José Miguel Aznar Polo acaba de aprobar el ‘teórico’ en la autoescuela y el próximo mes empieza las prácticas. Todo normal hasta aquí. Hasta que saca la factura de lo que le ha costado el ‘capricho’ de conducir . La lista es larga: 400 euros de valoración previa, 2.300 en vuelos y alojamiento solamente para ir a la autoescuela, aparte de los 700 euros de clases que todo aprendiz debe pagar.Pero esto es sólo el comienzo. En enero tendrá que pagar otros 2.300 euros para volver a desplazarse a su autoescuela en avión, y alquilar un alojamiento durante dos semanas y media para poder hacer las prácticas y presentarse al examen.Como seguramente aprobará a la primera, porque Juan Miguel es de esas personas que logran lo que se proponen, él ya va mirando coches y pidiendo presupuestos. Pero sólo puede conducir cinco modelos, cada cual más caro. No le importa, «se paga» , dice, «al fin y al cabo es un pago que asumen todos los conductores», aunque no pueda ‘foguearse’ con un Ibiza de segunda mano como la mayor parte de los principiantes.Noticia Relacionada estandar No La DGT hace accesible el exámen teórico para personas con dificultades de comprensión lectora Canal Motor Los aspirantes tienen ahora la posibilidad de realizar la prueba común con textos e imágenes adaptados a lenguaje sencilloMás trabas. Cuando tenga su Volkswagen Caddy , no podrá montarse, arrancarlo y circular porque necesita un joystick y una serie de adaptaciones dentro del vehículo que rondan los 40.000 euros. «En total, poder conducir me cuesta 45.000 euros más que a cualquier otra persona sin discapacidad», denuncia este informático mallorquín de 36 años sin brazos que intenta ganar más autonomía para desplazarse sin depender de sus familiares o amigos.«La factura no acaba ahí», prosigue. José Miguel también tiene que desembolsar 7.000 euros extra por una extensión de garantía de su futura prótesis de mano, porque el fabricante sólo cubre tres años y la sanidad pública no pasa revisión hasta los cinco. «Yo no pedí nacer así; sólo quiero tener las mismas oportunidades que los demás ; ahora se me presenta esta ocasión de serlo, pero a un coste elevado de 56.000 euros», denuncia Aznar, que ha creado un crowdfunding para recaudar fondos tras consumir sus ahorros.«Ayúdame a cumplir el sueño de conducir» , pide a través de la plataforma GoFundMe. «No sólo significa desplazarme de un sitio a otro sino nuevas oportunidades y aventuras que antes parecían inalcanzables. No es una cuestión de movilidad sino un símbolo de libertad y autonomía».A sus 36 años, pese a su carácter introvertido aunque positivo, ha tenido que quitarse la coraza públicamente para visibilizar la desigualdad de oportunidades que sufren las personas con discapacidad. «Desde niño me criaron ‘sin tapujos’, como dice mi madre . Hacía las mismas actividades que el resto de niños; jugaba a fútbol, hacía Educación Física y me apuntaban al Club d’Esplai de Sa Indioteria para hacer excursiones. Hice taekwondo durante 13 años y llegué a cinturón negro, incluso salí en TVE», resume con naturalidad y sin victimismo.Hace un año y medio se dijo que «ya era hora de conducir». La muerte de un buen amigo fue el punto de inflexión para cambiar de vida. Perdió 30 kilos, se puso a correr y empezó los trámites para conseguir dos prótesis de brazo y una autoescuela . «En la clínica me dijeron que era el primer caso de discapacidad severa que se les presentaba y me remitieron a la única autoescuela con coche adaptado de España, que está en Bilbao, y allí me fui ».Compró dos vuelos de Palma a Bilbao, alquiló un apartamento por internet cerca de la autoescuela y viajó a más de 600 kilómetros de su casa para sacarse el carné de conducir y cumplir su actual reto.José Miguel necesita un joystick para conducir porque no puede girar un volante. A través del joystick y la atención personalizada lo maneja con el muñón más funcional a la altura que necesita. Activa por voz el intermitente o las luces . Los pedales los usa sin problemas.«Hasta que se meten en el coche, necesitan asistencia y son dependientes. Pero una vez dentro son completamente independientes. Les damos vida y les facilitamos la vida», destaca Iratxe Andrés, la propietaria de esta autoescuela que explica que desde 2008 homologa la conducción con joystick en España para discapacidades muy severa».«Este martes ha aprobado el permiso de conducir otra alumna, un caso muy difícil porque no tenía brazos ni piernas», celebra la profesora de Irrintzi , en Basauri, donde actualmente hay cinco alumnos más con discapacidad severa sacándose el permiso de conducir. «Cada caso es un reto» , explica su propietaria satisfecha de poder dar esta oportunidad y «cambiar vidas», gracias al metódico servicio integral que ofrece Irrintzi a personas con discapacidad severa. Desde la obtención del permiso de conducir hasta la adaptación personalizada de su propio vehículo.A cada aprendiz se le hace una prueba de valoración llevada a cabo por técnicos, profesores de formación vial e ingenieros, y después se elabora un programa de formación adaptado a las necesidades de cada alumno para que aprendan a conducir con esas adaptaciones. La DGT determina la idoneidad de las adaptaciones. Una vez aprobado teórico y práctico, en el taller Irrintzi también les adaptan los vehículos.José Miguel sonríe al recordar la primera práctica al volante. «Los diez primeros minutos fueron emocionantes y tensos. Estaba nervioso, pero me sentí libre conduciendo», rememora. Ahora quiere sentir esa libertad en su Mallorca natal . Poder ir a trabajar cada día solo sin tener que implicar a sus padres o sus amigos. No andar 3 kilómetros desde su casa a la primera estación de tren para ir a su puesto de trabajo. Poder ir donde quiera. «No depender de la gente».Escribe en el ordenador con los muñonesAznar siempre se superó. Estudió informática , escribe en el ordenador con los muñones y lleva una vida normal salvo por las limitaciones que capea. Hace terapia ocupacional para ganar autonomía y con la ayuda de su terapeuta, Laura, va consiguiendo ganar mayor independencia en actividades cotidianas diarias.Hacer las camas, cortar carne, comer sopa, quitarse los calcetines o atarse los cordones… Eran cosas que no podía hacer solo y ahora sí. Para ver esta superación diaria hay que entrar a su canal ‘Bracitos con queso’. Una exposición pública que aún le sonroja pero que ha superado gracias al empujón de súper amiga Andrea Tollar.En diciembre, llegan las prótesis de brazo. En febrero espera conseguir su placa de conductor novel. Y después de todo el sacrificio y desembolso, no podrá conducir porque falta la adaptación del coche valorada -otros 38.000 y 42.000 euros-. «La única ayuda que existe es de 2.500 euros, a través del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), pero me he quedado fuera porque supero -por poco- el límite de 21.000 euros de renta», lamenta.MÁS INFORMACIÓN noticia No Alcalá de Guadaíra ayudará a los jóvenes a sacarse el carnet de conducir: estos son los requisitos noticia No Una catalana se examina del carnet de conducir en Asturias y termina interrogada por la Guardia Civil noticia No Unos 5.300 alumnos esperan ya una media de tres meses para el examen de conducirSus esperanzas están puestas en el crowdfunding . «Cada donación me acerca a la meta. Cada contribución, por pequeña que sea, es un paso más a la libertad y la independencia . Necesito tu ayuda para cumplir mi sueño». Ya lo abraza con ‘bracitos de queso’.
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