Desde el lunes, Juan Lobato fue comprobando cómo perdía apoyos a raudales no solo en Ferraz, sino sobre todo en el PSOE de Madrid. Nadie entendía por qué había acudido al notario a llevar una «conversación privada» con una asesora de La Moncloa, Pilar Sánchez Acera , sobre un documento fiscal confidencial del novio de Ayuso. Nadie quería entenderlo tampoco. Ni mucho menos aceptar las insinuaciones que hizo el propio Lobato el martes en la Asamblea, cuando afirmó que confiaba en que no fuera falso que ese documento procediera de los medios de comunicación, porque las consecuencias, dijo, serían «bastante graves». Desde el principio de la semana, Lobato ha ido comprobando cómo se quedaba solo. Hasta su grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid le abandonó . «Estamos en shock», comentó un diputado socialista tras conocer la información de ABC y la reacción de Lobato, que el lunes se paseó por diferentes medios de comunicación sin explicar nada con claridad y confundiendo a todos en el partido. La estupefacción por lo que estaba ocurriendo llegó a su núcleo de máxima confianza en el partido madrileño y en el Grupo Socialista. Hasta el lunes a última hora le intentaron convencer para que no prolongara una situación que todos veían insostenible, con el congreso federal a la vuelta de la esquina y la declaración del propio Lobato en el Supremo como testigo el próximo viernes.Noticia Relacionada estandar Si Juan Lobato y su manual de resistencia contra las trincheras Mariano Calleja El hasta ahora líder de los socialistas da un paso al lado ante las presiones de su partido, que no le ha perdonado que acudiera al notario con la conversación sobre los datos confidenciales del novio de AyusoEl mismo martes a primera hora de la mañana, antes de que Lobato hiciera la declaración en la que rechazó dimitir y denunció el linchamiento que estaba recibiendo por parte de su partido, en su equipo más próximo veían «muy posible» que dimitiera. «Se le ha insistido desde entornos muy cercanos». Pero Lobato, en ese momento, no les atendió. Dirigentes muy próximos al ya ex secretario general del PSOE madrileño admitieron después que los ánimos estaban muy bajos tras escuchar a Lobato en la Asamblea. Fuentes de ese entorno muy cercano comentaron a ABC que le habían planteado la posibilidad de dar un paso al lado para volver con fuerza en el futuro. «Hemos planteado a Juan la posibilidad de dimitir y organizar una estrategia de cara a un futuro a medio o largo plazo». Algo que recuerda bastante a lo que hizo Pedro Sánchez en 2017.La ‘banda del Peugeot’Hace siete años, Sánchez se puso al volante de su Peugeot 407 para recorrer España y ganarse el apoyo de la militancia socialista, después de haber tenido que dimitir en octubre del año anterior forzado por su propio partido. En esa ‘banda del Peugeot’, como la bautizó el PP, también viajaban personajes que le eran totalmente fieles, como José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. Poco después, Sánchez logró ganar las primarias a Susana Díaz y todo lo que vino después ya es parte de la historia.Lobato escuchó con atención a sus colegas cuando le aconsejaron algo que sonaba bastante a la estrategia de Sánchez en el pasado. Sus compañeros más fieles le dijeron alto y claro que el rey estaba desnudo, para que reaccionara. El martes por la mañana se mantuvo en su puesto , pero ayer no pudo con la presión interna. En su carta de despedida como secretario general, eso sí, no cierra ninguna puerta a un regreso en el futuro. En esa misiva marca distancias con la política actual de su partido: «Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. Insisto: para mí la política es otra cosa». «Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene». Y asegura que su compromiso seguirá ligado al PSOE y que «en cada etapa futura que corresponda» asumirá su responsabilidad «para ayudar al partido».Guiño a los militantesEn su carta de dimisión no falta el guiño a los militantes, que son los que le dieron la victoria en las primarias de hace cuatro años y a los que debe el puesto, como siempre ha recordado. Ojo, es un agradecimiento a los militantes «de toda España», y no solo a los de Madrid. En ese mensaje a la militancia aprovecha, además, para subrayar cómo entiende él la política, tan alejada de la que practica su propio partido, según reconoce él mismo: «Quiero agradecer el inmenso apoyo que he recibido estos días de miles de militantes de toda España. Espero que mi decisión no suponga una decepción para vosotros/as. Para mí no lo es. Hemos conseguido que cristalice y sea identificable para la ciudadanía una opción de hacer política de otra manera. Con educación, respeto y propuestas para la gente».Lobato anuncia que ha tomado «la decisión de no continuar como secretario general del PSOE de Madrid». Pero no dice nada de una posible renuncia a su acta de diputado regional. ¿Por qué? En su entorno próximo dan una clave: porque también es senador, y lo es por designación autonómica. Si deja de ser diputado en la Asamblea, no podría seguir en la Cámara Alta. «Y le podría interesar mantenerse ahí, no perder presencia». Estas fuentes socialistas próximas a Lobato ratifican que no ha cerrado la puerta en absoluto a una posible vuelta en el futuro. No sería en estas primarias madrileñas, que están ya a la vuelta de la esquina. De hecho, si la nueva gestora ratifica los plazos, la presentación de candidaturas debería hacerse el 7 de diciembre y la primera votación de primarias sería el 11 de enero. Pero no descartan que tenga la vista puesta en lo que pueda pasar a partir de 2027, tanto en la Comunidad de Madrid como con el PSOE de Sánchez en toda España.
Leave a Reply