El anterior secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, tuvo acceso al correo electrónico filtrado sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso antes de que lo publicase la prensa porque se lo envió Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete de Óscar López cuando éste comandaba a su vez el gabinete del presidente del Gobierno, como desveló ABC. Pero ellos no eran los únicos que conocían el documento antes de que acabase en los medios, pues «existían otros estamentos de la Administración Estatal y/o del PSOE que sabían igualmente de la existencia de ese email y pretendían que Lobato lo hiciera público». Entre ellos, dos personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez: el entonces secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés , y quien, poco después de que ABC destapase el escándalo, le sustituyó en el puesto, Ion Antolín, hasta entonces jefe de prensa del PSOE . También Laura Sánchez, directora de comunicación de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, habría tenido conocimiento de ese documento privado. Es la principal conclusión a la que ha llegado la Guardia Civil tras analizar el contenido del móvil de Lobato para el juez del Tribunal Supremo que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz , por revelación de secretos en relación a la filtración de ese email donde el abogado del empresario Alberto González Amador reconocía ante un fiscal la comisión de dos delitos contra la Hacienda Pública. Noticia Relacionada estandar No La UCO descubre que se han borrado los mensajes en los móviles de García Ortiz los días de la filtración del novio de Ayuso Nati Villanueva y Carmen Lucas-Torres El fiscal general del Estado recibió en su cuenta personal dos emails de la jefatura de la Fiscalía Provincial de Madrid con los correos intercambiados entre la defensa de González Amador y el fiscal que lo investigabaEl informe, al que tuvo acceso ABC, repasa la cadena de mensajes que mantuvo Lobato a primera hora del pasado 14 de marzo, cuando Sánchez Acera le envió por Whatsapp el mencionado email . La noche anterior, distintos medios habían publicado información contradictoria sobre el tema, pero ninguno había mostrado el documento. Sánchez Acera pedía a Lobato que lo usara en la Asamblea de Madrid frente a Díaz Ayuso y él lo primero que hizo fue cuestionar el origen del documento. Temía que pareciese «dado» por la Fiscalía.La clave es que lanzó la misma pregunta a la vez tanto a Sánchez Acera como a Vallès, por lo que la Guardia Civil da por hecho que el entonces secretario de Estado de Comunicación «tenía constancia de la existencia de ese email antes de su publicación en medios». Él, en todo caso, no le envió «una respuesta inmediata». Pasaría más de media hora hasta que contestó. Sánchez Acera sí respondió a Lobato sobre la marcha, como desveló este diario y apuntala la Guardia Civil. Zanjó sus dudas con un «porque llega» y «la tienen los medios». «Vamos a verlo para que estés más respaldado», le dijo. Tras unos minutos en los que se presume, comprobó que el documento no había sido publicado, anunció a Lobato que saldría en prensa «antes» de que arrancase la sesión de control y podría así utilizarlo contra Ayuso sin problema. Para la UCO, «esta aseveración indicando un momento concreto podría ser indiciaria de que, pese a que en estos momentos el correo íntegro no está publicado, el mismo habría sido facilitado a algún medio de comunicación » por la propia Sánchez Acera. En todo caso, da por acreditado que ella accedió al correo original antes de que saliese en prensa.La UCO le atribuye además «cierto dominio del hecho» de la publicación del email, que se produjo al cabo de 36 minutos en ‘El Plural’. «Parece razonable afirmar que, a esa hora (8.54), este medio no disponía todavía del correo electrónico íntegro que se publicaría poco después o, al menos, no le había dado tiempo a incluir el mismo (o una referencia a éste) en la noticia», apunta la UCO.Antes de estar en la prensaLa respuesta de Vallès al mensaje de Lobato no llegó hasta después de esa publicación. A las nueve y media de la mañana le envió el link como contestación a su pregunta sobre el origen del documento. También la directora de El Plural, Angélica Rubio, escribió a Lobato en aquellos momentos rebotándole el enlace para aclararle «la verdad». La noche anterior, el diario El Mundo había publicado que la Fiscalía había ofrecido un pacto al novio de Díaz Ayuso, cuando el email evidenciaba que fue el abogado de González Amador quien pidió un acuerdo. Lobato no contestó. Antes de la publicación del correo y cuando Lobato seguía con la zozobra por las indicaciones de usar un papel cuyo origen desconocía (la Guardia Civil da por hecho que era consciente de que podía tratarse, cuando menos, de una irregularidad), había acudido a su gente de confianza para comentar el tema. Escribió al grupo de Whatsapp que comparte con el director del gabinete del grupo parlamentario socialista en la Asamblea de Madrid, David del Campo, y con la diputada regional Marta Bernardo para contarles lo que estaba pasando. «Y Pilar quiere que yo saque el mail de la Fiscalía. Que no ha salido, pero que lo saque yo. No puede ser», les dice. CensuradoDel Campo responde tajante: «No lo hagas» . «Secretario de Estado de Comunicación. Dircom del PSOE. Dircom de la ministra de Vivienda. Estos tres también me han escrito con lo mismo», le advierte. De aquí concluye la Guardia Civil que el conocimiento sobre ese email cuya filtración investiga el Supremo iba mucho más allá de Sánchez Acera y de Lobato, pero el informe revela también la desconfianza de este con la maniobra. Aquella mañana, Lobato mostró el correo comprometedor en la Asamblea de Madrid frente a Ayuso y no usó el ejemplar que le había dado Sánchez Acera, sino el que difundió ‘El Plural’. La diferencia, que el primero estaba íntegro, con todos los datos de emisor y receptor a la vista. El segundo se había censurado en estos extremos para su publicación. Hasta en eso se cubrió Lobato, que meses después, con la causa abierta en el Supremo, acudió a un notario para dejar constancia de todo. La investigación intenta aclarar de dónde salió el email en primer lugar, con todas las miradas sobre el fiscal general, porque cuando se publicó la información errónea sobre el pacto con González Amador , ordenó recabar todas las diligencias sobre el empresario así como las comunicaciones con su defensa. De este modo, la noche que empezó a difundirse en la prensa la versión correcta de lo sucedido, con entrecomillados del correo aunque sin reproducirlo, estaba en su poder. A la mañana siguiente, la Fiscalía de Madrid emitió un comunicado sobre el asunto. Esa nota, por cierto, la envió Del Campo al grupo de Whatsapp con Lobato. Fue la que suscitó la primera querella por revelación de secretos. El informe detalla también que la investigación sobre el empresario era motivo de conversación entre los socialistas. Consta un mensaje a Lobato del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán , pidiéndole que en línea con lo que iba a hacer Pedro Sánchez frente a Alberto Núñez Feijóo, instase dimisiones. «No te quedes en si lo sabía, hay que pedir la dimisión […] Tiene que salir todo el PSM [Partido Socialista de Madrid] pidiendo la dimisión de Ayuso», le dijo. «Cada vez salen más evidencias de la operación organizada con todo el aparato del Estado, que controla Sánchez, contra una adversaria política. Eso es inadmisible. Sánchez es un cobarde», dijo Ayuso al respecto este jueves.
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