Ser presidente electo es un estado de felicidad. El que goza de esa posición –ahora mismo, Donald Trump – tiene fresco el respaldo mayoritario en las urnas de millones de estadounidenses; no responde de los los errores y deficiencias del actual Gobierno, que no es el suyo; y es en sí mismo una posibilidad infinita: de cambio, de mejora, de solución, de, en su caso, ‘hacer a EE.UU. grande otra vez’. Ya vendrá -dentro de menos de seis semanas- el momento de empezar a cumplir con las promesas abundantes -algunas, ciertamente imposibles- de campaña.Trump está en esa luna de miel que dura desde la elección hasta la inauguración del 20 de enero y que está semana se ha materializado en gestos y en datos. Ayer se produjeron dos de los primeros: el anuncio -sin sorpresa- de que Trump sería elegido ‘Persona del año’ por la revista ‘Time’; y la celebración de esa portada desde la bolsa de Nueva York .Trump fue invitado a dar el campanazo de apertura de la sesión del parqué neoyorquino. El presidente electo se subió al balcón con balaustrada en el edificio de Wall Street, acompañado por varios miembros de su familia -su mujer, Melania ; sus dos hijas, Ivanka y Tiffany- y con el fondo de la portada de ‘Time’ que le celebra: una imagen en contrapicado, dramática, en la que Trump mira al infinito.Noticia Relacionada estandar Si Trump hace embajadora de Grecia a la prometida de su hijo mientras cazan a Donald Jr. con otra novia Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva YorkEs casi una norma que el ganador de la elección a presidente de EE.UU. sea distinguido como ‘persona del año’ por la revista estadounidense. Ha ocurrido en las siete últimas presidenciales -y en cuatro de las siete anteriores a estas- y con casi todos los presidentes de EE.UU. desde que ‘Time’ se inventó este honor en 1928 (solo Calvin Coolidge, Herber Hoover y Gerald Ford se han quedado fuera).En el caso de Trump, es ciertamente merecido. Es el año de su victoria arrolladora en primarias, de su veredicto de culpabilidad por la comisión de delitos -por primera vez para un expresidente de EE.UU.-, del intento de asesinato en un mitin del que se salvó de milagro y de la culminación del regreso político más apoteósico de la historia moderna de la primera potencia mundial.El presidente de la Bolsa de Nueva York, Jeffrey Sprecher, celebró que los mercados han batido récords desde que Trump ganó la elección a principios de noviembre. En la víspera, el Nasdaq -el índice de referencia de las grandes tecnológicas- sobrepasó por primera vez los 20.000 puntos.La portada de la «Persona del año» de TIME , en la que aparece el presidente electo Donald Trump AFP«Por eso mucha gente en este edificio ama a este hombre», dijo Sprecher sobre el presidente-electo, que fue aclamado por un grupo de ‘traders’ desde el parqué (Sprecher es un gran aliado de Trump; su mujer, Kelly Loeffler, fue senadora republicana por Georgia, ambos han sido donantes generosos a su campaña y Trump ha recompensado a ella como directora de la agencia federal de pymes).El amor, al menos por ahora, va más allá de aquellos que tienen sus fortunas o sus ahorros creciendo por la marcha de los mercados. Una encuesta de CNN de esta semana otorga a Trump un respaldo mayoritario de su gestión de la transición presidencial (55%) y una expectativa también mayoritaria de que hará un buen trabajo cuando regrese a la Casa Blanca a finales de enero (54%). Son números por debajo de los que han obtenido los últimos presidentes-electos en esta luna de miel antes de la investidura -66% para Joe Biden en 2020, 79% para Barack Obama en 2008, 65% para George W. Bush en 2000-, pero por encima del respaldo que obtuvo el propio Trump en 2016. Y sobre todo, mucho mejor que los índices de aprobación que sufrió en su primera presidencia, que siempre se quedaron rondando el 40%. Según el acumulado de encuestas de ‘FiveThirtyEight’, la preferencia por Trump (46%) está en su punto más alto de los últimos cuatro años. El desafío será que eso se prolongue cuando sea presidente.
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