En los últimos días de su mandato, la administración de Joe Biden parece decidida a aumentar significativamente la presión para un cambio democrático en Venezuela , asegurándose de no dejar cabos sueltos en su estrategia. Después de múltiples y polémicas concesiones al régimen de Nicolás Maduro , con la esperanza frustrada de que aceptara elecciones libres, la Casa Blanca de Biden dio ayer un paso simbólico y estratégico: otorgar un trato excepcional a Edmundo González Urrutia , el político reconocido como presidente electo de Venezuela tras el fraude de ley del chavismo en las cuestionadas elecciones presidenciales de julio pasado .González Urrutia, opositor declarado a la dictadura y ganador de los recientes comicios, fue recibido en el Despacho Oval para una reunión bilateral. Al término del encuentro, que duró unos veinte minutos, aseguró que se llevaba consigo el compromiso de EE.UU. de apoyar un cambio democrático en su país. «La reunión con Biden fue larga, fructífera y cordial», afirmó. También expresó su confianza en que las relaciones con la futura administración de Donald Trump serían «muy provechosas».La reunión, cargada de simbolismo, tuvo lugar en medio de una histórica nevada que paralizó Washington , obligando a suspender gran parte de las actividades del gobierno federal, salvo las esenciales. Entre esas excepciones esenciales destacó la visita de González Urrutia , subrayando la importancia que la administración saliente otorga a este mensaje político en sus últimos días. El gesto representó además un desafío directo al régimen de Maduro y buscó consolidar una postura que será heredada por la presidencia de Trump. Este último, junto a su equipo, deberá decidir si opta por negociar directamente con el dictador o retomar una estrategia de máxima presión con sanciones agravadas.Noticia Relacionada Editorial opinion No Este viernes, en Caracas Editorial ABC Edmundo González ha prometido sin titubear que estará en su país para iniciar su mandato y el régimen de Nicolás Maduro ha decidido blindarse en la capital venezolanaEl encuentro entre Biden y González Urrutia evidenció además una maniobra deliberada de la Casa Blanca para asegurar la continuidad de su posición respecto a Venezuela antes del cambio de administración. Este reconocimiento formal y el trato prioritario al líder opositor marcan un legado estratégico que busca mantener el compromiso de EE.UU. con la crisis venezolana. González Urrutia, por su parte, destacó que siempre ha buscado mantener una posición bipartidista en su relación con Washington.El futuro de dicha relación bipartidista se convirtió en el gran interrogante durante su visita, y tanto él como su equipo fueron cuestionados repetidamente sobre sus contactos con Trump, y si habrá reuniones con el expresidente en su residencia de Mar-a-Lago , como han hecho otros mandatarios y políticos.Ante la prensa, después de una reunión con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) , Luis Almagro , González Urrutia afirmó que el contacto con Trump es «fluido». «El equipo aquí en Washington se reúne regularmente con el equipo de Trump y continuaremos haciéndolo hasta el día en que tome posesión la siguiente administración», aseguró.Apoyo bipartidistaAdemás, subrayó que la relación de su gobierno con EE.UU. seguirá siendo bipartidista, destacando la importancia de mantener el apoyo de ambos lados del espectro político para la transición democrática en Venezuela.El recién electo senador republicano por Ohio, Bernie Moreno , ha generado inquietud entre activistas y opositores venezolanos al sugerir que, en el próximo mandato de Trump, prevalecerá un enfoque pragmático que podría incluir negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro . Aunque el equipo del presidente electo no ha confirmado esta postura, existen precedentes de contactos similares. En septiembre de 2020, Richard Grenell , entonces director interino de Inteligencia Nacional de EE. UU., se reunió en secreto en México con Jorge Rodríguez , alto funcionario del gobierno venezolano, para discutir una posible transición pacífica del poder.Restaurar la democraciaLa Casa Blanca, mientras, se refiere oficialmente a González como presidente electo de Venezuela, y destacó la importancia del encuentro con Biden después por medio de sus portavoces. Durante la reunión, Biden reiteró el apoyo de su administración a los esfuerzos de González por restaurar la democracia en el país sudamericano, donde Maduro pretende asumir un tercer mandato este viernes, 10 de enero, pese a las denuncias de fraude y el rechazo internacional.Este martes, el venezolano continuará su gira en el Capitolio , donde se reunirá con legisladores de ambos partidos para reforzar el respaldo bipartidista en EE.UU. a su causa. El candidato a secretario de Estado, Marco Rubio , sigue ejerciendo de senador de Florida , un cargo desde el cual ha sido uno de los mayores críticos de la dictadura chavista. González ha solicitado un encuentro con Trump en Mar-a-Lago, su residencia en Florida, pero hasta el momento éste no ha confirmado si lo recibirá. Fuentes cercanas al equipo de González señalan que esperan una respuesta en las próximas horas.Investidura en CaracasLa gira de González, que ya lo llevó a Argentina y Uruguay , busca consolidar el respaldo de la comunidad internacional democrática antes de la investidura presidencial en Venezuela. González defiende con apoyo de Biden que su victoria, basada en los resultados obtenidos por la oposición a partir de las actas de votación, es legítima, y ha llamado a los gobiernos democráticos del mundo a no reconocer el nuevo mandato de Maduro.Estados Unidos y la mayoría de los países europeos han reconocido a González como el legítimo ganador de las elecciones , calificando los comicios de julio de fraude de ley orquestado por el Consejo Nacional Electoral, controlado por la dictadura. Mientras tanto, en Caracas , Nicolás Maduro ha sido invitado por la Asamblea Nacional para ser investido el viernes como presidente para un tercer mandato. González, sin embargo, insiste en que las denuncias de fraude y el apoyo internacional a su causa pondrán en duda la legitimidad de ese acto, que calificó como «una farsa más».
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