El Madrid reduce al Barça tras dos agónicas prórrogas y finiquita su maldición

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El Madrid reduce al Barça tras dos agónicas prórrogas y finiquita su maldición

El Real Madrid no había ganado ni un solo partido a domicilio en esta Euroliga, y qué mejor manera de finiquitar esa extraña maldición que en casa del eterno rival. Así se las gasta el equipo blanco, que parece necesitar de desafíos casi imposibles para sacar lo mejor de sí mismo. No fue un duelo brillante el segundo clásico de la campaña, pero sí muy emocionante y que necesitó de dos prórrogas para decidirse. Los azulgranas, gracias a un excelso Vesely , amagaron en varias ocasiones con la victoria, pero la fe de Campazzo, la superioridad física de Tavares y la fantástica actuación de Hezonja, tanto en ataque como en defensa, permitieron reducir a los locales. «Hemos demostrado que tenemos corazón», resumió Chus Mateo. Tavares quiso condicionar el duelo desde el inicio, largo el caboverdiano como en sus mejores días, incomodando a Punter, taponando a Parker. Interesante hacer del Madrid en el Palau, hermético en defensa y entregado en ataque a la improvisación de Rathan-Mayes , autor de dos triples en los primeros minutos. El Barça, en cambio, estaba mucho más oxidado, fallón en el lanzamiento y solo Vesely, con su disparo de media distancia, todo un clásico continental, conseguía herir a los blancos. Cuatro aciertos consecutivos del checo levantaron a los azulgranas. No estaba nada contento Peñarroya con las decisiones arbitrales. Por ejemplo, Fall fue sancionado con tres faltas personales en sus primeros 74 segundos sobre la pista, decisiones que caldearon en exceso al feudo catalán, incluso algún objeto lanzado desde la grada rozó a los colegiados. Fue ese ambiente opresivo el que hizo despegar a los locales, aupados por un Brizuela que adora los momentos calientes. El vasco sumó cinco puntos consecutivos y Núñez, con su magistral dirección, devolvió el liderato al Barça. Neto, debutante, solo tardó unos segundos en regalar su primera canasta a su nueva afición, un buen tiro de tres desde la esquina que coronó con una fantástica bandeja sobre Tavares. Sin embargo, el impacto del brasileño se desvaneció con la vuelta a pista de Campazzo y Tavares, los únicos dos hombres que dan sentido al juego del Real Madrid. Base y pívot formaron un aquelarre que indujo al Barça al cortocircuito, pero cuando más oscura era su noche, siempre aparecía Vesely para mantenerle a flote. Al descanso, los 12 puntos del checo permitieron que los locales venciesen por cuatro.Dominaba el Barça el rebote y el Madrid se desquiciaba por momentos, superado en el plano físico por los azulgranas. Los locales eran jabatos ansiosos por construir una amplia ventaja, planes ambiciosos que hubiesen llegado a buen puerto si no fuera por las genialidades de Hezonja , magnífico el croata con sus coreografías. El balcánico anotó los primeros 12 puntos de los blancos en el tercer cuarto, el Barça reculó y, tras un triple de Campazzo, la ventaja fue de nuevo visitante. Noticia Relacionada estandar Si Segundo caso de dopaje en la élite del tenis: un mes de sanción ‘light’ para la número 2 mundial JOSÉ CARLOS CARABIAS Después del positivo de Sinner sin castigo, la polaca asume una multa mínima por un adverso de trimetazidina, la misma sustancia que le costó cuatro años a la campeona de patinaje ValievaEl partido iba a rachas, a zarpazos, y de nuevo fue Brizuela el héroe azulgrana, el único que pudo minimizar el destrozo producido por Hezonja, culpable de que el Madrid ganase de dos al comienzo del último acto. El de San Sebastián lo hacía casi todo bien, transmitía mucha confianza a sus compañeros, pero el marcador solo quería igualdad y fricción. Parra le puso a Tavares un tapón inverosímil cuando el Madrid parecía despegar, acción que demostró que era tiempo de valientes, solo el más feroz se llevaría la victoria. Un espectacular triple de Punter escribió el enésimo empate de la noche. El ex del Partizan se hizo comandante y fue Vesely su sargento. Si el estadounidense fallaba, el checo convertía su error en noticias positivas para los locales, que vencían de cuatro cuando solo faltaba un minuto para el final. Tavares se inventó un dos más uno y, en la siguiente jugada, Hezonja y Parker se disputaron la posesión en un salto entre dos. El balón, que parecía una liebre, fue a parar a las manos de Punter, que provocó la falta de Musa. El norteamericano no falló desde la línea de tiros libres, necesitaba el Madrid un triple para igualar el electrónico. Campazzo, cuando amenazaba con los tres puntos, filtró un genial pase para Tavares, que redujo la diferencia a uno. Quedaban nueve segundos, sonaba el himno del Barça a capela en el Palau. Parker no falló desde la línea de personal y fue entonces cuando se obró la magia. Campazzo hizo creer que sería Hezonja el lanzador, pero aprovechó una ligera confusión de Anderson para igualar el duelo con un triple estratosférico. La prórroga fue inevitable. Tavares golpeó primero y Deck siguió su ejemplo. Satoransky no pudo más, se lesionó, y un choque entre Parker y Tavares hizo temblar los cimientos del estadio. Un tiro libre de Deck aumentó la ventaja blanca hasta los dos puntos, pero otro triple de Punter hizo un nuevo empate. Repitió el estadounidense, esta vez de dos, y Campazzo le devolvió la bofetada. Con la energía justa, ambos bandos fallaron y, así, llegó la segunda prórroga. Hezonja aguantaba él solo la defensa del Madrid y Tavares machacaba el aro azulgrana. Campazzo ejecutó un gran robo de balón y, ahora sí, los blancos tenían posibilidad de finiquitar la contienda. El base argentino aumentó a cinco la ventaja blanca y, en el escenario más improbable, el Madrid finiquitó su maldición.

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