Da igual si el Valencia vive uno de los peores momentos de su historia, si tiene un once titular en el que la mitad de los jugadores no le conocen ni en su casa a la hora de comer o si el estadio no para de pedirle a gritos al dueño de la entidad que se vaya de una puñetera vez. Es poner un pie un jugador del Madrid en Mestalla y, además, hacerlo con entrenador nuevo, y sufrir una metamorfosis que no tiene explicación científica. Estaba el Valencia de Baraja en plan corre tú que yo no tengo ganas y, además, me canso. Y, claro, si tú eres un vago tu trabajo lo tiene que hacer otro, y el equipo llevaba meses sin darse cuenta que gente pobre no necesita criados. Al menos, en el estreno de Corberán , el Valencia recordó que sudar la camiseta es lo mínimo que debe hacer.El pero para los ches es que este Madrid ya es un Madrid muy serio y, como tantas otras veces en el pasado, logró levantar con diez un resultado adverso. Los de Ancelotti empiezan el 2025 como líderes, con dos de ventaja sobre el Atlético (que tiene un partido menos) y cinco sobre el Barça.Los primeros treinta minutos fueron los mejores de lo que llevamos de temporada para el Valencia. Equipo intenso, peleón en los duelos, vertical en las transiciones y peligroso en cada llegada al área. Courtois evitó con un paradón el gol de Hugo Duro en el 7. También otro de Almeida. Y uno más a Foulquier . El Madrid hacía aguas por ambas bandas, con Mendy y Lucas aún en modo mantecado y turrón. En su defensa, tenían pocas ayudas de Rodrygo y Vini.El portero de enfrente también sacaba brillo a sus guantes. Buena intervención a Valverde en un Madrid impreciso en zonas de tres cuartos y con un Vinicius intranquilo desde que en el minuto 30 reclamara un penalti de Barrenechea por empujón dentro del área. Hasta entonces, intentó activar el modo zen, pero es superior a sus fuerzas. Más aún en Mestalla, que le recordaba continuamente que era balón de playa. El que no fue balón de playa fue el que entró en la portería de Courtois. En el 27, Foulquier encontró a Javi Guerra libre de marca dentro del área. El canterano soltó un latigazo que repelió la mano derecha de Thibaut, pero la pelota salió escupida paralela a la raya de gol. Allí estaba Hugo Duro , también sin oposición, para marcar a placer el 1-0. Así se fue el partido al descanso, también en parte por un pie milagroso de Dimitrievski a Vinicius en el 43. Cruzó el brasileño con su zurda y el macedonio le respondió con una parada de portero de trazo grueso. El fuego con el que acabó la primera mitad continuó en la reanudación. En el 52, Tárrega realizó una acción defensiva prima hermana a la de Barrenechea con Vinicius y, esta vez, Soto Grado sí señaló el punto de penalti. Vinicius cogió el balón, Mbappé ni se acercó a él y, finalmente, acabó tirándolo Bellingham . Disparo al palo izquierdo de Dimitrievski, que estuvo a punto de tocar el lanzamiento. Si lo hubiera hecho, se hubiera repetido, porque tenía los dos pies adelantados. La pregunta es por qué no se repite aunque no lo toque. Hay que saber bastante poco de fútbol si no sabes que esos centímetros ganados de manera ilegal perjudican claramente al tirador. De esa fatalidad el Madrid pasó a otra siete minutos después. Otra habitual este año. Un nuevo gol de Mbappé anulado por fuera de juego. El sexto de la temporada. Fue por media rótula, pero fue. Ni siquiera la belleza del no tanto le exculpa de la posición ilegal. Va siendo hora de que Kylian mida mejor.Como no estaría mal que los árbitros pitaran con el mismo rasero a Vinicius que al resto de jugadores. El brasileño no suele ser ejemplo en muchas ocasiones, pero eso es compatible con una roja de chiste, otra vez en Mestalla, como hace dos temporadas. Dimitrievski simula una agresión y el VAR actúa negligentemente en las repeticiones que le enseña a Soto Grado. Tomas lejanas y repetitivas de la acción de Vini y ni una del tironcito de pelo previo del portero.Quedaban diez minutos, que fueron veinte en total por el añadido, de inferioridad numérica, y ahí el Madrid sacó ese gen que solo tiene este club. En el 86, Brahim y Bellingham se inventaron el gol de Modric . Robo del marroquí, asistencia del inglés y definición del croata. 1-1.Cualquier otro equipo hubiera replegado velas y perdido tiempo para conservar el punto, pero no el Madrid. Un grave error de Guillamón como último hombre, le dio en bandeja a Bellingham un mano a mano. Jude superó a Dimitrievski con un disparo con el interior. Regalo de Reyes anticipado y castigo divino por el poco fair play del macedonio.
Leave a Reply