Un mes después de la devastadora y trágica DANA que afectó a más de setenta poblaciones de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha publicado este viernes un estudio preliminar sobre lo ocurrido el martes 29 de octubre y las fechas previas, cuando «un episodio extraordinario de precipitaciones» provocó la que puede ser «la mayor riada provocada por una DANA en el siglo XXI en nuestro país», según señala el propio informe.Con un carácter aséptico y técnico, la Aemet recoge la «evolución de la situación atmosférica que dio origen a este extraordinario evento», así como una «cronología de predicciones y avisos de fenómenos meteorológicos adversos emitidos por Aemet para las principales zonas afectadas». Esta minuciosa relación, que ocupa un tercio del informe, bien parece una respuesta a las insinuaciones del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que en su comparecencia ante ‘les Corts’ descargó buena parte de la responsabilidad en la Agencia Estatal de Meteorología y en la Confederación Hidrográfica del Júcar, dos organismos dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco).En cuanto a la justificación de las predicciones y avisos, también puestos en duda desde algunos sectores, la Aemet realiza una prolija cronología en la que se remonta al sábado 20 de octubre. Para esa fecha es cuando sitúa su primera predicción, en la que, «con elevada incertidumbre» según reconocen, afirmaban que «no se descartan precipitaciones intensas y abundantes en la fachada oriental». En los días sucesivos fueron especificando más la zona e incluso el volumen de precipitaciones.Noticias relacionadas estandar No La Generalitat y el Gobierno se enzarzan de nuevo sobre la hora a la que se avisó del peligro de la DANA David Maroto estandar Si El Ministerio de Ribera recibió una llamada de la CHJ para criticar al Cecopi, pero no para advertir sobre el barranco del Poyo José Ramón Navarro-ParejaEs el sábado 26 cuando se hace la primera referencia explícita al martes 29, «el día en que se esperan los mayores acumulados de todo el episodio». Sin embargo, la zona sigue siendo imprecisa, pues la nota informativa de aquel día habla de «el centro peninsular este, de la meseta sur e, incluso con mayores acumulados, a Alborán y Mediterráneo peninsular».El domingo 27 la Aemet emitió un «aviso especial» en el que ya hablaba de que para el martes «es probable que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 mm en 24 horas». El domingo y el lunes se renovó ese aviso especial, precisando más la zona pero siempre con la previsión de lluvias de forma local entre los 150 y los 180 mm entre 12 y 24 horas. Una cantidad muy alejada de la que después se daría en la zona que alimenta los caudales del Magro y el Poyo, donde se superarían los 325 litros por metro cuadrado.Es ya el mismo día 29 cuando la Aemet realiza varios avisos que elevan a nivel naranja o rojo el riesgo meteorológico. Para la zona de Alcaraz y Segura (Albacete), donde se produjeron las inundaciones de Letur, el nivel naranja se mantuvo durante todo el día. Sin embargo, en la provincia de Valencia los niveles fueron cambiando en función de la zona y las horas, de acuerdo a cómo evolucionaba la situación.Así, en la zona de Litoral norte, que incluye tanto Turís y Cheste, donde más llovió, como las poblaciones de la huerta de Valencia donde se produjeron los mayores daños personales y materiales, la alerta naranja se fijó a las 7:52 para lluvias de 40 a 140 mm. A las 9:41 se elevó el aviso hasta el nivel rojo, «esperándose acumulados de 90 y 180 mm en una y doce horas hasta las 18:00, hora a partir de la cual se rebajarían a los niveles de aviso amarillo». Fue la información que llevó a Mazón a publicar en X que la situación mejoraría a partir de esa hora, en un post que borraría más tarde.Sin embargo, a las 17:49 hubo una actualización que prolongaba los avisos rojos hasta las 20:00, que Mazón ya no pudo ver, pues se encontraba ilocalizable en la conocida comida en el restaurante El Ventorro, un lugar sin cobertura. A las 19:47 se prolongaba el aviso hasta las 22 horas. El problema es que en las poblaciones más cercanas a la costa y que sufrieron el desbordamiento del barranco del Poyo apenas llovió en todo el día (en Paiporta cayeron menos de 5 l/m²), por lo que la alerta roja por fuertes precipitaciones en vez de por inundaciones despistó a los vecinos y causó una incertidumbre que pudo ser mortal para algunos de ellos, que intentaron salvar sus coches de los garajes subterráneos o las pertenencias de sus bajos.Para la Aemet el nivel rojo implica que «el riesgo meteorológico es extremo (fenómenos meteorológicos no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto)» y según su web la recomendación para los ciudadanos es que tomen «medidas preventivas» y actúen «según las indicaciones de las autoridades». En este caso, solo se dieron a las 20:12 con el mensaje de EsAlert que también insistía en las «fuertes lluvias» y como medida preventiva planteaba evitar «cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia». Para entonces, la mayor parte de las poblaciones que atraviesa el barranco del Poyo ya estaban inundadas.La ambigüedad de estos mensajes, unida a que las previsiones de la Aemet hablaban de un máximo de 180 l/m² (en la última actualización de las 19:47 se elevó a 200), cuando se superaron los 350 en una amplia zona y se alcanzaron más de 600 en Chiva y 772 en Turís, ponen en duda la efectividad de las alertas que la agencia estatal lanzó el 29 de octubre y que se encarga de reseñar en su informe.Registros récord de precipitación El informe de la Aemet también recoge los registros de precipitación más destacados observados tanto por la red de estaciones del organismo como del SAIH de la Confederación Hidrográfica del Júcar, así como de otras redes de observación de organismos oficiales y de aficionados. De todas las mediciones destaca la de la estación de Turís (Valencia), que «con intensidades extraordinariamente altas» alcanzó ese día los nuevos récords de acumulados de la Aemet, en una, seis y doce horas. Así, el dato máximo de una hora, de 185 mm, triplica el valor de 60 mm utilizado para la definición de torrencialidad y es 26 mm superior al anterior récord, observado con anterioridad en Vinaroz (Castellón) el 19 de octubre de 2018. En lo que respecta a los valores de seis y doce horas (621 y 720 mm respectivamente), duplican los más extremos registrados en Alpandeire (Málaga) el 21 de octubre de 2018. En cuanto al acumulado en un día, la estación de Turís registró 772 l/m², cuando la media anual en la población es de 475 l/m².Es llamativo que el informe de la Aemet recoja los datos de pluviometría de Turís, con 772 l/m2, seguido de Utiel, con 243 l/m2, dos poblaciones que se encuentra en la cuenca del río Magro y no haga ninguna referencia a los pluviómetros instalados en las zonas que vierten sus aguas al barranco del Poyo, el que a la postre causaría la mayor parte de víctimas mortales y daños materiales. Por poner un ejemplo, en Chiva, donde arranca el barranco, se superaron los 600 l/m2 según otras mediciones. Aunque no está incluido en el informe, es especialmente significativo un mapa -difundido también este viernes en las redes sociales de Aemet Comunidad Valenciana- que relaciona la precipitación acumulada con los tres cauces que causaron problemas: el del río Magro, el del barranco del Poyo y el del Turia (que no llegó a desbordarse pero obligó a la evacuación de varias pedanías en Valencia). Es curioso cómo, mientras la atención del Cecopi estaba centrada en la inundación en Utiel y en el posible colapso en la presa de Forata -ubicados en zonas donde la pluviometría se situó en los 350 l/m²-, las precipitaciones cercanas a los 800 l/m² se ubicaban en la zona entre Turís y Chiva, que desaguan respectivamente en el Magro, aunque río abajo del embalse, y en el barranco del Poyo, donde finalmente se produjeron los mayores destrozos materiales y el número más elevado de víctimas.A pesar de los datos aportados, la Aemet no llega a concretar si se trata de la peor DANA sufrida desde que hay registros y se limita a señalar que «aún es pronto para analizar en el contexto climático la posición en el ránking que ocuparía esta situación en cuanto a precipitación acumulada alcanzada y los impactos ocasionados». Sin embargo, sí que sostiene que «en comparación a situaciones anteriores históricas, hasta ahora todo apunta a que es la mayor riada provocada por una DANA en el siglo XXI en nuestro país, comparable con otras históricas sucedidas en la Comunidad Valenciana durante las décadas de los años 50 y 80 del siglo pasado», en una referencia a la inundación que asoló Valencia en 1957 y a la pantanada de 1982 que, tras la rotura de la presa de Tous, afectó a varias poblaciones de la comarca de La Ribera.
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