El Gobierno tiene esta semana un ojo puesto en los pasillos de los tribunales , por donde irán desfilando cada día varios de los protagonistas de los escándalos que salpican al Ejecutivo , al presidente y a todo su entorno. Ayer fue el comisionista y empresario Víctor de Aldama, hoy es el turno del asesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García; mañana se sentará ante el juez Begoña Gómez, mujer del presidente; y el viernes su asesora y trabajadora en el Palacio de la Moncloa, Cristina Álvarez.Pero tampoco en el Congreso de los Diputados podrá estar el Gobierno más tranquilo, un escenario en el que durante las últimas semanas ha sufrido continuas derrotas parlamentarias y tiene que sudar para conseguir sacar adelante cada una de sus iniciativas, en un complicado malabarismo para lograr conectar las diferentes posturas de sus socios de investidura, cada uno con sus particulares reivindicaciones.De hecho, ha perdido ya varias votaciones sobre asuntos que definen la postura ideológica del Palacio de la Moncloa. El último, solo como ejemplo, fue la semana pasada en una iniciativa promovida por el Partido Popular sobre la situación en Venezuela . PNV y Junts fueron entonces los que se desmarcaron de la línea oficial socialista para permitir una condena parlamentaria del régimen venezolano e incluso instar al Gobierno a que pida la detención de Nicolás Maduro . Pero ejemplos similares, sobre distintos asuntos, los han protagonizado todos sus demás aliados parlamentarios dejando en minoría al PSOE.Noticia Relacionada estandar Si El Supremo retira a Aldama el pasaporte y le impone comparecer cada 15 días Isabel Vega El instructor adopta las mismas medidas cautelares que la Audiencia Nacional impuso al comisionista al inicio de la investigaciónEsta semana el tema que se someterá al escrutinio de la Cámara Baja será el mismo que protagonizará la actualidad judicial: la comparecencia de los protagonistas de los distintos escándalos judiciales que rodean al Gobierno.El Partido Popular defenderá hoy en el Pleno una moción consecuencia de interpelación en la que deja claro el objetivo que pretende combatir: «La existencia de un caso generalizado de prácticas corruptas y poco éticas en el seno del PSOE y del Gobierno» . Y además pone a Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública y exjefe de gabinete de Sánchez, en el centro de «todas las ecuaciones» que rodean al presidente. Los populares sitúan a López en el entorno del caso que afecta a Begoña Gómez y al empresario Barrabés, relacionado con la empresa pública Red.es; con la cátedra dirigida por la esposa del jefe del Ejecutivo en la Universidad Complutense, y también con la filtración de la documentación confidencial de Alberto González Amador, novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Con todo ello, los populares se disponen a intentar recabar la mayoría del Congreso para instar al Gobierno a aclarar algunos de estos entramados que están en manos de investigación judicial. Por ejemplo, el PP quiere que Moncloa envíe al Parlamento un informe sobre las actividades que competen a la Dirección de Programas del Gabinete de Presidencia del Gobierno , al que pertenece la asesora Cristina Álvarez que colaboró con Begoña Gómez. Y que aclare directamente si existió esta vinculación.Ello después de que el Gobierno haya dado ya tres versiones distintas sobre la asistente de la mujer de Sánchez. En la última, Moncloa defiende que Begoña Gómez utilizara su asistente para actividades privadas, pero no siempre fue así. Primero ciñó al presidente las acciones de asistencia política y técnica y después, en una segunda versión, asumió que todas las parejas de los presidentes del Gobierno habían contado con un ayudante que desempeñara funciones de «organización y logísticas», pero sin aclarar si la asistente de Gómez se ciñó a esas tareas.
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