo contar, pues «ni siquiera lo sé». Simplemente una vez se lo sugirieron y dijeron que no. Mientras tanto, la expectativa crecía en Antena 3. «Voy a responder, pero lo haré más tarde», explicó Motos dando paso a Kira Miró y a Salva Reina. Mientras que Broncano continuaba con sus chistes y dio paso a un invitado que ya ha pasado en numerosas ocasiones por el programa, Raúl Cimas, la audiencia se iba congregando en ‘El Hormiguero’ para escuchar la respuesta de Motos a los ataques de Broncano. Y llegó el momento. «Quiero pedir perdón a la audiencia porque con la que esta cayendo en este país, con las confesiones de Aldama y todas las implicaciones del Gobierno, tener que hablar de la gestión de una entrevista me da reparo, pero necesito restablecer la verdad», afirmó Pablo Motos en un primer plano y con una seriedad inaudita. Sereno y contundente, el presentador explicó los hechos producidos durante el mes de octubre y noviembre sobre la gestión de la entrevista de Jorge Martín, algo que ya adelantó recientemente ABC. «He intentado evitar polémicas siempre, incluso cuando desde programas de la competencia se lanzan pullas camufladas de humor, pero que en realidad son ataques, y no me importa, lo aguanto, pero no puedo permitir que se ponga en cuestión el trabajo de ‘El Hormiguero’ y se digan cosas que no son», reconocía el presentador. Así, el presentador desmentía las palabras de Broncano durante el pasado jueves. «Dijeron que no grabaron la entrevista, pero sí que lo hicieron y lo ocultaron», indicó mientras ponía imágenes de todos los medios que habían dado la noticia durante el día siguiente de la polémica. «Se supo gracias a los medios independientes que desmintieron la versión. No estaría dando esta explicación de algo que pasa siempre si no se hubieran contado las cosas dando a entender cosas que no son». El presentador arremetió contra la televisión pública, una televisión «que pagamos todos». «RTVE estimó que este era uno de los tres temas más importantes que habían pasado en España ese día. No exagero. Un mero malentendido por un invitado fue convertido en una de las tres noticias principales del telediario ocupando minutos en casi todos los programas informativos de la televisión pública», respondía el presentador mientras que la audiencia del programa crecía por momentos.RTVE no ha tardado en responder a estas afirmaciones. La primera, Silvia Intxaurrondo, que dedicó ya unos minutos en su programa del pasado viernes a valorar junto con sus colaboradores el trabajo de Motos. «Así no, compañeros de ‘El Hormiguero’. Las llamadas no», respondía el pasado jueves la presentadora de ‘La hora de La 1’. Pero Motos también quiso hacer alusión a su trabajo. «Que se caigan los invitados de un programa es lo más normal en cualquier sitio y ahí está la destreza de un buen equipo para encontrar una forma de sacarlo decentemente», reconocía el presentador. «Nos cuesta creer que no hay otros intereses detrás de toda esta versión tergiversada de lo que ocurrió», reconocía el presentador, que achacó a la televisión pública una «mala praxis» por no ponerse en contacto con nadie de Atresmedia para contar con la otra versión de los hechos. «Lamento que esta vez alguien transforme un tema así en una cuestión de Estado».
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