La Guardia Civil ha recuperado este sábado el cuerpo sin vida de Gerard Olivé, un montañero de 41 años y vecino de Tivissa (Tarragona), en el valle de Salenques, en el término municipal de Montanuy (Huesca).La familia del alpinista comunicó a la Guardia Civil de Huesca la ausencia del alpinista el 2 de enero y detalló que había desaparecido tras dejar estacionado su vehículo en el aparcamiento de Senarta, en Benasque, con intención de subir al Aneto. Sin embargo, el montañero no regresó a su domicilio , según recoge Europa Press.Inmediatamente, la Guardia Civil activó un dispositivo de búsqueda en el que han participado efectivos del GREIM de Benasque y la Unidad Aérea de Huesca .Noticia Relacionada En Tailandia estandar No El turístico baño con elefantes que mató a Blanca con 22 años ABC A las 13.30 horas de este sábado han localizado en el valle, en el término municipal de Montanuy, a Olivé con signos no compatibles con la vida : presuntamente sufrió una caída vertical desde la parte alta de la cresta de Salenques.El fallecido ha sido evacuado y trasladado en la aeronave hasta la helisuperficie de Benasque, donde lo esperaban los servicios funerarios, para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), en Zaragoza.«Con el corazón roto, compartimos que Gerard nos ha dejado de manera inesperada mientras hacía una de las cosas que más le gustaban: disfrutar de la montaña. Os agradecemos a todos los que lo conocéis y lo queréis vuestras muestras de afecto y de apoyo. Gerard siempre estará con nosotros en cada cima, cada paísaje y cada récord. Te queremos», han compartido en su cuenta de Instagram. Un cocinero enamorado de la montañaCocinero de formación, Olivé acabó practicando vivac -consistente en dormir a la intemperie en un refugio temporal, generalmente en la montaña- como vía de escape para gestionar el estrés que le generaba su trabajo. Después de estudiar hostelería en Gerona, recibir clases de Joan Roca y trabajar en El Bulli de Ferrán Adriá, fue ascendiendo en su trabajo con el consiguiente aumento de la presión.El estrés generado por su trabajo, unido a una dolorosa ruptura amorosa, acabó llevándolo a buscar una manera de canalizar la adrenalina . «Inspirado por los documentales de ‘Al filo de lo imposible’», según explicó a ABC hace ahora casi dos años, comenzó a practicar vivac. «Mi primer vivac fue el día más bonito de mi vida», contaba entonces a este diario. Desde entonces, continuó haciendo lo que más le gustaba: disfrutar de la montaña .
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