La epidemia de crisis en gobiernos occidentales ha llegado a Canadá: su primer ministro, Justin Trudeau ha dimitido este lunes como primer ministro y líder del Partido Liberal. Así lo ha anunciado él mismo en una rueda de prensa a las puertas de su residencia en la que ha explicado que la decisión se hará efectiva cuando su formación tenga un sustituto.«Si tengo que lidiar con batallas internas en el partido, no puedo ser la mejor opción en las próximas elecciones », ha recalcado Trudeau, que ha detallado que este domingo por la tarde ya pidió al partido que pusiera en marcha los mecanimos para elegir a su sucesor.Durante su comparecencia, el todavía primer ministro de Canadá ha señalado que «la resiliencia, la generosidad y la determinación» han sido siempre su «inspiración»: «El privilegio de servir me motiva. Es por eso que desde 2015 me he batido por este país, por vosotros (…) en un momento crítico en el mundo». Sin embargo, ha reconocido las dificultades para gobernar el país, con el Parlamento bloqueado desde hace meses .Noticia Relacionada Cuatro años después estandar Si Asalto al Capitolio y redención: a la espera del perdón presidencial javier ansorena | Corresponsal en Nueva York Cuatro años después del ominoso suceso, los protagonistas del 6 de enero se encomiendan a TrumpLa figura de Trudeau, que ascendió al poder en Canadá en 2015 convertido en una figura ilusionante para la izquierda en todo el mundo, se ha desgastado hasta niveles insoportables.El país norteamericano sufre todavía las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19, el bolsillo de los contribuyentes ha estado golpeado por la inflación y hay un descontento creciente por el aumento de inmigrantes indocumentados y los problemas de vivienda.Trudeau, en su día un líder muy popular , está hundido en las encuestas, que apuntan a que el Partido Liberal perderá las elecciones del próximo otoño. Ya en octubre, un grupo de diputados de su partido le exigió la dimisión para evitar una derrota abultada frente al Partido Conservador, que lidera la oposición. Al mismo tiempo, Trudeau se enfrentaba a la amenaza de pérdida de apoyo parlamentario del Bloc Québécois, el partido separatista de la provincia francófona de Quebec, que daba la medida de la debilidad de su coalición parlamentaria.La crisis del líder liberal se precipitó el mes pasado, con un enfrentamiento con una de sus grandes aliadas en el Gobierno, su ministra de Economía, Chrystia Freeland. Ella fue quien lideró las negociaciones con Donald Trump del Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica, que el multimillonario neoyorquino firmó con Canadá y México en su primer mandato.Ahora, Freeland cree que Trudeau no está capacitado para enfrentarse a las amenazas proteccionistas y arancelarias de Trump en su segundo mandato. La exministra dimitió en medio de duras palabras hacia Trudeau, del que dijo que se dedicaba a «trucos políticos» y que no entendía la «gravedad del momento». Sobre este asunto, el hasta ahora primer ministro ha preferido no pronunciarse: «No comparto conversaciones privadas».Trudeau ha buscado un acercamiento a Trump tras su victoria electoral del pasado noviembre, pero el presidente-electo estadounidense se lo ha devuelto con mofas y amenazas. Le ha calificado de «gobernador» de Canadá -una referencia a que el país es en realidad un estado de EE.UU.- y ha deslizado su interés por anexionar al vecino del norte.Tras la salida de Freeland, el Gobierno liberal perdió otro apoyo parlamentario: el del izquierdista Nuevo Partido Demócrata, una formación minoritaria pero necesaria para la estabilidad gubernamental.
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