Ha sido presidente de la Federación Española desde 1991, y justo ahora que lo deja, se lleva uno de los grandes disgustos de su trayectoria en el deporte de la pelota vasca. Después de un día «muy complejo», Julián García Angulo atiende a ABC para explicar lo ocurrido tras la incorporación del País Vasco a la Federación Internacional.–¿Cómo analiza lo sucedido en Pamplona?–Esto viene de lejos. El año pasado, la Federación de Euskadi solicitó integrarse a la Internacional en base al acuerdo PSOE-PNV en la Ley del Deporte. Aceptaron esa solicitud y convocaron una Asamblea Extraordinaria, pero se hizo una gran labor, sobre todo desde el Comité Olímpico Español, hablando con los países implicados, y conseguimos que esa Asamblea no se llevara a cabo porque sabían que la iban a perder. Desde entonces ha sido un año duro, con mucha presión política. El presidente de la Federación Internacional está entregado al Gobierno Vasco, y ellos han ido manejando la situación. Han convocado una Asamblea el 28 de diciembre, cuando siempre se han celebrado coincidiendo con campeonatos internacionales, y este año habían tenido dos oportunidades para ello. Pero es evidente que querían poner dificultades para que los países que nos apoyan tuviesen problemas para asistir.–Y lo han conseguido…–Cuando han visto que Cuba venía o que yo podía estar al no haberse celebrado aún las elecciones a la Española, han montado su estrategia. A Cuba le han comunicado una inhabilitación por renunciar a un torneo en septiembre, y a mí me han impuesto una sanción por incumplir el código ético. Dicen que critiqué a la Federación en una entrevista, y que eso daña la imagen de nuestro deporte. Iniciaron el proceso en el último momento, casi sin tiempo para hacer alegaciones. Está claro que hay premeditación en ello para que ninguno pudiéramos votar.–Tampoco dejaron participar a su acompañante, el director de competiciones de la Federación.–Al principio le han dejado asistir a la reunión, pero cuando han hecho sus números han parado y han dicho que no podía estar porque no pertenecía a la junta gestora que está ahora al mando. Esa norma no existe. Lo han expulsado también, y España se ha quedado sin poder votar.–¿El cambio de los Estatutos y la inclusión de Euskadi estaban en el orden del día?–No. Los han incluido por otro artículo de los Estatutos que permite tratar asuntos si lo aceptan dos tercios de la Asamblea. Pero es que solo estaban representados siete de los catorce países miembros. Me parece muy grave que un cambio estatutario se apruebe de esa manera. Primero han votado eso, y luego las mismas personas han aprobado la inclusión de Euskadi. Nos sentimos indignados.–¿Hay algún precedente de un cambio de Estatutos que se haya hecho de esa manera?–Nada. Han hecho lo mismo que querían hacer el año pasado y no pudieron, pero esta vez sin avisar a nadie. Uno ha cogido el ordenador y ha leído el cambio que proponía en el orden del día.–¿Qué pasos pueden dar ahora?–No vamos a parar aquí. Vamos a tirar hacia adelante hasta las últimas consecuencias. La manera en que se ha hecho esto es un atropello para España. Nos vamos a reunir para ver hasta dónde podemos llegar y cómo lo podemos denunciar, tanto al Comité Olímpico Internacional como al Tribunal de Arbitraje Deportivo y al Consejo Superior de Deportes. No se puede permitir lo que se ha hecho. Iremos a la justicia ordinaria si hace falta.–Precisamente, el CSD es quien debe validar ahora la decisión de la Federación Internacional. ¿Esperan sorpresas?–Lo lógico es que lo validen, aunque me consta que hay algún movimiento ya para que no lo permitan. Hay dos cuestiones. Yo no entro a valorar si la Federación del País Vasco tiene que estar o no, si eso se hace y se logra por una vía de normalidad. Es decir, que se presente y todos los países voten sabiendo lo que hay. Pero es que la forma en que se ha hecho es indignante, una auténtica vergüenza.–¿Esta decisión puede afectar al futuro de la Federación y del deporte? El COI no lleva bien este tipo de maniobras.–Efectivamente. No somos una modalidad olímpica, pero sí tenemos el reconocimiento del COI, y no sabemos qué puede pasar ante esta denuncia y ante el resto de irregularidades de la Federación Internacional.–¿Por qué dice que Xavier Cazaubon, presidente de la Internacional, está al servicio del Gobierno Vasco?–Hay un acta de una reunión directiva de la Internacional del año pasado en la que el secretario general, que es un argentino, explicaba que si se aprobaba la incorporación de Euskadi las federaciones recibirían una mayor aportación económica para el deporte de la pelota. Es descarado. ¿Qué conclusión sacas? Que hay un acuerdo económico por detrás. El presidente le está haciendo un flaco favor al deporte. Voy a pedir también su dimisión.–¿Qué le ha dicho el CSD cuando han hablado en el pasado sobre este tema?–Esto viene de antes de Uribes, de cuando estaba Víctor Francos. Y a mí me decía que era algo que había decidido el Gobierno y que poco podía hacer. Hemos hablado mucho con el CSD, también con el director general de Deportes. Les hemos transmitido nuestra preocupación por este asunto desde el principio. No pueden mezclar a las Federaciones en temas políticos. No hay derecho a que nos metan en estos asuntos y que encima luego paguemos las consecuencias. ¿Por qué la pelota y el surf sí y el resto de deportes no? ¿Somos ciudadanos de segunda? Fue un chantaje político que aceptó el partido en el Gobierno y no lo valoraron bien. Pensaban que las federaciones no lo iban a aceptar y mira, ya tenemos una.
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