Tras un intenso y también muy emotivo debate, en el que a algunos diputados y diputadas incluso se les cortó la voz o se les saltaron las lágrimas, la Cámara de los Comunes votó este viernes a favor del proyecto de ley Terminally Ill Adults (End of Life) Bill, conocida en la prensa como ley de suicidio asistido . Los votos a favor fueron 330, mientras que 275 se opusieron. El polémico proyecto fue presentado por la diputada laborista Kim Leadbeater, y contempla la opción de que los adultos con una expectativa de vida inferior a seis meses puedan solicitar asistencia para poner fin a sus vidas, siempre que cuenten con la aprobación de dos médicos y un juez . En su intervención inicial, Leadbeater afirmó que el proyecto de ley no se trata de elegir entre la vida y la muerte, sino de «dar a las personas moribundas, que tienen seis meses o menos de vida, autonomía sobre cómo morir y la opción de acortar su proceso de muerte».A los miembros del Parlamento, muchos de los cuales hablaron en sentidas intervenciones de sus experiencias personales con familiares o amigos fallecidos o con enfermedades terminales, así como testimonios de los ciudadanos de sus respectivos distritos electorales mientras los demás escuchaban en un respetuoso e inusual silencio, se les otorgó la libertad de votar según su criterio personal, como una cuestión de conciencia, sin estar sujetos a las directrices de su partido.Noticia Relacionada estandar No «Mi último deseo es tocar con las personas que amo»: la polémica campaña por la eutanasia en Londres Ivannia Salazar La iniciativa ha sido aplaudida por unos y fuertemente criticada otros, que consideran que los carteles son inapropiados y potencialmente dañinosDe hecho, no es exagerado decir que pese a la gran división que ha provocado el proyecto, y que a las afueras del Parlamento se reunieron manifestantes a favor y en contra, de puertas para adentro ha sido uno de los debates más civilizados, respetuosos, menos candentes y con más comprensión entre los partidarios de posiciones opuestas que se han visto en la Cámara de los Comunes. Un ejemplo lo dio la laborista por Gower, Tonia Antoniazzi, quien visiblemente emocionada afirmó que era un privilegio poder votar sobre este tema, aunque «no es fácil». Antoniazzi expresó su apoyo al proyecto de ley, pero añadió que respeta profundamente las opiniones contrarias. «La vida de todos importa y tenemos que hacer bien esta legislación», concluyó. «Esto no se trata de acortar la vida, sino de acortar la muerte», reflexionó uno de los parlamentarios, mientras otro, que votó en contra , manifestó que aunque muchos apoyan el concepto de la muerte asistida en principio, tienen preocupaciones sobre la implementación del proyecto de ley y cómo se garantizarían las medidas de protección.El proyecto de ley, que ha pasado la votación histórica y decisiva pero que aún tiene por delante varios meses de trámites parlamentarios antes de convertirse en ley, establece que cualquier persona que desee poner fin a su vida debe cumplir con varios requisitos. Primero, debe ser mayor de 18 años, residir en Inglaterra o Gales, y estar registrada con un médico de cabecera desde al menos 12 meses antes de hacer la solicitud. Además, debe tener la capacidad mental para tomar la decisión, demostrar que su deseo de morir es claro, firme e informado, y no estar bajo coacción o presión. La persona también debe tener una expectativa de vida de seis meses o menos, y deberá hacer dos declaraciones separadas, firmadas y con testigos, en las que exprese su deseo de morir. Finalmente, debe ser evaluada por dos médicos independientes que certifiquen que cumple con los requisitos, con un intervalo de al menos siete días entre cada evaluación.Después, tal y como está propuesto, cada vez que una persona solicite poner fin a su vida, un juez deberá dictaminar si procede o no . Después, el paciente deberá esperar 14 días antes de que se lleve a cabo el procedimiento en el que un médico prepararía la sustancia que se utilizará para poner fin a la vida del paciente, pero sería la propia persona quien la tomaría. El proyecto de ley no especifica qué droga se usaría.MÁS INFORMACIÓN noticia No El Papa visita a una convaleciente Emma Bonino, exlíder radical italiana noticia Si El Partido Conservador británico elige a Kemi Badenoch como su nueva líder noticia Si El vergonzoso orgullo de los nazis tras inventar las cámaras de gasLas penas de prisión por coaccionar a alguien a tomar esta decisión serían de hasta 14 años. Cabe destacar que en las cinco horas de debate previo a la votación, muchos, tanto a favor como en contra, insistieron además en la urgente necesidad de mejorar el sistema de cuidados paliativos.
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