Los policías afirman que las denunciantes de Rafa Mir sólo hablaron de tocamientos consentidos

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Los policías afirman que las denunciantes de Rafa Mir sólo hablaron de tocamientos consentidos

Novedades en la investigación contra el futbolista Rafa Mir por un presunto delito de agresión sexual . La magistrada del Juzgado de Instrucción número ocho de Lliria ha tomado declaración este miércoles a los cuatro agentes de la Policía Local de Bétera que acudieron el pasado domingo 1 de septiembre por la mañana a la casa del delantero del Valencia Club de Fútbol . Los indicativos se han reafirmado en su atestado inicial y han reiterado que no recibieron alerta alguna sobre un posible delito de índole carnal.Según ha podido saber ABC, los cuatro policías locales -tres agentes y un oficial- han sido «muy contundentes» al afirmar que la presunta víctima les manifestó que «había ido con Rafa al baño de modo voluntario », que este «le introdujo los dedos» y que «en un momento dado», ella «le dijo que parara» y «lo hizo de inmediato».De hecho, durante su declaración ante la jueza, los interrogados han argumentado que preguntaron hasta en tres ocasiones a la chica si los tocamientos fueron consentidos y que en todas ellas contestó que sí . Un argumento que contradice la versión de las acusaciones particulares, quienes aseguran que la joven fue víctima de una doble agresión sexual.MÁS INFORMACIÓN noticia No El capitán del Valencia critica con dureza a Rafa Mir: «Es una falta de respeto al club y a la afición que no se puede consentir»De acuerdo con su narración de los hechos, las denunciantes acudieron con Mir y un amigo a su domicilio después de una fiesta en una lujosa y popular discoteca de Valencia, pocas horas más tarde del choque de liga del 31 de agosto que enfrentó al conjunto ‘che’ y el Villarreal en Mestalla. El relato ofrecido por las jóvenes señala que la supuesta primera agresión sexual tuvo lugar en la piscina del chalé y la segunda en uno de los baños donde, según figura en el atestado de la Guardia Civil, la encerró y la agredió con acceso carnal. «Cerró la puerta, puso el pestillo para que no saliera y me penetró», se recoge en la declaración de la joven, «en shock», que «suplicó que la dejara salir porque venía su padre a por ella» y comenzó a «llorar».«La sentó encima del lavabo y le introdujo los dedos en la vagina sin quitarle la falda», según la versión plasmada negro sobre blanco en el informe de la Guardia Civil en relación al testimonio de las presuntas víctimas, quienes habrían sufrido «tocamientos por todo el cuerpo» por lo que «empujaron al jugador y lograron zafarse de él».«Diversas contradicciones»Así, este miércoles, dos meses después de las últimas diligencias practicadas por el juzgado en relación al caso mediático del futbolista murciano, las declaraciones de los policías locales apoyan la tesis exculpatoria de la defensa del jugador, que solicitó dichas comparecencias. De hecho, mantiene su defensor y proponente que existen «diversas contradicciones» entre las versiones de las dos chicas, así como entre sus declaraciones ante la Guardia Civil y ante la jueza, de ahí que finalmente «Rafa no fuera enviado a prisión preventiva».Durante esta jornada también está prevista las declaraciones del vecino que llamó a los vigilantes de seguridad de la urbanización, del padre de la denunciante y de un tercer hombre que se encontraba en la fiesta privada en la casa de Mir, pero que no fue requerido por la magistrada tras las declaraciones del futbolista y su amigo Pablo Jara, también acusado de un delito de agresión sexual sin acceso carnal.Rafa Mir fue detenido el pasado 2 de septiembre después de ser denunciado por un presunto delito de agresión sexual. Tras dos días en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Patraix y declarar ante la magistrada, fue puesto en libertad con medidas cautelares. Entre ellas, la retirada del pasaporte y la prohibición de salida del territorio naciona l. Además, le impuso una orden de alejamiento respecto a su víctima que le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros y comunicarse con ella. Pese a que la magistrada admitió el arraigo del deportista, con domicilio en la localidad valenciana de Bétera, estableció también comparecencias periódicas semanales en el Juzgado mientras se prolongue la instrucción del caso.

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