¿Qué representa España para Donald Trump?Yo no puedo hablar en nombre del presidente, pero sé que él tiene un gran cariño y un gran respeto por Europa en general. Él sabe que la Península Ibérica tiene una gran influencia sobre Iberoamérica. En consecuencia, él toma la relación con España buscando un camino que nos pueda resolver muchos problemas en Centro y Sudamérica. Eso esta planteado.Noticia Relacionada reportaje No El Trump adolescente: el liderazgo entre gritos de un triunfador Juan Fernández-Miranda Isilio Arriaga conoció al presidente electo de EE.UU. a los 12 años, en la Academia Militar de Nueva York. Allí se empezó a forjar la personalidad del hombre más poderoso del mundo: «Una vez que anda en una misión, o lo acompañas o lo dejas. Si te quieres oponer, prepárate»En Europa hay verdadera preocupación porque Trump cambie las relaciones trasatlánticas…Tiene ciertos resentimientos con el tema del comercio entre Europa en general y EE.UU. Por eso él ofrece, no amenaza, ofrece el tema de las tarifas, porque él busca una compensación. Los productos agrícolas de EE.UU. entran a Europa en cantidades mínimas con una tarifas elevadas. En cambio, lo que Europa envía para acá no tiene tarifas, o es mínima. Él dice: tiene que haber una compensación porque sí, EE.UU. es un país rico, pero Europa también.Otra cuestión que preocupa tiene que ver con la alianza en defensa, con una guerra en Ucrania que se está cronificando.Europa puede aportarle a la OTAN tanto como lo que EE.UU. está aportando. ¿Hay riesgo cierto de que se retire de la OTAN?Ahora no. En este momento él tiene clarísimo que todos tienen que pagar. Cuál es la consecuencia de que no paguen, no lo sé, no puedo leer su mente, pero está clarísimo que corregir esa irregularidad en los compromisos de Europa tiene que llevarse a cabo. Se tiene que cumplir, porque la defensa de Europa empieza por los europeos. EE.UU. estará allí, pero empieza por los europeos. Eso lleva siendo así desde la Segunda Guerra Mundial.Pero eso debería cambiar, lo ha dicho él. Tiene que nivelarse. Él no tiene intención de retirarse de la OTAN, pero sí quiere una nivelación, una participación más activa de Europa en su defensa.¿Cuál es la relación con el Gobierno de Pedro Sánchez?A Trump todo lo que tenga que ver con socialismo le enerva la piel , con el ‘wokismo ‘, con el nuevo marxismo cultural … Es algo que él no lo ve con gusto. ¿Cuál será la diplomacia? El nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, tendrá que darle las recomendaciones correspondientes, pero lidiar con Pedro Sánchez no es fácil, aunque yo creo que Trump tiene eso bastante claro y sabe manejar ese tipo de cosas: no con el mazo dando, ni muchísimo menos, pero dejando saber que hay cosas que a él y a los EE.UU. no les agradan. La relación de Pedro Sánchez con el Partido Demócrata era óptima. A él todo lo que tenga que ver con socialismo no lo satisface. Pedro Sánchez es equiparable al Partido Demócrata, ¿el problema es que gobierna con un partido que incorpora al Partido Comunista? Eso es lo que incomoda al presidente e incomoda a Marco Rubio: la relación de izquierdas y la manera que se llevó a cabo la última elección de Pedro Sánchez. No puedo decir que es inaceptable porque es un problema de los españoles, pero es algo difícil de tolerar.¿Cuál es la posición de Trump respecto a Venezuela, cuando estamos a un mes de la toma de posesión del nuevo presidente?Tanto Maduro como Ortega son dos marionetas y el que maneja las marionetas se llama Cuba. Maduro está pensando que él va a poder jugar con Trump de la manera que jugó con Biden. ¿Qué opinión tiene Trump de Edmundo González y de María Corina Machado?Siento que hay un poquito de frialdad, porque creo que María Corina y Edmundo pusieron todos los huevos en la canasta de los demócratas. Creo que han podido tener un poquito más de acercamiento a lo que era en ese momento el Partido Republicano liderado por el presidente Trump. Se están dando cuenta de que cometieron un error y ahora están buscando a ver por dónde entran. Murió el rey, viva el rey, eso es específicamente lo que está sucediendo.«Hay un poquito de frialdad con María Corina y Edmundo: pusieron todos los huevos en la canasta de los demócratas»Aún sabemos poco del equipo que acompañará a Trump.El presidente entrante tiene que nombrar alrededor de 4.000 personas directamente, algunas requieren aprobación del Senado y otros entran en órganos ejecutivos en las distintas agencias y departamentos. En su anterior Gobierno él no pudo nombrar personas de su lealtad , lo está haciendo ahora y casi nadie sabe cómo está ocurriendo. Trump ahora se va a rodear de sus más leales, gente en la que él pueda confiar ciegamente, que sepa que no le vayan a dar una puñalada por la espalda, como hicieron durante sus primeros años. Un ejemplo, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, que le bloqueó no sé cuántos procedimientos porque sencillamente no estaba de acuerdo con que un ‘outsider’ estuviera comandando el partido, que ellos lo tenían como un pequeño club de élites, un partido elitista. Eso era el Partido Republicano. Digamos que Trump ha aprendido la lección. Aprendió la lección y aprendió a gobernar. De los 4.000 que nombró, por lo menos la mitad no eran amigos y luego estaban los empleados gubernamentales bloqueándole la gestión. Se lo hicieron difícil. Ahí es donde está la resiliencia de este hombre. ¿Es posible que Trump se indulte a sí mismo?Se ha discutido mucho aquí. No va a ser necesario, pero hay legalistas que dicen que sí lo puede hacer y otros que no. Creo que no necesita hacerlo. Viendo lo que acaba de hacer el presidente saliente con su propio hijo. La hipocresía es impresionante.¿En qué se diferencia del Trump del que llegó por primera vez a la Casa Blanca?En que aprendió la lección, ha cambiado en que ahora sabe gobernar, ha cambiado en que ahora sabe de quién se tiene que rodear, ha cambiado en que aprendió quiénes son sus amigos y quiénes son sus adversarios. Aprendió. Él vino con la mejor buena voluntad en 2016, pero no supo con qué se iba a encontrar. Él mismo relata que antes de haber sido electo en 2016 él había ido a Washington dieciséis veces nada más, él no tenía idea de la podredumbre con que se iba a encontrar. Ha cambiado, sabe lo que está haciendo, tiene sus políticas claras, las ha dicho, están escritas, en cada mitin soltaba dos o tres. Cambió, cambió para bien.Donald Trump es un personaje caricaturizable.Él es absolutamente caricaturizable. ¿Por qué le sale eso? El creció en el meollo de Nueva York, en Queens, con los sindicatos, y él se sabe manejar en ese mundo de ser tosco pero a la vez tener mano izquierda. Cuando él hizo esa política de los tuits, lo hizo a propósito porque eso lo convirtió en la conversación de todos los medios de comunicación. Era su forma de gobernar, porque él sabía que no contaba con un Congreso amigo. Él sigue siendo así, un duro a través de los mensajes. No tiene miedo a la prensa para nada.
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