Bronca y puntos para Alonso: «Es increíble, llevamos dos años con el mismo problema»

Han pasado 23 primaveras desde su debut en la Fórmula 1 y el fuego aún permanece en el cuerpo de Fernando Alonso, 43 años, 402 grandes premios en la hoja de servicios, una vida dedicada a las carreras y sus cuitas. Sin ninguna opción de ganar una carrera este curso, la 33 convertida en un espejismo, a varias leguas de la cabeza que manejan ahora Verstappen, Norris y Russell, con el segundo peor coche de los diez en el baile de la F1, a un gran premio del cierre 2024, todavía late como un león.«Esto es increíble chicos , llevamos dos años con el mismo problema en las rectas», grita por la radio del Aston Martin. El español es una roca. Pese a todo, se mantiene firme, aprovecha las caídas de los demás y logra puntos al acabar séptimo.Alonso volvió a extraer petróleo en la clasificación de Qatar y firmó un octavo puesto, último tramo en la Q3, que condecoraba su entusiasmo y competitividad. Pero el domingo la historia se invierte y regresa la franja de las decepciones para el asturiano, que está frustrado en carrera por la lentitud del coche respecto a sus adversarios más desconocidos, Haas, RB, Alpine… «Nuestra velocidad punta es preocupante », había comentado por el mismo canal unos minutos antes.Siempre exigente, Alonso convive de nuevo con la frustración que tantas veces ha conocido en su trayectoria. Aquel McLaren con motor Honda que se paraba en cada cuesta, el Alpine sin pegada con el que regresó a la F1, la segunda versión del Renault en 2008 y 2009… El piloto español procesa la decadencia de Aston Martin con otro temple fuera de la pista. En los circuitos es el mismo tiburón de siempre. «No ha sido tan mal año, tenemos a Newey», dijo en Qatar, en recuerdo de un futuro mejor.La carrera en Qatar fue soporífera hasta que un retrovisor sembró el caos en la pista. Perdió el espejo Albon y los cristalitos pincharon numerosas ruedas hasta el punto de originar un coche de seguridad y cierto vuelco a la clasificación. Se animó entonces el gran premio, los pilotos se descontrolaron y unas cuantas sanciones (Norris, Hamilton) espabilaron el panorama. Otro palo para Norris, un piloto que no alcanza a Verstappen, vencedor otra vez con Carlos Sainz en sexta posición.