¿Ernest Urtasun? Fueron muchos en el sector de la cultura los que se preguntaron quién era el hombre que aparecía por noviembre de 2023 en todas las quinielas para ocupar el ministerio después de que Sánchez pactara con Sumar y los independentistas su continuidad en el Gobierno. A Urtasun se le conocía en la arena política por su papel como portavoz de la formación heredera de Podemos, pero su relación con la cultura era inexistente. Después de su primer año completo al frente del departamento –la primera vez en décadas que lo ocupa un partido diferente al PSOE o al PP–, ya todos saben quién es. El ministro antitaurino ha tirado de ideología para dar su particularísima batalla cultural. El boicot a los toros y los planes para descolonizar los museos se llevan la palma, pero Urtasun también ha tirado de memoria democrática y del tímido #metoo español para completar su perfil ministerial. En el debe, las dos únicas leyes que se están tramitando vienen de la época de Iceta y la que iba a ser su gran ley, la de los Derechos Culturales, se ha quedado en un plan normativo. PP y PSOE coinciden en que el diálogo y el consenso que reinaba en los temas culturales ha volado por los aires y Urtasun, en el tiempo libre que le deja la portavocía de Sumar, aprovecha para hacer oposición: a sus propios socios de Gobierno, que tratan de tutelarlo desde La Moncloa, y al PP, con Ayuso como enemiga número uno.Lo del ‘ministro antitaurino’ es un calificativo que Urtasun recibió antes de asumir la cartera y tardó seis meses en anunciar la supresión del premio Nacional de Tauromaquia. Con él como ministro, dijo, no habría subvenciones para los toros: ha orillado la Fiesta también de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes y ha dado su apoyo a una iniciativa popular que busca eliminar la protección patrimonial con que cuentan los toros. Por negar, hasta le negó el aplauso a El Juli en una entrega de premios. Marc Lamuà , portavoz de Cultura del PSOE, lamenta que los toros se hayan convertido en un tema divisivo. «Nuestra línea de ni prohibir ni promover los toros iba en ese sentido de mantener la cohesión necesaria en materia de cultura». S ol Cruz-Guzmán , del PP, es más contundente: «Este ministro ha venido a destruir todo lo que sea o signifique la unidad de España. Y la tauromaquia, para ellos, es unidad de España. Están intentando dividir».Noticia Relacionada estandar No Urtasun hace oficial la supresión del premio Nacional de Tauromaquia Jaime G. Mora Cultura publica en el BOE la orden que hace oficial la supresión del galardón que impulsó Zapatero en 2011. El ministro justifica la decisión en que unas 3.000 personas apoyan la medidaA este afán por mantener viva la confrontación achacaron muchos la descolonización de los museos españoles: a principios de año, en enero, Urtasun provocó su primera gran polémica con el anuncio, y en julio constituyó dos grupos de trabajo en los museos de América y de Antropología para avanzar en esos planes. Por el camino, estos centros han asumido términos históricamente discutibles, como el de Abya Yala para referirse a América, y se ha puesto en cuestión el origen de algunas colecciones, con el tesoro Quimbaya como gran protagonista: Colombia lo reclama, Sumar es partidario de entregarlo pese a los informes que lo desaconsejan y el ala socialista del Gobierno maniobra para impedirlo. Algunas regiones están aprovechando para recuperar algunas piezas. La Comunidad Valenciana (gobernada por el PP) trabaja para el regreso de la Dama de Elche y el Cabildo de Tenerife reclama la momia guanche, que también custodia el Museo Arqueológico, en Madrid.Polémicas como la de los toros o la descolonización «se inscriben en los intereses de algunas formaciones, más a los extremos del espectro político, de convertir la cultura en un espacio de pelea política. Esa batalla cultural, y creo que Vox es especialmente agresivo, intenta arrastrar y exacerbar este tipo de debates que son complejos y muy divisivos. Uno de los errores en los que se está cayendo en esta legislatura es no saber frenar como conjunto, como representantes de la Comisión de Cultura, que estos temas acaben siendo preponderantes en nuestras sesiones. Yo creo que no hace ningún favor a la cultura», opina Lamuà. El portavoz habla de extremos políticos: a un lado está Vox, al que menciona directamente; y al otro, aunque no lo cite, Sumar y sus partidos satélites. «Este ministro ha venido a destruir todo lo que sea o signifique la unidad de España. Y la tauromaquia es unidad de España. Están intentando dividir» Sol Cruz-Guzmán Diputada del PP«La batalla cultural intenta arrastrar y exacerbar debates que son complejos y muy divisivos. Es un error no frenarlo» Marc Lamuà Diputado del PSOE«Ha sido un año perdido para la cultura. El ámbito legislativo está totalmente muerto. La Comisión de Cultura solo se activa cuando el PP lo denuncia», critica Gruz-Guzmán. Dos leyes han llegado al Congreso, y las dos vienen de la etapa de Iceta. Urtasun prometió unidad y urgencia con la ley del Cine; y el año ha acabado sin unidad -porque el ministro no ha conseguido poner de acuerdo al sector-, y con cierto retraso, pues aún están en la fase de presentar enmiendas a la totalidad. El texto es el mismo que aprobó Iceta en su día, igual que ocurre con la ley para la Oficina de Derechos de Autor, un texto más técnico, sin demasiada chicha política, para el que todavía no se ha constituido la ponencia. «No salen porque nadie se fía; sus socios no se fían, nosotros no nos fiamos y el sector también ha perdido la confianza», valora Cruz-Guzmán, diputada del PP.La gran apuesta en el ámbito legislativo iba a ser una ley de Derechos Culturales , pero vistas las dificultades se ha quedado en un plan. Para ello, Urtasun ha creado una nueva dirección general (tras suprimir la Dirección General de Industrias Culturales) desde la que van saliendo anuncios, como la creación de una unidad de atención y prevención ante las denuncias de abusos sexuales en el sector o un plan de igualdad que impondrá cláusulas de género para acceder a subvenciones o acceder a algunos puestos. Cultura está trabajando en la redacción de ese plan, pero hay muy poca información al respecto. «Hemos pedido la comparecencia de la directora general, pero no viene», lamenta el PP.Al frente de los Derechos Culturales se ha situado Jazmín Beirak, procedente de Más Madrid, pero no es el único cambio que ha hecho Urtasun en el ministerio. Poco a poco ha ido metiendo a gente de su cuerda. En el Inaem salió Joan Francesc Marco para que entrara Paz Santa Cecilia, pero nada se sabe de su prometida y siempre pendiente reforma del departamento encargado de promover la música y las artes escénicas. Dentro de sus unidades ha habido también varias salidas, entre ellas la de Lluís Homar, solo cuatro meses después de que lo renovaran, acusado de haber cobrado por unos trabajos que no hizo. Urtasun ahora presume de paridad, ya que cuatro de ellas están lideradas por mujeres. En la Dirección General de Patrimonio Cultural ha entrado Ángeles Albert en lugar de Isaac Sastre, señalado por torpe gestión en la restitución de obras confiscadas por el franquismo. Aguantan los directores generales del Libro y del Cine, y la Biblioteca Nacional ha estrenado nuevo director.Un año en fotos De arriba abajo: Urtasun le niega el aplauso a El Juli; secado de ejemplares mojados en la BNE; saludo con Almodóvar ABCLo que Urtasun no ha podido frenar es la creación de una Oficina de Asuntos Culturales en La Moncloa , con la socialista Manuela Villa al frente. Sánchez recurrió a su secretaria de Cultura en el partido para tutelar al portavoz de Sumar. ¿El resultado? Una suerte de competición entre ellos para irse anotando titulares. Ha ocurrido con los temas relacionados con lo que la izquierda llama memoria democrática. Urtasun presumió de adelantarse a los ministerios socialistas al publicar el primer inventario de bienes confiscados ilegalmente tras la Guerra Civil (lo hizo con ocho meses de retraso). Los socialistas, en cambio, se le adelantaron en el Cabildo de Gran Canaria al devolver cinco cuadros incautados a un alcalde republicano. Esto por la izquierda; por la derecha Urtasun está empeñado en hacerle la oposición a Ayuso. Cultura protestó contra la tala de árboles en el Paisaje de la Luz y ha puesto palos en las ruedas en el proyecto de la Comunidad de Madrid para salvar del abandono Velintonia, la histórica casa de Vicente Aleixandre .Entre las fotos que Urtasun hubiera querido evitar, la de las goteras de la Biblioteca Nacional (BNE). Y no es porque este diario no lo avisara. Antes de que el agua inundara algunas salas de la BNE en octubre, ABC informó de otros dos episodios tan graves o más. Urtasun necesitó casi un año para reaccionar y anunciar unas obras por valor de 8 millones para una reforma integral . La BNE tiene «un problema estructural de la gestión de aguas, que afecta a las más de 100 bajantes que se reparten» por todo el edificio. La ausencia de Presupuestos no ha impedido a Cultura destinar, en materia de infraestructuras, 12,5 millones a rehabilitar Tabacalera, 25 para el Museo Arqueológico de Sevilla, 6 para adecuar el Banco de España en Soria como Centro Nacional de Fotografía, 6,5 para el Museo Sorolla, 9 para el Museo de Arte Romano de Mérida… y 82,7 para construir la Biblioteca Pública del Estado en Barcelona .Noticia Relacionada estandar No Sánchez encarga a Manuela Villa tutelar a Urtasun Jaime G. MoraUrtasun cierra el año con un nutrido álbum de fotos con famosos de la cultura, preferentemente afectos a la ‘causa progresista’: de Bardem a Almodóvar, pasando por Rozalén o Alberto San Juan. Sumar ha aprendido del PSOE que en época de elecciones conviene tener a este sector cerca. Pero ya lo avisó Chirbes, poco sospechoso de derechista, allá por los años 70: «Resulta más peligroso el poder que te halaga y te favorece que el que te ignora o te persigue». Podría ser un buen propósito para 2025.
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