Lo de los challenges, retos , desafíos… es una actividad casi intrínseca al uso de TikTok , la red de vídeos cortos que tiene enganchados a niños y adolescentes. Uno se tiene que grabar haciendo algo que se salga de lo común porque el tiempo de atención es corto y el consumo rápido. La búsqueda de likes , de esos 30 segundos de fama (ya no son 15 minutos porque nadie aguanta tanto sin swipear) lleva a algunos menores a realizar simpáticas performances que a veces se les van de las manos. El Grupo de Trabajo de Patología Traumática de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría ( SEUP ), una de las sociedades federadas a la Asociación Española de Pediatría (AEP), ha lanzado por primera vez una alerta sobre los riesgos de uno de estos retos: el ‘ Superman Challenge ‘. Este desafío consiste en que un adolescente salte hacia los brazos de unos compañeros adoptando la postura de vuelo del conocido superhéroe. En las versiones más extremas, el participante es lanzado al aire hacia atrás, vuelca hacia delante o incluso le retiran los brazos que van a sostenerlo para que caiga, multiplicando el riesgo de lesiones graves.Países como Rumanía, Francia e Israel han documentado casos de heridas, fracturas y hasta conmociones cerebrales. En España, el grupo de trabajo de Patología Traumática de la SEUP ha recabado información sobre casos atendidos en urgencias pediátricas en hospitales que pertenecen a su red en Andalucía, País Vasco o Cataluña, aunque los expertos advierten que las cifras pueden estar subestimadas, reflejando solo la punta del iceberg del problema ya que muchas veces los adolescentes acuden a urgencias y no cuentan la verdad sobre cómo se han lastimado por miedo y/o vergüenza. «Estos desafíos les exponen a riesgos innecesarios y, en ocasiones, a consecuencias graves para su salud», subraya la presidenta de la SEUP, doctora Paula Vázquez, presidenta de la SEUP.«Estamos viendo cortes, contusiones, traumatismos craneales, heridas…Conociendo la biomecánica del reto, la mayoría de las lesiones potenciales son de tipo traumático , que, en función de la gravedad, pueden dejar secuelas físicas. Sin mencionar los potenciales daños psicológicos que puede conllevar este y otros retos de Tik Tok, en los que el usuario busca una validación y si luego encima de eso tiene una lesión y hay que buscar ayuda médica hay sentimiento de vergüenza y culpa«, explica a ABC el doctor Carlos Miguel Angelats, coordinador del Grupo de Trabajo de Patología Traumática de la SEUP. La prevención en estos casos es fundamental. En un mundo digitalizado es complicado aislar a los niños y adolescentes de las pantallas, pero el experto aboga por «enseñar en casa y en la escuela las consecuencias de estos retos, estimulando el pensamiento crítico en los jóvenes para que ellos juzguen la idoneidad de los actos que están realizando». Además de esto, también recomienda tener cierto tipo de monitorización de las redes sociales. «La tecnología tiene muchas ventajas pero el exceso de uso y en edades que no corresponde depende de nosotros, como educadores y como sociedad. Este tipo de situaciones se tienen que dialogar con los niños y jóvenes para que ellos colaboren con sus inquietudes. Mantener un pensamiento abierto, no crítico, hacia ellos en un entorno seguro. Y que la vida real tome más importancia que el entorno digital«, señala el doctor Angelats. El ‘Superman challenge’ es el primer reto del que el Grupo de Trabajo de Patología Traumática de la SEUP analiza los datos de los hospitales de su red y ha hecho difusión. «Hay reportes de casos y representa una nueva forma de lesividad y de patología traumática . Es ahí donde entramos nosotros como grupo de trabajo y probablemente tengamos que estar alerta y más atentos para poder reportar estos casos e informar a la sociedad«, apunta.No es un caso aislado. En los últimos años, algunos retos virales han planteado serios riesgos físicos y psicológicos, como el de la ballena azul (un juego suicida que invitaba a los participantes a completar 50 tareas en 50 días ), el blackout challenge (aguantar la respiración hasta no poder más y desmayarse), el reto de las cajas de leche (caminar sobre una pirámide de canastas de plástico colocadas formando una escalera muy elevada e inestable que asciende y desciende), el reto del momo (una fotografía de una escultura con apariencia terrorífica incita a los menores a autolesionarse bajo la amenaza de que, de lo contrario, «volverá para hacerles daño»), o el reto del hot wate r (arrojar o beberse un vaso de agua hirviendo).Lo que hay detrás¿Qué lleva a los más jóvenes a participar en estos retos virales? «Esta red social lo que vende es que todo el mundo puede hacerse famoso siendo anónimo haciendo pequeñas películas divertidas en las que rompen las normas. Tiene tanto éxito con los adolescentes porque viene a cubrir una necesidad de aprobación y de relacionarse . Se relacionan a través del reto y se crea una especie de comunidad porque lo hacen otros. Y otra clave fundamental de Tik Tok es que puede ayudar a saber si gusto o no con menos riesgo que en las relaciones personales«, explica Raquel Huéscar , psicóloga, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid . El efecto más pernicioso de este tipo de retos, en opinión de la experta, es que «se carga el espíritu crítico» del adolescente. Para fomentar ese «espíritu crítico», la psicóloga asegura que tiene que haber por parte de los padres «un acompañamiento en lo digital con la palabra a todas las edades . Conversar sobre lo que se va encontrando«. »Hay que explicarles qué es la huella digital, que esas imágenes permanecen. Hablarles de seguridad y privacidad, ofrecerles alternativas para que el uso sea equilibrado, con un tiempo limitado, siempre teniendo en cuenta no perder lo esencial del ser humano que es verse cara a cara , mirarse a los ojos y estar con los amigos en persona«, enumera. En su opinión, la mejor preparación para lo digital es «una buena relación en persona. La mejor prevención es hacer comida en familia sin pantallas porque es en esos momentos donde, antes o después, cuentan sus cosas«, señala la psicóloga. Cuando los tiktokers son los padresAunque el tema de los retos virales parece circunscrito a los adolescentes que aún no tienen desarrollada la corteza prefrontal, algunos adultos padres también participan de otros, en los que se ven involucrados bebés o niños muy pequeños que no pueden opinar y que, aunque parezcan graciosos y anodinos, son muy cuestionables. Por ejemplo, el ‘cheese challenge’, en el que para que un bebé deje de llorar, graban y difunden cómo le tiran una loncha de queso a la cabeza; otro en el que golpean a un peluche que no quiere comer delante del niño para que coma; el ‘Egg Crack Challenge’, en el que les rompen un huevo en la frente a los niños para ver su reacción; o el del ‘flip kid challenge’ (darle la voltereta entre los dos padres a un niño muy pequeño sin que se lo espere). Respecto a este último se pronunció el enfermero Jorge Ángel Heras, más conocido como @enfermerojorgeangel en redes sociales, en un vídeo en Tik Tok en el que pedía por favor a los padres que no participasen de este reto: «No hagáis esto. En los pequeños les puede producir el síndrome del niño zarandeado o sacudido, que es un conjunto de signos y síntomas como convulsiones, irritabilidad, adormecimiento. Al final las estructuras de los pequeños no están del todo maduras y el cerebro puede empezar a chocar contra el cráneo produciéndose daños neurológicos permanentes, incluso el fallecimiento. Es una pena que vídeos como el anterior se hagan virales, por lo que hay que tener cuidado».«No hablamos de que los padres no tengan momentos divertidos, pero si esto conlleva una sobre exposición no regulada y a veces no compartida, porque hablamos de menores que no saben ni hablar en algunos casos, esto puede repercutir en una sensación de desamparo para el menor cuando sea mayor y se dé cuenta de que ha sido expuesto por las personas que deberían estar para cuidarlos y servir de ejemplo y de modelo. Pueden sentir desconfianza, miedo, baja autoestima y a largo plazo pueden sentirse deprotegidos y estar expuestos a consecuencias psicológicas no desdeñables«, advierte el doctor Angelats. En su opinión, como padres, antes de realizar con nuestros hijos cualquier reto aparentemente divertido, deberíamos plantearnos 3 preguntas : primero, ¿es seguro física y psicológicamente? Si tú crees que no va a ser seguro mínimamente, no hay que hacerlo. Segundo: ¿lo estoy haciendo porque es una actividad lúdica? Pero si la consecuencia no va a ser positiva, ¿para qué voy a hacerla si voy a acarrear miedo o humillación en mi hijo? Y por último, ¿estoy faltándole el respeto a este ser humano que está a mi cuidado? «Si cualquiera de esas respuestas son afirmativas, se debería desestimar. Y a eso agregar que se va a subir a una red social donde pueden verlo y comentarlo muchas personas y desconocidos y generar esa sobre exposición puede conllevar cierto daño psicológico, en la autoestima, ansiedad, miedo y desconfianza hacia los padres», concluye el doctor. De la misma opinión es la psicóloga Raquel Huéscar: «Si el adulto quiere hacer un challenge que lo haga él o ella. La participación de hijos menores en estas cosas me parece una irresponsabilidad. Para qué un padre decide grabar y compartirlo. Y qué lugar le da a su hijo. Los hijos no son objetos que viene a satisfacernos, son sujetos de pleno derecho. Es importante el derecho a la intimidad de los menores y que los padres lo preserven . Mostrarles de forma ridícula o avergonzarlos y colgarlos en una red social que van a ver muchas personas no es proteger sus derechos«.
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