EE.UU. evita el cierre del gobierno tras un acuerdo de última hora y pese a la presión de Trump

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EE.UU. evita el cierre del gobierno tras un acuerdo de última hora y pese a la presión de Trump

Fue una crisis marcada por amenazas en redes sociales, acusaciones cruzadas en televisión y titulares escandalosos en la prensa, pero al final poco más. Los demócratas evitaron en el límite que los republicanos comenzaran el año, y probablemente el mandato de Donald Trump , con un cierre del gobierno. A apenas seis horas del plazo, este viernes, la Cámara de Representantes aprobó la medida de financiación, evitando un cierre de la administración, con un inusual acuerdo bipartidista. Sin embargo, esta crisis innecesaria deja claro que Trump regresa con fuerza y con su viejo estilo: llevar la máquina política al límite final . El Senado tiene previsto ratificar la norma, sin contratiempos esperados, antes del plazoLa ley salió adelante con una amplia mayoría de 366 votos a favor, 34 en contra y una abstención , con el apoyo bipartidista necesario para sortear la crisis. En total, 170 republicanos y 196 demócratas votaron a favor del proyecto, mientras que 34 republicanos lo rechazaron. Ningún demócrata votó en contra, lo que permitió a la bancada demócrata salvar a los republicanos, divididos por las presiones del presidente electo Trump y su exigencia de incluir la suspensión del techo de deuda, algo que finalmente quedó fuera del acuerdo. Noticia Relacionada estandar Si EE.UU. insta a los rebeldes sirios a ser incluyentes y respetar todos los credos David AlandeteLa votación puso de manifiesto la fractura en las filas republicanas , incapaces de alcanzar un consenso interno y dependiendo del respaldo demócrata para evitar la parálisis del gobierno. Hubo tres votaciones. La primera fracasó escandalosamente después de que Elon Musk y Trump se opusieran, al considerar que el proyecto contenía demasiado gasto público y excesivas concesiones a los demócratas. El segundo intento, que sí incluía la exigencia clave de Trump —la suspensión del techo de gasto—, también fracasó debido a la resistencia de 40 republicanos que defendían la austeridad y la responsabilidad fiscal, desafiando al presidente electo. Finalmente, se retomó un acuerdo bipartidista que dejó de lado la demanda de Trump, lo que provocó malestar entre sus aliados más leales en el Capitolio.Sus señorías, los diputados, intercambiaban sonrisas durante la votación, se felicitaban las fiestas y se despedían con un «nos vemos en enero». Trump, sin embargo, ha tomado nota de quiénes han pasado por alto sus demandas y quiénes le han apoyado. Si algo ha demostrado el expresidente y futuro presidente es que no olvida ni perdona , y sabe devolver los golpes cuando llega el momento, aunque sea meses o años después.El acuerdo, alcanzado apenas horas antes del plazo límite de la medianoche, incluye ayudas para desastres naturales y apoyo a la agricultura . Sobre todo, permite al gobierno seguir funcionando y a los funcionarios seguir cobrando en plena temporada navideña.Una vez más, el Capitolio se sumió en una fase febril de negociaciones y enfrentamientos que evidenció la creciente polarización política en Estados Unidos. A pesar de que los republicanos controlan la Cámara de Representantes y están a punto de asumir el poder total en el Ejecutivo y el Legislativo, no lograron unificar posturas. La presión de Trump, respaldado por Musk, no hizo más que profundizar las divisiones internas, exponiendo las tensiones entre el ala más radical del partido y los conservadores pragmáticos. Lo que Trump quería: había planteado la posibilidad de forzar un cierre gubernamental si era necesario, sabiendo por experiencia que, cuando ocurre, los ciudadanos tienden a culpar al presidente en funciones. (Él mismo se enfrentó a dos cierres durante su mandato, también en Navidad, con largas colas de funcionarios buscando comida gratuita, edificios cerrados y un clima de amargos reproches). «Recordad, la culpa y responsabilidad es de quien está en la Casa Blanca», escribió el viernes en sus redes sociales. Su sueño era entrar en el Despacho Oval sin tener que preocuparse del techo de gasto, para poder bajar impuestos y aprobar las ayudas que ha prometido. Con Joe Biden ausente y Kamala Harris suspendiendo un viaje para quedarse en Washington, los demócratas lograron posicionarse como la única fuerza capaz de garantizar la estabilidad institucional, en marcado contraste con el caos reinante en las filas republicanas. Para esos mismos demócratas, que sufrieron una demoledora derrota en las elecciones de noviembre perdiendo todo el poder en Washington, este es un pequeño éxito en medio de un panorama político adverso, casi desolador.Este innecesario tira y afloja ha dejado al presidente de la Cámara, el congresista Mike Johnson, en una posición delicada. Aunque aspira a ser reelegido en enero, ahora no tiene claro si cuenta con suficientes apoyo dentro de su bancada, cada vez más fracturada. Por si acaso, este viernes, tras la votación, Johnson dejó claro que «las cosas serán muy diferentes por aquí» cuando los republicanos asuman el control total de ambas cámaras del Congreso en enero. Mientras tanto, aliados de Trump, como el senador Rand Paul, han comenzado a sugerir que el millonario Musk podría reemplazar a Johnson como presidente de la Cámara.Aun así, y en aras del espíritu navideño, el buen ambiente reinó en la Cámara de Representantes tras la aprobación de la ley. «Orden, orden, orden», pidió el congresista Marc Molinaro, de Nueva York, que presidía la sesión. «Se solicita a los miembros que se lleven su alegría fuera del recinto».

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