El PSOE de Madrid se hunde en el desánimo sin un candidato claro

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El PSOE de Madrid es un partido roto y en ‘shock’ y la declaración de Juan Lobato en la Asamblea no ayudó a su recuperación, sino todo lo contrario. El desánimo cunde en las filas socialistas madrileñas, desde que ABC publicara el domingo por la noche la información sobre la maniobra de La Moncloa para implicar a Juan Lobato en el uso del documento confidencial sobre el novio de Ayuso para utilizarlo contra la presidenta madrileña de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Las explicaciones posteriores del secretario general de los socialistas madrileños sumieron a su partido en una completa confusión, que dio paso a la indignación al comprobar cómo reconocía que había acudido al notario para registrar una «conversación privada» con la jefa de gabinete de Óscar López en La Moncloa sobre el uso de la información de la pareja de Ayuso. El desaliento en el PSOE de Madrid es mayor aún cuando los socialistas piensan que llevan casi tres décadas sin gobernar en la Comunidad de Madrid y no dan con la fórmula para doblar el pulso al PP. A las puertas del congreso regional, ni siquiera está confirmada una candidatura alternativa para hacerse con las riendas del partido.Noticia Relacionada Exclusiva estandar Si Moncloa filtró el documento secreto del novio de Ayuso y trató de implicar a Lobato Javier Chicote La jefa de gabinete de Óscar López le envió la confesión de González Amador para que la sacara en la Asamblea. El líder del partido en Madrid se negó y él ha depositado los mensajes de ‘WhatsApp’ en una notaríaEn este ambiente, cuando el PSOE de Madrid ha anunciado hoy, a las ocho de la mañana, una declaración de Lobato una hora y media después, en el edificio de los grupos parlamentarios de la Asamblea, los rumores sobre una posible dimisión se dispararon. « Es muy posible que dimita , se le ha insistido desde entornos muy cercanos», comentaron fuentes próximas al secretario general de los socialistas madrileños, poco antes de que empezara la declaración.El «linchamiento»Durante todo el día anterior se habían intensificado las críticas internas por lo que algunos dirigentes, diputados y cargos consideraron que había sido una «traición» de Lobato a Ferraz y a La Moncloa. Nadie entendía que hubiera acudido al notario sin consultarlo con nadie, ni siquiera con la otra persona que participó en la conversación registrada en su whatsapp , Pilar Sánchez Acera. Algunos dirigentes dieron por hecho que Lobato no podría estar en Sevilla este próximo fin de semana, en el Congreso federal del PSOE, al frente de la delegación de socialistas madrileños y daban por hecho que se vería forzado a dimitir antes.El ambiente en la quinta planta del edificio de los grupos en la Asamblea, la reservada para el Grupo Socialista, era casi de funeral. Y la escenografía para la declaración de Lobato, sin preguntas permitidas a la prensa , no podía ser más deprimente: una pequeña mesa, con un micrófono y un vaso de agua, en la que se pegó un pequeño cartel del PSOE de Madrid. Detrás, una pared blanca, y las banderas, incluida la del Partido Socialista, en un rincón de la sala, fuera del tiro de cámara. Lobato llegó a la sala con gesto muy serio y pronunció su declaración sentado. Apenas duró tres minutos, suficientes para dejar claro que no se iba, para denunciar el «linchamiento» que estaba sufriendo por parte de su partido, advertir de que la ley está por encima de todos y apelar a los militantes, que son los que deben poner y quitar a los líderes de la formación política, con el sistema de primarias. «Si lo que se me dijo esa mañana, cuando se me mandó la documentación, era verdad, yo no veo cuál es el problema en acreditar el origen lícito de esa documentos, que eran los medios de comunicación, según se me dijo». Lobato, que el viernes está citado como testigo en el Tribunal Supremo por la filtración de los datos de Alberto González Amador, midió cada una de sus palabras, y apuntó a Ferraz y La Moncloa con advertencias veladas, pero muy claras: «Vista la reacción de algunos dirigentes de mi partido parece como, si de alguna manera dudaran sobre la veracidad de lo que se me dijo. Yo esto no lo contemplo, que fuera falso lo que se me dijo, que el origen de esa documentación eran los medios de comunicación, porque esto sería bastante grave», advirtió. «Tengo muy claro que la democracia y la ley están siempre por encima de los partidos políticos y de los dirigentes del PSOE, como exigimos a otros partidos». Lobato remarcó que «el PSOE no es una secta ni es una agencia de colocación de amigos a los que proteger. E s un partido de militantes y de referentes políticos ejemplares y lo va a seguir siendo».«Es un gran paso… hacia ninguna parte», sentenciaron fuentes socialistas tras la declaración de Lobato. «Juan se equivoca» , advirtieron.

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