Este psicólogo atípico que reside en el Pirineo y que ha llegado hacer sesiones esquiando, pedaleando, escalando o caminando, inspira a lectores de todo el mundo con sus libros, traducidos a más de treinta idiomas. Pero además Tomás Navarro promueve políticas de bienestar emocional y resiliencia en empresas, imparte charlas sobre motivación y psicología , y colabora con medios de comunicación, entre ellos ABC Bienestar. Sus obras no solo son un faro para las personas que desean mejorar su calidad de vida, sino que también son un referente para psicólogos y terapeutas. No hay más que ver la cantidad de colegas de profesión que siguen sus pasos en @tomasnavarropsi . Por eso, y con motivo del inminente décimo aniversario de la publicación de su primer libro, hacemos un repaso de las ideas clave que recoge en ‘ Tus líneas rojas ‘, ‘ Piensa bonito ‘, ‘ Wabi-Sabi ‘, ‘ Kintsukuroi ‘ y ‘ Fortaleza emocional ‘, todos ellos editados por Planeta.Está a punto de cumplir diez años como autor, pero da la sensación de que aún queda mucho que contar…Sí, en abril celebro el décimo aniversario de la publicación de mi primer libro. Pero pronto saldrán a la luz otros dos proyectos. Uno es el cuento ‘Rita y el caparazón de oro’ (del que os contaré detalles más adelante junto a Nuria, mi mujer). En él explicamos cómo trabajar las competencias emocionales que los niños deberían tener para vivir una vida sana, equilibrada y bonita.Y el otro, es el libro que acabo de entregar y que está previsto que se publique en Sant Jordi. En él planteo un discurso con el que no había trabajado antes. Aporto cosas prácticas para aplicar desde ya y así tener una vida «vivida, no sufrida». Además, me sincero con respecto a ese debate en torno a si hay o no escalera social. Hay gente que dice que si naces pobre, por así decir, mueres pobre. Pero si hay una manera de subir en esa escalera social para tener una vida mejor, esa es la que explico en este libro. Yo mismo soy un ejemplo. Nací en un barrio del extrarradio de una ciudad metropolitana y ahora vivo en una reserva de la biosfera. No me ha costado mucho. Lo que me costaba era tener una vida que no me gustaba. Quería vivir en un entorno bonito y trabajar al aire libre, así que con esfuerzo, tomando algunas decisiones y definiendo las prioridades salí de donde no quería estar. De hecho en el libro también explico que algunas personas suben en ascensor por esa escalera social, otros peldaño a peldaño y otros escalando a pulso, duramente.Además de esa prolífica labor como autor, dedica tiempo y energía a divulgar en redes sociales, ¿qué suele preocupar más?Es cierto que lo que me piden ya va un poco sesgado pues les interesa la temática que conocen de mis libros o conferencias. Pero sí que se puede hablar de un aumento del interés por los límites laborales y por la salud mental en el trabajo . A este mayor interés también hay que sumar el hecho de que invierto más tiempo en cursos y conferencias en empresas, pues por motivos familiares y de salud he cerrado la agenda de sesiones individuales, que implica una mayor carga afectiva. Construir entornos laborales sanos, por tanto, es más oportuno que nunca porque a menudo nos llevamos a casa los problemas del trabajo y porque es un lugar en el que se pasan muchas horas y no siempre se puede elegir con quién estar y con quién no. También es un tema recurrente el abuso de las pantallas y las redes sociales…Si, especialmente cuando tiene que ver con niños y adolescentes. Y estamos muy perdidos porque hay dos posiciones extremas. Una es la de los que opinan que sus hijos no deben tener contacto con pantallas bajo ningún concepto. Y otra es la de aquellos que piensan que si todo el mundo lo tiene, por qué no lo van a tener sus hijos, y no se plantean más. Y aquí falta una posición intermedia, esa que ayude a pensar que ni las pantallas ni las redes sociales son malas en sí mismas, pero sí que es importante aprender a gestionarlas. Y aquí cabría abrir otro melón que es el de la atención . Estamos perdiendo capacidad de atención y hay muchos problemas con esto. Es tan grave que estoy convencido de que los que tendrán un mejor trabajo o incluso mejores sueldos en el día de mañana serán aquellos que sepan gestionar su atención para perseverar, profundizar y hacer algo diferenciador. Hablemos de ‘Tus líneas rojas’, una obra que ha despertado un especial interés, ¿cómo saber dónde y con quién poner esos límites?A veces cuesta darse cuenta de que debemos poner esos límites . Es como la historia de la rana y el agua caliente. Si vas echando poco a poco el agua, la rana no saltará del cuenco, se quedará allí y al final morirá porque el agua estará hirviendo. Es algo parecido a lo que hace un perfil tóxico. Va minando poco a poco y como desconecta al otro de la realidad, éste no se da cuenta. Por eso es importante atender a los avisos del entorno cercano.Otra señal es cuando el centro de tu vida gira en torno a ese perfil tóxico y haces las cosas para que no se enfade, para que no se moleste, para que no le dé una crisis porque está enfermo, por ejemplo; entonces estamos hablando de una persona tóxica y hay que poner límites.También es una señal si no disfrutas estando con esa persona y te sientes obligado a hacer cosas con ella o a hablar con ella. Y también puede aparecer una cierta alarma cuando sientes tensión si estás con esa persona o si no consigues calma o tranquilidad estando con ella. Cuando tenemos la tendencia a justificar a la otra persona, haga lo que haga, aunque nos sintamos dañados por ella también estamos ante una señal de que esa persona es tóxica.Otro punto que puede aportar datos es pensar qué pasaría si una amiga nos contase que le han hecho lo mismo que nos están haciendo a nosotros. Piensa qué le dirías. Probablemente es lo que deberías decirte a ti. «Cuando tu vida gira en torno a alguien para que no se enfade o no se moleste, es una persona tóxica y hay que poner límites» Tomás Navarro Psicólogo y divulgador¿Y cómo se identifica a las personas tóxicas?Primero tenemos que asumir que existen. No podemos ser tan ingenuos de pensar que toda la gente es maravillosa. Hay gente muy mala. Pero resulta que a menudo les justificamos diciendo que son así porque lo han pasado mal en la vida o porque han tenido una desgracia. Pero esto no es así. Conozco a muchas personas que han vivido situaciones trágicas y horribles y no son unos capullos. Conozco a personas que sufren mucho y no se dedican a hacer el mal. Haya o no un motivo para dañar, eso tiene un efecto sobre ti. Y ese efecto puede ser tóxico.Pero, ¿cómo se sabe si se tienen cerca?Lo sabrás porque es alguien que provoca dolor, abusa, manipula y además no le importa hacerlo. Para saber si alguien es tóxico, olvídate el discurso y céntrate en los hechos . Si esa persona tiene un impacto tóxico en ti, tienes que alejarte. No creas que vas a dialogar o convencerle de que lo que hace te hace daño. No habla tu idioma, es como si hablases chino. Noticias relacionadas estandar Si Ceguera intencional: el fenómeno psicológico que puede ser bueno o desastroso Tomás Navarro estandar No Qué pasa cuando sientes que los pilares de tu vida se tambalean Tomás NavarroLa palabra asertividad es un hilo conductor en ‘Tus líneas rojas’ pero suele ser un concepto equívoco…La asertividad está muy mal entendida. En una dimensión en la que en un extremo está la pasividad y en otra la agresividad . En medio de esas dos y moviéndose hacia un lado o hacia otro está la asertividad. ¿Por qué se mueve? Porque depende del contexto . Si me dices que te invite a un café y te doy dos tortas, me he pasado de agresivo. Pero si vienes a secuestrar a mi hija y te doy tos tortas estoy siendo asertivo. Esto indica que la asertividad es dinámica y proporcional y tiene que estar adaptada al contexto. El problema es que cuesta ubicar esa proporción. ¿Cuál es la base para ser asertivo? Pensar mi objetivo, el objetivo del otro y ubicarlo en el contexto en el que estamos, dando una respuesta en función de eso. Lo que sí tiene que ser es contundente . La asertividad es no dar ni más importancia ni menos a tus prioridades que a las mías. Y eso es compatible con ser educado, empático y agradable, pero también con no sentirte culpable. ¿Qué le ha ido llevando a escribir cada uno de sus libros?A la hora de escribir, soy profesional y lo que me apetezca o no escribir es irrelevante. Pero sí que hay una serie de temas que percibo, por los inputs que recibo, que son importantes. Y aunque tengo absoluta libertad para escribir también es cierto que al estar dentro del paraguas de un equipo de expertos en la editorial estoy abierto a lo que ellos detectan que genera interés o aquello de lo que se está hablando en otro país, por ejemplo. El psicólogo Tomás Navarro, a la salida del edificio de ABC. Isabel PermuyEn ‘Piensa bonito’ nos invita precisamente a eso, a pensar bonito, pero, ¿Cuáles son los pensamientos que perjudican?Aquí aplico siempre tres trucos para conseguir tener metacognición o pensar sobre lo que estás pensando. Sabemos que hay gente que tiene más perspectiva y otra que no tiene tanta. Así que el primer truco para ello es aplicar el «¿Y si…?» de modo que sometamos a ese pensamiento al «¿Y si no fuera así…?» o al «¿Y si hubiera una alternativa?», o al «¿Y si me estoy autolimitando?»… Otro truco es plantearte que me estoy equivocando en todos los pensamientos, porque eso me fuerza a pensar en el sentido contrario. Y el último es preguntarse qué sentido tiene lo que estoy pensando y derivar de ello un análisis sobre qué impacto tiene para mí a corto, a medio y a largo plazo.«Cada vez me preguntan más cómo aprender a poner límites en el trabajo para cuidar la salud mental» Tomás Navarro PsicólogoDe los ocho errores que se deben evitar para liberar la mente que cita en ‘Piensa bonito’, ¿cuáles dañan más?Los ocho son importantes, pero si me das a elegir, elijo dos: uno es que pensamos demasiado rápido y demasiado a la ligera , sin profundizar. Y además nos creemos que con eso basta. Profundizar en la situación, en el error y en el análisis es importante. Los detalles son relevantes.El otro error es todo aquello que limite la autoestima como frases del tipo «no podré», «no sabré», «no seré capaz»… Porque si crees todo eso, en parte te darás la razón porque no harás nada, decidirás no hacer nada.Ambos errores condicionan mucho la vida. En ‘Wabi sabi’ propone aceptar la imperfección, entender el valor de lo inpermanente y cultivar la simplicidad… ¿por qué?En primer lugar porque a través de las redes sociales vemos imágenes que parecen perfectas pero que en realidad son filtros y mentiras absolutas. Creemos cosas que no son. Nos creamos unas expectativas que no son reales pero la vida es imperfecta y cambiante. Y lo cierto es que vamos por la vida creyendo que tenemos una estabilidad y una seguridad que en realidad no tenemos. Por tanto lo que digo es que abracemos esa inpermanencia y que sepamos que puede cambiar. La idea es que no dejemos demasiadas cosas para mañana porque a todos nos pueden pasar cosas que no podemos prever. No es fácil hacer las cosas sencillas . Siempre pongo este ejemplo: si hay un incendio en tu casa y tienes que meter lo más importante en una bolsa, en realidad hay muy pocas cosas. Pueden ser importantes, pero son pocas. La vida ha de ser sencilla y simple, que no te pese lo que tienes. ‘Kintsukuroi’ aborda una temática que se puso tristemente de actualidad por la tragedia de la DANA en Valencia. En esta obra defiende la adversidad como oportunidad…Si, pero no es algo romántico. La adversidad es una puta mierda. Y mejor que no se te hunda la casa ni te pase nada tan trágico. Hay gente que dice que prefiere pasar adversidades y calamidades para superarse. Pero no hace falta. Otra cosa es que te entrenes y te prepares para la adversidad, que es algo muy distinto, pues esa actitud es lo que te permite gestionar las adversidades que vengan. Por tanto, no hay que buscar las adversidades, pero si vienen, hay que gestionarlas. ¿Qué lecciones da la adversidad? Ninguna. Lo vimos con el Covid, lo hemos visto con la DANA. Hay gente que ha ido a ayudar y gente que ha ido a robar. Puede que aprendamos algo de la adversidad, pero no siempre se está en la mejor disposición para ello en esas circunstancias. El contexto condiciona tu salud mental, pero la gestión que hacemos del contexto también. Y luego hay una cuestión de genética, de personalidad … No todas las personas que han sufrido la devastación de la DANA desarrollarán problemas de salud mental. El contexto por sí mismo no genera problemas de salud mental, pero sí es cierto que es más fácil que tengas un problema de salud mental si lo pierdes todo que si tienes una vida plácida. Por tanto, ya que hemos de gestionar lo más duro, vamos a hacerlo bien. Y eso es lo que plantea ‘Kintsukuroi’. En el momento en el que se vive algo dramático es difícil pero lo que se necesita son abrazos, cariño y que pase el tiempo. Pero cuando se toma perspectiva se pueden extraer algunos aprendizajes y, sobre todo, se puede gestionar el impacto de esa adversidad. Y hay algunas técnicas para ello, que es lo que he compartido en ‘Kintsukuroi’ tras estudiar a aquellos que han salido mejor parados de las situaciones trágicas.Y en ‘Kintsukuroi’ explica además que una pieza reconstruida es símbolo de fragilidad pero también de fortaleza y belleza…No tenemos más remedio que superar la adversidad, porque la vida sigue. Pero el problema es que a veces no tenemos una medida adecuada en esa superación. Y algunas personas que no tienen recursos o no tienen un entorno muy favorable se quedan pilladas en una adversidad relativa. Pero siempre hay que levantarse una vez más , no hay más opciones. Y el hecho de haber superado algo duro genera una serie de recursos que, si estás receptivo y los aprendes, permite gestionar mejor otra adversidad y te hace más fuerte. Y aquí ¿por qué hablo del oro con el que se recubre la pieza reconstruida y de la belleza? Porque algunas personas viven esa superación de la adversidad con culpa . Y este oro implica que lo has superado y que es algo bello porque deja un poso te hace más fuerte, si sabes gestionarlo. «La gestión de la adversidad es como cocinar un plato, requiere de unos ingredientes y de unos pasos. Si se acelera, sale mal» Tomás NavarroEn el arte de curar heridas emocionales, es interesante la variable del tiempo…Todo requiere un proceso . Decirle a alguien que está gestionando un duelo por una pérdida o por algo trágico que vaya rápido y que se recupere cuanto antes es como decirle a una embarazada que dé a luz en un mes. El proceso durará lo que tenga que durar. ¿Y cómo se les puede ayudar? Estando al lado callados, dándoles la mano o abrazándoles. Dando apoyo emocional y afectivo y, cuando sea posible, sugiriendo acciones. No se trata de obligar sino sugerir y mostrar que les acompañaremos en lo que decidan. Puedes imaginar lo que está pasando pero no lo sabes porque desde tu contexto no lo puedes saber. Tiene que saber que cuenta contigo y que estás ahí. La gestión de la adversidad es como cocinar un plato, requiere de unos ingredientes y de unos pasos. Si se acelera, sale mal. Si no tiene todos los ingredientes, también. Con ‘Eres más fuerte de lo que crees’ y en ‘Fortaleza emocional’ puso el foco en el concepto de la fuerza…Sí, pero de una manera integral. Uno puede ser fuerte y sensible . Fuerte y flexible . Uno puede ser fuerte y empático . Uno puede estar triste o tener un estado general de tristeza y tener momentos de alegría… Lo que transmití en estas obras es que tras analizar a las personas que estaban haciendo lo que querían hacer, es decir, que tenían éxito según lo que ellos consideraban el éxito (no me refiero al reconocimiento, sino a algo más profundo), había un denominador común: tenían una mente fuerte. Una mentalidad fuerte es sana y equilibrada y te predispone mejor a superar las adversidades de la vida.Noticias relacionadas estandar No ¿Esclavizados por el algoritmo de Google? «El bienestar emocional es una carrera de fondo, no un pelotazo» Tomás Navarro estandar No La relación entre la baja autoestima y el hábito de posponer decisiones Tomás NavarroPuedes descubrir otros consejos de Tomás Navarro ( @tomasnavarropsi en instagram) para poner límites a aquellas personas que nos hacen daño en su obra ‘ Tus líneas rojas’ (Zenith/Planeta). Y además, puedes leer aquí otros artículos de Tomás Navarro en ABC Bienestar .
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