El diablo entra en la trama de Belorado: objetos que se mueven, risas demoníacas…

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El diablo entra en la trama de Belorado: objetos que se mueven, risas demoníacas…

Si las exmonjas de Belorado escribieran la sinopsis de su propia historia —por cierto, circulan rumores de que tienen suculentas ofertas de varias productoras—, nadie duda que estaría llena de lo que son expertas, complejas tramas, personajes rocambolescos y sorprendentes giros de guión . El último de ellos, el protagonizado este miércoles —una semana antes de que tengan que comparecer a la vista por desahucio—, cuando, a través de una nota de prensa, reconocían que la «verdadera razón por la que se fueron de Derio » no tiene nada que ver con «cualquier trama inmobiliaria o capricho por adquirir más conventos», sino con «distintos y repetidos hechos preternaturales continuados, que requirieron de exorcismos y otras intervenciones».«Objetos que se caen repentinamente o desaparecen, voces nocturnas que vienen del exterior, risas , llantos de niños y voces maquiavélicas , partituras que cuando están a punto de tocar el órgano desaparecen e incluso el testimonio de dos monjas que, según ellas, habían visualizado la figura del demonio en alguna de las paredes». La descripción de estos hechos «preternaturales» son declaraciones a ABC del portavoz de las exreligiosas , Francisco Canals. Unos acontecimientos que, según su versión, las religiosas comenzaron a percibir nada más llegar a Derio en 2012 y que, finalmente, tras tratar de frenarlos con varios exorcismos, les obligaron a abandonar el lugar.Un impactante dato, desvelado siete meses después de que anunciaran el cisma, con el que las exreligiosas intentan de nuevo descartar los intereses inmobiliarios. Sin embargo, tal como este diario ha señalado desde un primer momento, la intención de quedarse con la propiedad de los monasterios y las cuantiosas deudas que acumulan han estado detrás de cada una de sus decisiones. Es llamativo, además, que el espectacular anuncio se haga una semana antes de que las ocho exclarisas excomulgadas que todavía permanecen en Belorado tengan que comparecer en el juzgado de Briviesca para la vista por desahucio . Una comparecencia que su representante legal ha tratado de frenar, sin éxito, con el argumento de que dos de las exreligiosas, precisamente las que ya han abandonado el monasterio, no han recibido la notificación al no haber sido localizadas.Noticias relacionadas reportaje No Al frente de las exmonjas cismáticas Sor Isabel, la exabadesa de Belorado: «Ególatra y dogmática» José Ramón Navarro-Pareja noticia No Las diez monjas de Belorado ya son oficialmente okupas«Se trata de una maniobra de distracción», explican a ABC desde el entorno del arzobispado de Burgos al conocer que las exreligiosas han anunciado las presencias demoníacas en Derio. Aunque lo cierto es que, según ha podido conocer este diario, las exreligiosas sí que pusieron en conocimiento de la diócesis de Bilbao (donde se ubica Derio) los «extraños fenómenos» y desde el obispado «se realizaron diversas investigaciones», además de «procedimientos del ritual de exorcismos», con un carácter preventivo. Con todo ello se elaboró un informe con una clara conclusión: «No consta la certeza de tales fenómenos» .Una conclusión que, ahora, las exreligiosas no parecen compartir. Según confirma su portavoz, las religiosas comenzaron a percibir estas «entidades de baja energía» desde que se trasladaron a Derio , a principios de 2012. Según su relato, en un primer momento trataron de «animar a las más mayores» —que vivían en el lugar desde hace años—, hasta que ellas, las jóvenes recién llegadas, «comenzaron también a vivirlo». Sin embargo , su primera respuesta fue esparcir sal por todas las salas del recinto , una práctica más propia de la superstición que los rituales de exorcismo reconocidos por la Iglesia católica.Sin embargo, y de acuerdo a las mismas fuentes, nada frenó aquellos fenómenos, que comenzaron a ser «más habituales». «Estaba lleno de fantasmas y entidades demoníacas, algunas de las monjas empezaron a tener problemas de salud , como dolores de espalda y desajustes de tiroides. Algunas se querían volver a Belorado y las que estaban allí, se negaban a ir a Derio», concreta Canals. «Así que establecieron turnos para estar en Derio, que duraban sólo unos meses», añade.Lo cierto es que durante el tiempo en que las religiosas estuvieron a mitad de camino entre Belorado (Burgos) y Derio (Vizcaya) nunca se establecieron definitivamente en ninguno de los monasterios, aunque la explicación es mucho más prosaica . Al tratarse de una única comunidad con dos sedes tan distanciadas, se decidió que ninguna de las religiosas viviera permanentemente en uno de los monasterios, para evitar un apego al espacio físico.Según su versión actual, los problemas con las entidades «preternaturales» continuaron, pero eso no les impidió hacer importantes inversiones en el lugar. Reformaron las instalaciones y renovaron la cocina, instalaron calefacción radiante en la iglesia y rehabilitaron un caserón del siglo XVII cercano al cenobio, para utilizarlo como alojamiento rural, hasta que el ayuntamiento les obligó a cerrarlo, por no disponer de licencia.Ante ese revés, rehabilitaron también la hospedería monástica, que siguió abierta más de un año después de que las religiosas abandonaran a toda prisa Derio para instalarse en el monasterio de Orduña, en 2020, que acababan de comprar a otras religiosas clarisas. Según parece, el «peligro» que les llevó a abandonar Derio no obraba para las personas que alquilaban las instalaciones que ofrecían a través de plataformas de reserva online.De hecho, la hospedería sigue activa en alguna de estas plataformas, aunque cuando se intenta formalizar la reserva no ofrece habitaciones libres. Según la versión que las exreligiosas ofrecen en un reportaje de ‘The New York Times’, la pandemia puso fin a esta actividad, pero no es cierto. La casa rural, en el caserón anexo, se cerró cuando las religiosas perdieron una reclamación judicial al ayuntamiento de Derio, que reclamaba el cese de la actividad porque el espacio no estaba autorizado para uso turístico . En cuanto a la hospedería, siguió abierta durante la pandemia y, de hecho, protagonizó un peculiar episodio cuando se congregaron cerca de 70 jóvenes en una ‘rave’ ilegal en plenas restricciones de movilidad.A pesar de ello, y según desvelan ahora, las religiosas siguieron preocupadas por las presencias sobrenaturales y «pidieron ayuda a la Federación de Clarisas de Ntra. Sra. de Aránzazu, pero no obtuvieron respuesta». Después acudieron al entonces obispo de Bilbao, Mario Iceta, hoy arzobispo de Burgos y comisario pontificio para la administración de los monasterios. « Acudió él en persona e hizo varias limpiezas espirituales , como ritos, una misa y uso del incienso», explica a ABC el portavoz de las exclarisas. «Consiguió que se calmara la cosa, pero poco después se volvieron a producir los acontecimientos», añade, Canals, que también explica que el obispo envió a otras personas a estudiar la situación, lo que puede coincidir con el informe ya reseñado, que, sin embargo, descartaba cualquier actuación sobrenatural.Explicaciones contradictoriasDe acuerdo a la información que este martes publica ‘The New York Times’, el sacerdote de Derio, capellán del monasterio, no les proporcionó «una guía actual adecuada» y «celebraba terribles misas modernistas» con sermones sobre «ecología y cambio climático», en lugar de centrarse en «salvar almas». Sin embargo, según explica el portavoz de las exreligiosas, el motivo de las presencias sobrenaturales podría ser «una encina , que místicamente atrae al diablo según ellas». «Había un rumor en Derio de que una encina que surgió de una especie de pacto con el diablo y que tenía una botella con un escrito enterrada debajo de sus raíces», concreta. «Esta encina las plantaron las monjas en el año 1971, y se dice que fue un sacerdote que era una mala influencia, quien convenció a las monjas para plantarla», añade. Lo cierto es que, según su versión, las monjas arrancaron aquella encina de raíz, quemaron el árbol y «las cenizas las repartieron a kilómetros para que no quede presente ni una mota de polvo». «Con todo esto se calmó un tiempo pero luego volvió otra vez», añade, por lo que decidieron dejar el lugar.Una explicación que, como los programas del más allá de los que parece extraída, mezcla ficción con realidad en busca de verosimilitud e impacto. Lo cierto es que el monasterio se encuentra ubicado en el paraje de Artebakarra, que en euskera significa «encina solitaria» , lo que explicaría la leyenda del árbol. Tampoco falta el diablo en el monasterio, pues se encuentra bien a la vista , bajo los pies del arcángel Miguel en la escultura que preside la plaza del monasterio. En una clásica representación de la angélica lucha, el adalid divino consigue expulsar del cielo a Luzbel, que ahora, a juicio de las exreligiosas, parece haberse refugiado entre las paredes del monasterio.

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