El presidente de Dcoop, Antonio Luque, ha dejado caer hoy una bomba al asegurar que en España existe un fraude con el aceite de oliva, uno «que cometen muchas empresas» y que consiste en mezclarlo con orujo o girasol para abaratar el precio. Se trata de un hecho relevante por quién lo dice, pues Luque es presidente del que ya es el mayor productor mundial de ‘oro líquido’. «Sabemos quién lo está haciendo con nombres y apellidos», ha asegurado, añadiendo que son empresas muy conocidas pero de las que no puede dar el nombre porque carece de las pruebas, aunque matiza que los conocedores del sector no podrán hacerse los sorprendidos porque «lo sabe todo el mundo» , ha zanjado.Noticia Relacionada estandar No La falta de seguridad y los aranceles de Trump, problemas añadidos para el olivar Mariano Cebrián Las previsiones hablan de unas 140.000 toneladas de cara a la nueva campaña de la aceituna, que empieza ahora, con un crecimiento de entre el 24 y el 29% más que la anteriorComo evidencia de lo que ha afirmado, el presidente de Dcoop remite a los precios, que tan polémicos han sido en los dos últimos años. «La pasada campaña el refinado valía seis euros y el lampante siete», ha recordado Luque, cosa que según él va contra la lógica del mercado, pues el primero es en teoría más costoso de fabricar que el segundo, y solo podría explicarse por alguna clase de adulteramiento. Incluso, ha remarcado, el fraude se extendería a los aceites virgen extra , aunque en menor medida.Dcoop asegura que se han dirigido en infinitud de ocasiones a las administraciones, que según ellos han ignorado sus peticiones y se han limitado a remitirles a los controles que se hacen actualmente, que esta empresa considera insuficientes porque se basan en el sistema de catas, incapaz de localizar si un aceite ha sido adulterado.Por ello, reclaman a la Fiscalía que haga lo que no ha hecho en años, aseguran, e investigue a todas las empresas españolas, además de reformar las inspecciones para que rastreen todo el proceso de transformación.Como ya se ha avanzado, Luque afirma que el fraude es un secreto a voces en el sector. Incluso, menciona que hay una empresa de la distribución muy conocida que «paga el producto un 50% más caro que la competencia porque no quiere sustos». Igualmente, ha desvelado que el motivo principal que explica la ausencia de Dcoop en las patronales Asoliva y Anierac es la discrepancia en torno a qué hacer con el fraude y la tibieza de estas dos en su combate contra el mismo. La falta de obra hidráulica y su efecto en los preciosMás allá de la denuncia sobre las prácticas de la competencia, el otro gran tema del almuerzo informativo que ha ofrecido Dcoop han sido los precios. Luque se ha referido a la situación vivida en los dos últimos años -con precios rondando los ocho euros de media- como algo que «no podíamos imaginar», aunque destaca que a pesar de ello el consumo se ha mantenido: «hemos vendido toda la producción», ha zanjado. Y sobre el futuro cercano, que es lo verdaderamente importante, el presidente de Dcoop asegura que aunque no puede hacer predicciones, sus estimaciones apuntan a que hacia inicios de 2025 los precios se situarán en torno a los cinco euros o incluso por debajo, «si la climatología acompaña», avisa. Precisamente, y refiriéndose a la importancia de las lluvias en el sur de la Península, Luque ha aprovechado para denunciar lo que él considera una falta de iniciativa política por parte de las administraciones en lo que refiere a obra hidráulica (presas y pantanos) y ha asegurado que esa es, y no otra, la razón principal que explica la crisis de producción y de precios que se ha vivido, en un contexto de creciente desertización. «Las administraciones se tienen que hacer planteamientos a futuro», ha afirmado, recordando además la inversión en infraestructuras que se está llevando a cabo en países como Marruecos y el peligro que supone para la competitividad del agro español. Trump y los arancelesEn lo que refiere a la competitividad del campo español, los dos temas de mayor actualidad a esta hora son Trump y su promesa de imponer aranceles y la firma del tratado Mercosur, que tiene a los agricultores europeos en contra. Preguntado sobre esto, Luque ha asegurado que en todos los casos su premisa de partida es la misma: «a mí me preocupa lo que hagan los míos, Europa». Con esto, el directivo ha querido decir que a pesar de que la posición de su empresa es favorable a los mercados abiertos -más en un país como España, que es una potencia exportadora de productos del campo-, en casos en los que se produzca una amenaza de aranceles la Unión Europea debería responder de forma equivalente. La victoria de Trump preocupa al sector aceitero, pues hay que recordar que desde 2014 nuestro país es el principal exportador de aceite a los EE.UU. y actualmente ya supera por un margen del 20% en volumen de ventas a su eterno competidor, Italia.
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