Ni un día de paz se da entre los gobernantes madrileños de todos los niveles; el choque es diario y no baja de intensidad ni por las fiestas navideñas. Así lo demostraron ayer, en la última jornada política a efectos prácticos, tanto el delegado del Gobierno, Francisco Martín , como la vicealcaldesa madrileña Inma Sainz, y los portavoces de los grupos parlamentarios PP, PSOE, Más Madrid y Vox. El cruce de acusaciones fue continuo y contundente, y unos a otros se enfrentaron a cara de perro por la mala gestión, el fango, las mentiras o los deseos de estrangular Madrid.El delegado del Gobierno aprovechó su última rueda de prensa del año, de balance de 2024, para extender dos ideas. por un lado, que el Gobierno central es «el que más ha apostado por Madrid» frente a la «política de bloqueo de Isabel Díaz Ayuso», que a su juicio trata de distraer «para que no se hable de sus chanchullos». Y hace una crítica a la totalidad de la gestión popular en la región, pero especialmente a su política de rebajas fiscales que «perpetúa las desigualdades, debilita los servicios públicos y fomenta un modelo injusto en el que los privilegios de unos pocos se sostienen a costa del esfuerzo de muchos».Martín acusó a Sol de «intentar boicotear» los fondos europeos Next Generation, y luego de «poner en duda su eficacia». Pero pese a «todo el fango, los bulos y mentiras, y de todas las invenciones y persecuciones, no han conseguido distraer al Gobierno de España de su principal misión: mejorar la vida y expectativas de los madrileños». En esto coincidió con él el portavoz del PSOE en la Asamblea, Jesús Celada: «Lo que hace el Gobierno central es lo que soluciona los problemas de los madrileños», afirma.Noticia Relacionada estandar Si Óscar López reclama a sus diputados en Madrid más dureza contra Ayuso y más defensa de Sánchez Mariano CallejaPese al tono bronco de su discurso, no dudó en afirmar que la institución que dirige mantiene «tendidos todos los puentes para intentar encontrar acuerdos». Una vez más, sus invectivas no merecieron la respuesta de la presidenta Díaz Ayuso, que practica con habilidad el deporte de ignorar olímpicamente al delegado.Martín no convenció a la consejera de Sanidad, Fátima Matute, que ayer mismo tachaba de «inmaduro» al delegado: «El delegado del Gobierno y sus compañeros, como no tienen cosas nuevas en las que ocupar su tiempo, porque estaría muy bien que su discurso nos dijera todas las actuaciones y medidas que van a hacer, pues se dedican a criticar».Más directa fue la vicealcaldesa madrileña, Inma Sanz, que cargó contra el «agravio permanente y el insulto diario» por parte del Ejecutivo central a la región y la capital, al asegurar que «no para de poner palos en la rueda». Por ejemplo, le recordó la «manera distinta» que tiene el Gobierno central de tratar siempre a Madrid, y le pidió «gastar menos esfuerzos en meterse con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, y dedicarse más a reforzar Cercanías para que no tenga incidencias, o dedicarse a construir vivienda y dejar de anunciar 180.000 viviendas de las que luego no se construye ni una», criticó Sanz.Desde la Asamblea madrileña, la portavoz adjunta del PP, Elisa Vigil, cargó contra el presidente Pedro Sánchez que «se atrinchera en el poder» y pretende «estrangular Madrid». Sobre el delegado del Gobierno, no le sorprendió su discurso: «¿Qué va a decir el ministro número 23 del fango? Lo que le dicta su amo, Pedro Sánchez».Pero aunque los principales protagonistas de este duelo son populares y socialistas en Madrid, no son los únicos en participar del juego. Ayer también hacía balance Más Madrid, a través de su diputado Emilio Delgado, que dio por «desaprovechada» la legislatura porque Ayuso está «convirtiendo la Asamblea en una trinchera contra el Gobierno central en vez de una máquina para solucionar los problemas de los madrileños».Urgencias hospitalariasMás Madrid demostró espíritu práctico al solicitar inversiones en aspectos muy concretos: al Gobierno de España le pidió mejoras en Cercanías, y consideró «una vergüenza» que líneas como la C5 estén permanentemente sufriendo incidentes. Además, criticó duramente el colapso que sufren las urgencias hospitalarias, agravado en estas fechas en que los casos de gripe y otras enfermedades respiratorias están alcanzando ya cifras epidémicas.La portavoz de Vox, Isabel Pérez Moñino, volvió a la carga con una vieja reivindicación: que se habilite el mes de enero para celebrar plenos, algo que fue censurado por los demás partidos, especialmente desde el PSOE, con Celada recordando que aunque no se asista a plenos, los diputados están trabajando ese mes de enero.
Leave a Reply