Entre los numerosos desafíos que esperan al Gobierno de Pedro Sánchez para el año 2025, el sector de la defensa no se prevé más tranquilo. Y menos aún con la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump , que ya demostró en su anterior mandato su exigencia con los aliados internacionales.Los miembros de la OTAN acordaron hace ya una década el compromiso de alcanzar una inversión en defensa del 2 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), y desde hace unos años se traslada el mensaje de que ese porcentaje no debe tomarse como el techo al que llegar , sino un mínimo a partir del que seguir creciendo. Los aliados hablan ya de la cifra del 3% para 2030, e incluso algunos medios han publicado que Trump exigirá a sus socios que lleguen al 5% en el próximo ciclo. En cualquier caso, todas estas cifras no serían más que compromisos o deseos a alcanzar, pero difíciles de materializar para muchos de los miembros de la Alianza Atlántica. Según cifras de la propia organización, solo 23 de las 32 naciones que conforman la OTAN alcanzarán el porcentaje del 2% en 2024.Noticia Relacionada En Estados Unidos estandar Si La inclusión de un indio en el equipo de Trump desata una ola racista David Alandete | Corresponsal en WashingtonEspaña es uno de los países que se encuentran muy lejos de ese objetivo. De hecho, con una inversión militar del 1,2%, nuestro país estaba en el último puesto de gasto en defensa en la proyección que hizo la OTAN a mediados de este año. Todo ello pese al compromiso de Pedro Sánchez de alcanzar esa mágica cifra del 2% en el año 2029 (con cinco años de retraso respecto al acuerdo inicial). Este objetivo se complica aún más con la prórroga presupuestaria de este año y la posibilidad de que tenga que repetirse ese escenario en 2025 si el Gobierno no es capaz de salir airoso el alambicado juego de apoyos con el que cuenta en el Congreso.El momento decisivo será la cumbre de la OTAN que se celebrará en La Haya (Países Bajos) a finales del mes de junio, la primera del nuevo mandato de Trump y donde Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, tendrán que dar la cara con las cifras sobre la mesa.Gabriel Cortina, analista experto en seguridad , recuerda a ABC que Estados Unidos es un país socio fundador de la OTAN y, como tal, Trump «está legitimado» para exigir a sus aliados que aumenten la inversión. Más aún cuando el Pentágono aporta más dinero que el resto de países. A ello se suma una «narrativa de política interna», el interés del presidente estadounidense en demostrar que defiende los intereses de su país y también la industria de defensa norteamericana, que saldrá beneficiada de este aumento del gasto militar. «Y no hay que olvidar la visión empresarial de Trump, que le lleva a ver la OTAN como una panda de burócratas», apunta Cortina, presidente de Artículo 30.Lo que no cree es que Trump llegue a dar el paso de abandonar la Alianza Atlántica, como ha amagado en alguna ocasión, ya que Estados Unidos tiene importantes intereses políticos, logísticos y geoestratégicos en Europa. El ejemplo más cercano es el de la base de Rota, donde la US Navy se encuentra en pleno proceso de expansión tras la llegada de un nuevo destructor norteamericano este año y a la espera de otro más en 2026, que se suman a los cuatro destinados en la base gaditana desde hace una década.«OTAN durmiente»Esa idea la comparte el analista Federico Steinberg , investigador principal del Real Instituto Elcano, que avanza en un artículo que «seguramente Estados Unidos no abandonará la OTAN», aunque sí cree que podría llevar a la Alianza a un estado «durmiente». «Una situación en la que Estados Unidos saca a sus tropas de Europa, se resiste a nombrar embajador en la Alianza Atlántica, ningunea a la organización y demanda que los europeos aumenten sustancialmente su gasto en defensa», aventura.Lo que también tiene claro es que la nueva Casa Blanca virará la política de apoyo a Ucrania, algo que la propia Robles asumió el pasado mes en una comparecencia en el Congreso. «Todos somos perfectamente conscientes de que va a haber un cambio en la Administración norteamericana, la Administración Trump, y no sabemos en qué sentido va a ser ese cambio», dijo la ministra de Defensa.
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