A las 20h25 de este miércoles, 331 de los 577 diputados de la Asamblea Nacional , mayoritariamente de extrema izquierda, socialistas, comunistas, ecologistas y de extrema derecha votaron la censura del gobierno de centro-derecha de Michel Barnier , abriendo una nueva página de la histórica crisis que hipoteca el futuro político de Francia.El gobierno queda dimitido de oficio, pero seguirá ejerciendo tareas técnicas, hasta la formación de un nuevo gobierno, en fecha imprevisible.Tras la censura, extrema izquierda y extrema derecha pidieron la dimisión del presidente de la República, Emmanuel Macron , que había anunciado, horas antes, su ambición de nombrar un nuevo jefe de gobierno en las próximas 24 o 48 hora.Noticia Relacionada estandar Si Coincidencias a diestra y siniestra: los extremos se tocan en la política francesa Juan Pedro Quiñonero Le Pen y Melénchon han presentado sendas mociones de censura con el mismo objetivo: tumbar al GobiernoEn un tono muy sereno y moderado, Michel Barnier , el primer ministro censurado, hizo un balance crítico de cierta gravedad: «El estado grave en el que se encuentran la deuda y los déficits públicos no desaparecerán por arte de magia con la censura. Los presupuestos del Estado que hemos presentado eran el mejor compromiso posible, a mi modo de ver».En nombre de la extrema derecha, Marine Le Pen, declaró: «Macron es el principal responsable del caos político en el que se encuentra Francia. Por eso debe dimitir».En nombre de la extrema izquierda, Eric Coquerel, declaró: «Con esta censura ponemos fin a la farsa de un gobierno minoritario, no democrático. Con esta censura suenan las campanas del fin del mandato presidencial de Macron».Socialistas y ecologistas adoptaron un tono menos apocalíptico, pero también justificaron la censura en nombre del «fracaso» y el «caos» político en el que se encuentra Francia «víctima de las decisiones de Macron».En nombre de la derecha tradicional, François-Xavier Bellamy declaró: «Esta censura hipoteca nuestro futuro. La alianza de la extrema derecha y la extrema izquierda costará muy cara a los agricultores, a los médicos, a las enfermeras, a los policías, a los gendarmes, a los empresarios, grandes y pequeños, a millones de franceses».En nombre de las familias políticas próximas a Barnier y Macron, Gabriel Attal, ex primer ministro, declaró: «Votar la censura es un error histórico. El voto unido de la extrema izquierda y la extrema derecha es una catástrofe para Francia y los franceses».Consumada la censura, extrema izquierda, extrema derecha, socialistas, ecologistas, aspiran a formar un gobierno «aprobado» por Macron. Las familias centristas y conservadoras, moderadas, esperan la formación de un nuevo gobierno «abierto» a los socialistas moderados.
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