La directora de Programas de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, Cristina Álvarez, que ha declarado este viernes como testigo ante el juez que investiga a Begoña Gómez, ha afirmado que desde que entró a trabajar en el Gobierno, en julio de 2018, lo hizo para ocuparse de la agenda de la mujer del presidente del Gobierno y sus actos institucionales.Álvarez, que llegó a su cita ante el magistrado Juan Carlos Peinado acompañada del abogado penalista Chema de Pablo, sostuvo que su nombramiento en Presidencia fue para asistir a Gómez. Según fuentes presentes en su declaración, el magistrado le pidió su número de teléfono profesional para futuras diligencias.Begoña Gómez la llamóSegún ha trasladado la testigo, fue la propia Begoña Gómez quien, nada más llegar Pedro Sánchez a la Moncloa, la llamó – ambas habían trabajado juntas en la compañía de Marketing Inmark, Álvarez como subordinada de Gómez, como desveló ABC – para decirle que tenía la capacidad de tener a una persona de asesoramiento y quería que fuera ella. Según ha argumentado, siempre le dijeron que ella era «un cargo de confianza».Así, aunque el nombramiento fue de Presidencia, como funcionaria nivel 26 con un salario de 49.000 euros brutos al año , fue directamente la mujer de Sánchez quien lo instó. Ella le habría dicho que esta figura de persona de confianza de la mujer del presidente ya había existido en gobiernos anteriores, según trasladan fuentes jurídicas que ha manifestado.Según su explicación a preguntas del juez y la acusación popular Hazte Oír, su labor desde que comenzó a trabajar en Presidencia ha sido la de estar disponible 24 horas, los 365 días del año para las necesidades de Gómez: estar en contacto con los escoltas, el personal de Seguridad y también con Protocolo para sus eventos. Afirmó que de todas sus gestiones, siempre ponía en copia a la mujer de Sánchez en un correo de gmail. Sobre un mail que envió a Reale Seguros en el que pedía que continuara patrocinando la cátedra de Transformación Social Competitiva que Gómez codirigiría en la Complutense, Álvarez ha afirmado que se trató de un favor personal que hizo a su amiga. Entre la documentación aportada a la causa del Juzgado de Instrucción 41, en la que Gómez está investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e instrusismo profesional, figura un correo de febrero de este año que envió desde una cuenta personal de gmail a un responsable de dicha compañía pidiendo que no dejaran de financiar la iniciativa en un momento en que vencían los cuatro años del convenio inicial y tocaba renovar: «Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como Patronos de la Cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis».Los mails intercambiados con personal de la Complutense y la cátedra extraordinaria los envió desde su correo profesional y también intercambió WhatsApps en 2022 con el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad, Juan Carlos Doadrio. Este viernes, ha expuesto ante el juez cuáles son las direcciones de sus dos correos, el corporativo y el personal. Ha reconocido que intercambió mensajes con Doadrio porque fue la persona de confianza a la que Begoña Gómez le indicó que debía dirigirse cuando ella no estaba disponible.Advertencia de sanciónEl juez ha advertido a los representantes legales de las acusaciones y la defensa presentes de que ha abierto una pieza separada disciplinaria en la causa por las declaraciones sobre la causa que todos han ido haciendo a la salida de los juzgados ante los medios de comunicación. Todos se enfrentan a una posible multa por este motivo.
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